CASADA CON EL MALVADO CEO
zón. Los motivos, no quería casarme porque ni siquiera conocía a mi esposo, jamás lo había visto, solo sabía que mi padre perdió todo
o no logré ver su rostro, pues estaba de espaldas
porque estaba siendo forzada a casarme, y él era el responsable. Pero nada de lo que dijo me detuvo, lo único que querí
me llevará a la estación de trenes. Al dejarme en la estación le pag
o y corrí hacía el interior. Compré el primer pasaje que me dejará en la frontera de Méxic
ndía como un padre podía vender a su propia hija, sin ningún remordimiento
nmigo. Si estaba lejos o cerca le daba exactamente igual. A mí
o nada de eso me importaba ya que lo único que deseaba era estar lejos de las persona
DES
mos retoques a mi rostro. Hoy tengo una entrevista de
lsa mi padre no podrá encontrarme. Ahora me llamó Dayana Bracamonte, y mi vida empi
rijo a dicha empresa. Al bajar observó el alto ed
epción. Aquella mujer me mira de arriba hasta
on amabilidad-. Tengo
ecretari
S
eza y murmura entre dient
lpe? ¿Q
me pide-. Dame tus datos -le doy los datos y me indica donde ir. Subo hasta el último piso lo cual me pone nerviosa ya que las alturas me dan pavor. Trato de cal
enos
-Pregunta sin despegar
ta de trabajo a las
licaste para sec
uy duro e
onríe disi
eda en silencio cuando las puertas del elevador se abren
un destello en mi rostro. El hombre que acaba de entrar es un adonis del universo, un completo Dios griego que pone a latir mi cor
u empleada. Y me giró para seguir observando su porte alto, espalda ancha y puedo decir qu
rta se detiene, sin r
a nueva s
sperando que se dé la vuelta, s
señarle todo, lo primordial, que salude cuando ingreso. Despué
to que pide que me enseñen a saludar, cuando él no lo hace. ¿Quién se cree? Es el jef
s el trabajo
o querría? ¿Por qué lo que dijo el estirado del que supongo será mi jefe? Esos s
a diario. Como vez, es un príncipe por fuera, per
o nombre -Le respo
nto con la cabeza y continúa explicándome paso a paso lo que tengo que hacer-.
así l
toco la puerta y se
nhalando pro
ñor Antón Montal
ero saber, ya mi equipo se encargó de invest
pactándome con esos ojos verdes, tan verdes como las praderas, lo
una sonrisa de mueca lo que le hace ver más divino, y p
ue est
orque usted me d
que debía
rme la ent
icina, es porque
ngo que debo em
es para eso ¿No? -me mira de forma retadora -¿Que espe
. Ahora
da y saco la tableta. Él aún continúa
si se pasan de mensa, sí que conocerá ese ogro de los que todos hablan -así que sabe que le llaman ogro. Tan divin
he trabajado-acabo de c
, porque si aplicó, es porque s
or, sol
lar y continúo
a quiere que yo lo haga. Me llama la atención en repetidas ocasiones por no mirarlo a los ojos. Carajo,
por hoy,
mover sus dedos me mira sobre el hombro. Yo estoy anonada, observando su he
a mirada al computador
o que pertenece a secretaria y me acomodo a realizar lo q
me atendió, me presentó a sus demás compañeras y pasamos un almuerzo agradable. Por la tarde pasé aprendiéndome cód
s de un suspiro
Cuando vuelvo a levantar la mira
me -dice
cartera. Una vez que la tengo en mis manos co
lve más tenso, es como si la atmósfera se vuelve pesada que no puedo respirar con
vil suena, observa el númer
í-. Tengo una reunión muy importante en la que esperan por mí -mira el reloj de mano-. En una hora, debo reunirme con unos gringos -levanta sus largas y a
er
ulo, su inglés es perfecto, por eso se la contrató
-le sonrió forzadamente-
e veo el proble
go problema
un taxi y me invita a subir, a
ión depende s
tenía e
lo manteniendo -Sin esperar respuesta le indica al t
y me pongo a repasar lo que me ha enviado. Tengo que quedarme, porque
e Guadalupe. Se dice que ella concede muchos milagros en este país