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Ni feas, ni bonitas (Ella era fea 4)

Capítulo 2 Mi primer amor

Palabras:4747    |    Actualizado en: 16/02/2024

ntiguo diario que dejó abandonado hace un año. Desplegó una sonrisa mientras hojeaba el interior de este,

l mundo” leyó. Quedó pensativa con aquellas palabras, en aquel tiempo

n ella y a su lado hicieron muchas locuras, con él experimentó lo que era amanecer en una cabaña frente a la playa mientras se c

ar, terminaría de escribir hasta la última hoja para q

que sigo enamorada de él, por más tiempo que pase aquel sentimiento de apego me consume, no quiere separarse de mí; además, Luis Ángel está empeñado en que vo

e besó me demostró que sus sentimientos hacia mí siguen intactos. No fui capaz de verlo al día siguiente, no me despedí

derritan y quiera besarlo. En momentos como estos me cuestiono el por qué tengo tanto miedo de estar a su lado si él no me ha hecho nada malo. Nuestro prob

uestras vidas y si nos convirtiéramos en novio

as a su cama. El silencio se apoderó de la habitación mientras la

o fue todo lo contario; sus sentimientos se apoderaron de ella

er. Vio el papel lleno de letras dirigidas a ella, lo contemp

ida C

estoy pidiendo; además, te he tratado mal al jugar con tus sentimientos. Seguramente me odias y acepto el que lo hagas, pero, antes

egio y yo parecía no tener salida a mi rebeldía. Así fue como tomaron la decisión de separarnos, tú volv

ejor opción, ahora que escribo esta carta me doy cuenta que tuve muchas opciones, como la de ayudarte con tus notas, dejar de discutir con mi padre y tratar de ha

tu lado. Camila, todo lo que te dije es cierto, estoy enamorado de ti y te acepto tal y como eres, nunca me ha importado si est

encantaría volver a tenerte a mi lado, poder hacer realidad todas aquellas promesas que nos hicimos. No te estoy pi

a mejor de

r, Luis

orrer por sus mejillas con rapidez. Llevó la hoja hasta su pecho y la abrazó con fu

ros cantaban creando una orquesta que llenaba el cuerpo de tranquilidad, aunque, Camila no podía encontrarse más inquieta

Eduar, quería hablar con él acerca de lo sucedido la noche anterior, pero

—escuchó que

acompañado por Elián y Cristian. Se veían sudados y Crist

—saludó Crist

la joven un

ontraba serio tratando de no mirarla. Mientr

? Te ves rar

e… —trató

por lo de anoche? —i

uborizó en gran manera y su piel se erizó por completo, ¡Elián

o calor y quiero bañ

—aceptó

versaban de todo un poco. Eduar notó que su amiga estaba muy rara, extremadamente tímida, cua

r para darse una ducha fría después de estar corriend

ara poder ir a la finca y poder bañarme en esa cascada

e ya falta un año para gr

do—, tenemos que planear la

ya estás planeando la fiesta

encio. Elián se quitó la camiseta ya que planeaba irse a duchar, al

rcado! —soltó Cristian impresiona

abdomen, después la rodó a un espejo, al pare

con un rost

al notar el buen cuerpo del muchacho, se veía muy varonil y, había que aceptarlo,

ón y tornó su rostro serio mientras pasaba una m

me —informó

istian notó el momento incómodo que se estaba viviendo y como buen

iscutir? —le pr

sus verdades en la c

Cristian desplegó u

que había pasado, por lo mis

cuenta

que, si yo no quería hablarle, simplemente no lo hiciera. Decidió ignorarme para así

—refunfuñó

soltó Eduar cruz

disculpas? —in

r —dijo Eduar con

ian— ¿por qué eres así?

me dejó decir nada. Yo no lo odio ni nada, pero…

estos meses trató de llevarse bien contigo, todos somos testigo

erto! —acep

o de conciencia, se sentía terrible

istian—, pídele disculpas

momento solos y tú le pides disculpas —sugirió

entuaba con la cabeza, Cristian se

ven y rodó la mirada a Eliana— cu

Ahora?! —se a

nto posible, déjeme decirle señorita —Cristian se cruzó de braz

caben con eso ya

tar tus disculpas, él no es

tos para que ella se tranquilizara. Después los jóvenes salieron de la

manos jugaban entre sí y los nervios estaban que la hacían colapsar. Encontró en

go —musitaba Eliana—. Elián, lo que me dijiste anoche, no dejaste q

ó hondo para así calmarse. Se asustó al escuchar la puerta del baño abrirse, Elián s

gnorarla. Caminó hasta una esquina donde se encontraba lo que Eliana le pa

ó de habla

Eliana apretaba la pelota anti estrés con fu

cuarto —dijo, después se arrepintió—.

o con el comportamiento d

podrías darme un momento? —la

ieres decirme?

fue tratarte mal —se disculpó, hubo un momento de silencio—. No me gu

rmuda mientras escuchaba a la joven, estaba sorprendido por t

dió Eliana—. Ah… no sé qué más

a Elián tan serio la llenaba de miedo. Cavaría un hueco y se enterraría si él

sentía como un soldado caído, Elián no decía ni u

rando? —inq

cierto, Eliana intentaba no llorar, pe

ó el joven—. Está bien, olvidemo

lo rechazara. Con un poco de incomodidad intentó hacerlo y a

s en la sala principal comiendo unos po

algo? —inqui

Qu

ontarle a nadie —

ta —se fast

rae Eliana —co

ado, Eduar reflejaba en su rostro lo

atrae Eliana

án novios, será cuestión de tiempo —explicó Cristian—. Elián cuando le gusta una chica la trata muy bien, ¿te acuerdas en noveno la chica de lentes? Supo conquistarla y ella quedó

enamorar de él

r qué? —cuesti

ta. Además, no es por nada, pero creo que ella aún no h

olvidar ese rechazo tan feo que tú le hiciste —Cristian quedó un poco pe

eo que entre ellos llegara a

sobre los sentimientos de su primo hacia su mejor amiga. Le fastidi

rló Eduar—. Es como cuando vi a Neyret con Sebastián, no

con Neyret? —inquirió

n seco, ¿qué

ada —sol

ar! —ordenó

iste, ellos se iban j

e eso, habla ya… —pid

son nov

stian frunció el ceño c

vios. Sandrid explicó que ella no quiere que nadie sepa, Sebastián le echó el lance y ella cayó. Además, como

uño que lo hirió en gran manera. No lo podía creer, ¿cómo

ret no sería capaz de esta

no podía ser posible, por eso

había quedado después de la noticia. Su buen humor

, las dos chicas hablaban de todo un poco, p

ntó besarte? —i

manoseó. Uish… Ese Sebastián —

í que fue bueno. Además, es verdad lo que te dijo Se

me inspira es darle dos cachetadas para

maginando que es Cristian, porque ya no puedes echarte para atrás

ue esto va a terminar

ienso lo mism

ó al cuarto con rostro trági

esa cara? —inq

ta que Luis Ángel me

—indagó Neyre

uenta —pid

o muy confundida —Camila se sentó en la cam

, nadie les está impidiendo que

an y estoy muy arrepentida, no dejes que te pase lo mismo —aconsejó

e emocionó Sandrid— ustedes besándose mientras se bañan en esa cascada, lo

ompleto y sus amigas se

ada—, ¡imagínate, la vas a pasar g

taron al unísono

s de un perro. Salieron corriendo hacia la entrada de la casa donde encontr

la joven con

, venga! —o

lió? —inquir

atas mientras movía la cola. Mientras, la jove

—preguntó Cristian a

—respond

gan no muerde, como le estabas agitando

ladrando creí que me at

argo, le llegaba hasta la cintura, bajita y con un rostro muy tierno. Llevaba puesto

e la casa jun

o! —gritó Eliana corrie

la chica y mientras ella lo aca

osura…! —gr

n Logan? —inq

ladrando a la muchac

salió? —preg

. Además, ¿con quién se quedará? No creo que mi

desconocida que iba pasando por la calle. Aunque, hubo una señal que lo incitó a lanzarse, e

ella sintió que la estaban mirando y alzó su rostro,

ritó Eliana

—soltó l

levantó y corrió a a

joven. Después se apartó para repararla— ¡¿qué te hi

iento, pero, ¿qué haces

e pregunto no puedo llegar, estoy buscando una corporación. Pero ya no voy a ir a nin

¿Y eso para qué?

jo a mi tío que me trajera y me dejó fue tirada, supuestamente tenía que hacer unas diligencias y me dijo que e

eden unas cosas —Elian

“esa no es Eliana” ¿qué te hiciste? —Laura llevó una

poquito para no verme tan fea

como foca con epile

ero muy amigas. Cristian debía aprovechar aquella oportunidad, l

resenta —le dijo a la joven mient

istian— puso una mano en el pecho del joven—. Estoy tomando clases de cocina

a? —inquirió Cristi

dió ella con un

al mercado, lo atiende con ¡Laura y otras hermanas mayores de ella!

ervar que Laura se había ruborizado

chacho de una mano y lo arrastró hasta ponerlo

ar le estrechó la

s tuyo? —inq

de sacaron a ese perr

—explicó Eduar—. Pero no sabíamos si comprarlo, tuvimos vari

ada, mis papás no me van a dejar ten

—presentó Elian

joven, quedó enamorada de los ojos verdes del c

tó Eduar al notar lo amable qu

uy incómoda, no soportaba lo imp

r… —g

os? —inqui

su rostro muy rojo y llevó una mano detrás de su nuca

ué pasó?

, somos amigos, nada

enemigos —se

ristian —p

dando —dijo El

ce calor —resp

e que llevas horas caminando ¿no?

y nos ponemos al día de to

e su mejor amiga había cambiado de vida totalmente, ahora estaba rodeada de jóvenes que se notaba en sus rostros la buena vida

uar— no quiero que lleguen

os a hacer con él?

que lo compramos p

n perro? —cuestionó e

acemos con él?

scina y un quiosco donde se encontraban ubicados unos muebles rodean

cabó de llamar —l

ra qué? —i

odeaba su cintura el celular del joven—. Lo volviste a dejar en

arcajada y Eduar tomó el ce

es que les gusta, ¿les traig

ero —soltó Elia

én por favor, hace muc

tomar? —inquir

se miraron

que acompañe el postre —dijo Ed

aba sentado al lado de Eduar, sintió e

e! —soltó. Se tapó l

é —respondió Eduar so

uerco —se bu

o a Eduar y después la a

ado, así que deja de ha

ala imagen de ustedes dos, partida de p

favor a esos dos no nos bañamos. —Explicó Eduar a Laur

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