La obsesión del mafioso italiano

nto, compartiendo la cama con Angelina, mi hermana. Originalmente, nos estábamos preparando para

, tratando de encontrar paz mientras trabajaba a tiempo parcial. No quería seguir en la opulenta mansión de mis padres adoptivos,

adoptada a los tres meses de nacida, ya que se suponía que mi madre adoptiva era infértil. Sin embargo

al me abandonaron en la puerta de una iglesia cuando era un recién na

on Vicenzo, sintiéndome avergonzada—. ¿Qui

ré el

conveniente, cons

una mejor

lastimarse por la incomodidad. Además, su cuerpo está mag

era impulsiva, provocando una ce

onmigo? —indaga, acercando sus pasos hacia m

o sa

os y absorbentes al fijarse en los míos, congelándome sin poder esca

mper el contacto visual —. No confío en t

ándome la respiración, y haciendo flaquear mis piernas. ¿Qué

ual de oscuros, siniestros e intensos —¿Cuál es la diferencia ahora? Estoy aquí, en tu apartamen

ío, tragándome el miedo qu

¿Crees que t

ada. Me sonrojo, y la respiración se me dificulta. Su voz ronca me afecta, su cer

do —no creo que sea

os. Es encantador cuando ríe, incluso cada pequeño detalle c

da innegablemente sensual. El fuego que provoca me hace temblar —. Eres demasiado in

o una mirada con

álido para poder descansar —lleva una de sus manos a la parte herida de s

asar por su lado, cortando e

ntengo firme, recuperando la compostura mientras avanzo por el pasillo para mostrarle la ha

s —. Será mejor que duermas

ga —duerme

Eh

familiarizado con el ambiente —es tu habitación, tu es

na mujer que apenas se conocen duerman juntos en una cama. Yo n

ndo mis nervios lo más que

ón. Cuando todo está oscuro, muevo mis pasos en la habitación y me deslizo debajo de las c

n, no lo sé. Pero lo que sí sé es que esta noche no podré dormir con un hombre desconocido a mi lado que no me inspi

sentirlo removerse en la cama, para luego acercarse

sus grandes brazos deslizarse por debajo de las c

ricia mi cuello, llenando mi cuerpo de

o dejarme llevar por esta inesperada situación —primero suéltame, diji

z cariñosa cerca de mi oído —no es que quiera hacerlo, pero sie

con la

sufic

rtamento por más tiempo, y además, me abraza por la espalda de manera deliberada. Sería motivo suficiente para echarlo de aquí

spués de unos segundos —per

fría de su nariz ro

No tienes familia? ¿U

esta situación? Definitivamente no tengo a nadie, ni

como si me

es suficiente. Pero si lo deseas

ude y me roba suspiros. No puedo creer que esté fuera de control

o la conversación, consiguiendo que su agarre

noches

dando la cobija sobre nuestros cuerpos unidos y entrelazando sus piernas con las mías. Si no estuviera herido, le daría un codazo en el estóm

*

enz

pierto toda la noche, fantaseando y baboseando c

manera peligrosa que podría llevarme

que podría hacerle, o más bien, de lo que quiero hacer. Es tan blanda e ingenua como para

su cuello, cubriendo la parte donde me gustaría engancharme y chupar hasta dejarla roja. La luz tenue que entra por la ventana me da la suficiente claridad

pués de ser atacado por mis enemigos a causa de una traición interna de mi organización.

pero en este mismo proceso lograré corromper a este pequeño ángel que

nte, pero no se despierta. Solo se m

canso; en estos momentos deben de estar buscándome hasta por debajo de las piedras. Incluso alcanzo a ver desde aquí, escondido entre las c

a una sonrisa en mis labios, que lueg

uedo

a defensiva como si apenas se hubiera dado cuen

de nuevo a la cama. Tomo asiento a su lado

endo mi mirada —me sorprendió verte

go—completo por ella —¿

na extraña que

artamento, tengo que hacerme

su escudo de refuerzo. Si en verdad quisiera hacerle algo, ya la tendría amarrada en la cama, deslizándome dentro de ella. Per

stosa —¿Por qué no empezamos por ser amigos? No soy alguien a quien temer,

tentando mantener una expresión sincera y dete

cieron eso? —pr

alquiler, así que me golpearon y me echaron a la ca

abren con total sorpres

n me co

la que estabas ve

ncionó —bajo la mirada, sorprendido por este papel actoral qu

ca una sonrisa de suficiencia —. Se

con el interrogatorio porque ya no tenía

intenta alejarse como antes, más bien se mantiene quieta sin decir nada más. Quizás desperté en ella... ¿Lástima? Es la primera vez en mi vida q

e estoy muert