Redencion del Bilionaire CEO
nuevo. - Pareces irritada - comento. - ¿Es un hijo rebelde? Él sonríe, inclinándose un poco hacia adelante. No mucho, sólo hasta el punto de hacer que mi respirac
ía odiar a mi madre. - ¿Por qué? - le resulta extraño. - Por ponerme en el mundo y en consecuencia en su vida. - Oh - Victoria se toma un momento para digerir mi respuesta y añade una pregunta: - Por cierto, ¿cómo lleva el hecho de que su padre está casi... falleciendo? Yo sonrío. - No lo sé, no sé de ella - lo desdeño. - Se fue, eso fue todo lo que me dijo cuando logré encontrarlo para preguntarle - Miro mi vaso vacío, el vaso de repente luce interesante. - No es que me importe, no voy a culpar a una actitud que no entiendo. Mi padre tampoco debe haber sido el mejor marido. El buen padre no lo era. No intenté averiguar si era un buen jefe, pero sé que era un buen hombre de negocios. Ahorró mucho dinero y construyó un activo envidiable. Victoria se abstiene de hablar hasta que decide decir: - Hasta el punto de obligar a tu madre a abandonar a su hijo... Realmente no debería ser el mejor marido. - De todos modos, yo no era un hijo deseado. Para ninguno de los dos, estoy convencido de lo que digo. - Mi padre debió haberle pedido que desapareciera después de que yo naciera. O mejor dicho, debió dejarme con ello, cogió algo de dinero y se escapó. Victoria tiene otro momento de asombro; pero si las cosas sucedieron así, no es de extrañar, la verdad. Mis padres no deberían ganar una medalla de oro por lo que hicieron: yo. Tengo más recuerdos de personas que ni siquiera son parientes míos que de ellos. De mi padre, en realidad. De mi madre... ¡Ni siquiera sé quién es! Le pido al barman otro trago de whisky y cuando viene a llenarme el vaso, le hago dejarme con la botella. Cuando mi atención vuelve a la mujer a mi lado, la veo agarrando su teléfono celular. Su rostro está tenso y pronto el dispositivo es descartado en el mostrador con urgente disgusto, Victoria se lleva el vaso de limonada a la boca y lo presiona contra sus labios, chocando las uñas contra el vaso mientras su vista se congela frente a ella. - ¿Recibiste noticias de la llegada de otro hermano al mundo? - pregunto en un intento de relajarme. Ella me mira inmediatamente, casi sorprendida, casi como si hubiera olvidado que yo estaba a su lado. - ¿Que dijiste? - responde con el ceño fruncido. - Te pusiste tensa después de mirar tu celular - hago un gesto con la cabeza para señalarlo sobre el mostrador - pregunté si era porque recibí la noticia de que ibas a tener un nuevo hermano. - Ah - ella da una sonrisa incómoda, sacudiendo la cabeza al mismo