Salvada por el CEO
Mis ojos se abrieron por la enorme construcción que veía, era una jodida mansión, la
asa, su hogar. En la puerta principal se encontraban dos hombre bien vestidos, con trajes forma
os pocos centímetros, me daba mied
ede salir y entrar como desee, no quiero que
dos hombre al unísono,
si fuera una niña curiosa, asombrada por la alfombra de mimbre en el centro. Habían cuadros antiguos de personas que desconocía, posiblemente eran
era central que tenía encima una larga al
nía puerta, a nuestro lado izquierdo. Su cabello negro estaba atado en u
enido de nuevo -H
toy casado -bromeó el hombre-. ¿Pueden preparar la habit
por la sorpresa, como si no creyera el
murmuró la pelinegra con pic
he a la mañana? Le lancé una mirada de incredulidad al hombre que estaba parado a mi lado, me crucé de braz
aber? -interrogué, más que
o terminó de hablar cu
bre si lo único que has comido hoy ha sido el pan
o que no quería que hiciera en cuanto escuchó la palabra: comer. Me quedé avergon
para cuando terminen de ce
ra que atravesara el umbral que nos llevaría al comedor. Detallé una gran mesa en donde cabían diez personas, encima t
s, pero de paisajes p
caballero, justo como lo hizo anteriormente en el auto. Me senté,
e, te imaginaba más como el l
mirarme a los ojos sin problemas, cosa
as, princesa -Me guiñó un ojo y una s
decía con otras intenciones. Tragué saliva, sintiendo mi respiración ahogada por los
e no vienen al caso -bufé, apo
s cosas con un poco de humor y no estar ser
¿no? Tendrás que soportarme como
No suena tan mal si lo piensas -m
de mí? -cuestioné, h
te hace ver atractiva, sobre todo la cara de cu
rque sabía que no tenía ningún otro lugar a donde ir, a parte de que Jax no me había hecho nada malo, fác
e fuera un completo imbécil con
perfecto -mascullé,
e no lo soy? -inquir
soy la única que andaba en una situación difícil, hay muchas mujeres que están ahorita sin comer mie
dando? Ni yo misma me entendía a veces. Supongo q
i, ¿por qué no est
e que tenía Teresa apareció para interrumpir el momento. Se acercó a Jax,
siempre -orde
a qué era lo mismo de siempre, no me preguntó
e te informo que soy al
eocupes. También
nocieras de toda la vida! -
os llegamos a conocer, aunque haya sido de niños, no lo recordaba y eso era lo que m
o mejor será hablar después de comer ¿N
ligaba en hacerle caso, tal vez porque lo hacía con la
mbiado de la noche a la mañana
el día fue un trozo de pan con tal de guardar el resto... Me quedé boquiabierta y casi babeando al ver el pollo cocido s
a la comida caliente, el humo también era visible a simple vista. La m
o que ibas a comer esta semana. Ya no tienes que mortificarte, aquí comerás b
biertos con la intención de hacer caso a sus palabras y empezar a comer. Llevé el primer boca
vista de mí, con una sonrisa divertida y espe
puedes resistirte ante
paz de intentar coquetearme -bromeó,
stoy coq
i como c
no l
aun con el trozo de lechuga que reposa en tu mejil
salió de mi boca fue un gruñido impotente por no saber con qué carajo
bé