Una cita a ciegas para el CEO
evada por Harrison a que le
gó al principio,
o y elegante vestido... Era como retroceder en el t
or un momento los ojos y recordó su camerino, el sonido del piano indicando su ent
sus sueños, la admiración de la gente, la c
ocultar las lágrim
stán esperando para
asustada. Hacía años que nadie la trataba tan bien. Todos fueron amables con ella, incluso
de su amiga, Adeline siempre le insistía para que cambiar
-pronunció co
e tarde y a Rob no le gusta
n era Rob?
do el reloj marcó las
. Antes de sonar el primer tono, Harrison entró de forma apresurada. Extendió
rmosa figura de la mujer en aquel traje entallado dejaba a la vista todo lo que
rison que no deseaba sentir atracción hacia mi futura esposa -gruñó, y el juez que se encontraba
alzó el rostro
y miró a su alrededor, confusa. Harrison s
Señor Foster, gracias, pero para q
do fue a explicárselo, dec
ue se ocupara de la qu
no lo conseguiría si ella cont
ubiera visto en algún lugar antes, era una sensación muy f
sillo y se detuv
lmarla, aunque era algo que n
i el verlo de frente la horrorizara. Temblaba tant
l ramo de flores que Harrison
tro con rudeza y la escuchó exhalar un gemido de terror. Se sentía m
había vis
sa misma frase. El corazón le latía con mucha rapidez y no sabía por qué si esa mujer lo
*
su vida porque aquello solo podía ser
a ese hombre
en una de sus actuaciones. Fue la última que d
itación de hotel donde se estaba hospedando su expareja. Había decidido ace
ohol, había llegado al hotel. Después había llamado a la puerta de l
sus palabras cuando
acababa de pronunciar. La metió en la habitación y
su cama y con el hombre que en ese momento
el miedo de perder a Gael si se lo conf
dijo muchas veces que la probabilidad de que aquella noche hubiera dado frutos era imposible, pero los o
s que los del hombre que s
sus labios temblaron pensando
er que Evelyn e
erto al igual que s
Tú quieres dinero, yo deseo una esposa, es un trato que nos beneficia a ambos. -Él la aferró
n como tú, además, ¡ya estuve casada una vez y no quiero repetir la experiencia! -En un impulso, por los nervio
u matrimonio, ella se preguntó muchas veces qué habría ocurrido si en lug
vida habría
terminó por ser de ella, pero él representaba t
peada y la miró con tanta ira que Eve
ostro antes de que el golpe de su
Cómo te atreves
el nudo que sentía en la ga
... ¡No voy a c
para no tropezar