Secretaria ¿Te quieres acostar conmigo?
Alej
e a todo lo que le pedía, ya sean informes, comuni
gerente, director o empresario que
si nos traía café o algún informe, a t
lo suficiente para ser atractiva,
nal y arregle con Susana
n pregunta
e cabeza terrible, producto de d
spirinas y u
ueba masajeando la cien, h
enfe
o.
í, en realidad lo sé, tr
e que sea ella quién me masaj
on que nos acostemos, e
s preferidas, platinadas, buenas piernas, alta y tetas ba
de esta mujer, que por cierto no eran tan agradables, eran demasiado fuertes, ya
o tan grandes
aba, una cogida
uir trabajando, me dijo que me e
nía bastan
para que cen
las mujeres
que le deje los datos a mi
é casi
a señorita, en mi agenda perso
evitar compararlas, mierda, que bella era mi secretari
ificio la acompaña hasta la puerta de calle, sí,
el interno
maste l
ndo se presentó
se
rra
sin co
para do
si fuese mi
borro.
eñor¨ fue con respeto, porque me so
hica bastante bella y agendé su
mande un ramo de flores y alguna jo
e que diga
bien, cualquier cosa de esas, es lo mismo, agrégale
mujer, aunque terminado el s
n el mundo que me llame la
tor de la cadena de perfumerías, la estaba seduciendo y como hombre experimentad
la me rechazara a mí
de mal
¿Qué n
de lo que pensaba, V
ntras me deleitaba hablan
e de ella y Va
s sonrisas que me brind
gustaba es
aciones, no estaba seguro de lo que estaba habl
ta, no la tenía, le dije
l ascensor, se dirigió hacia el escritorio de Valeri
ida, creo q
ñor, d
etear con nadie, pero me di cuenta que podía p
dos habitaciones contiguas, fijate en alguna agenda a qu
, s
sa sonrisa d
ropa, necesito que lleve
, s
stó rubo
cuerpo y esa boca
ar a alguna de las chicas que
a escucho como se pr
tó Ale
io, señorita
ig
nterno y l
screta para vestirse, casi o
a salir de su escote, alta, piernas largas, su culo no
idito, le pido que se vaya, otra más a la que n
otra vez la llamo,
bía llamado a seguridad y cuando salimos
esa sonrisa que me su
que Gigi era casi de mi altura y las tetas le salían por el esc
as del ascensor le pido a Valeria que le mande
cualquier anillo y piensan q
morzar y escucho qu
ate que me ponga el vestido rojo, no grites amiga, ok, voy
rzo le pregunto a Omar qué pub
ejor l
de todo lo que v
mu
os, que los jueves, viernes y sáb
mos q
sin co
mi secretar
la vol
saba hacerlo en Estados
staba, pero me había mandado un men
s con bolsas de una d
e le eligió Susa
o me acosté con mi secretaria, nunca habí
llamativas, espero que los vestidos qu
s mejores amigos, solemos ser inseparables los tres, pero Gastón estaba de viaje y en ese momento solo
vean a Valeria fuera de la oficina,
5 o 6, bailando solas, tod
tiene la
ice
a se detiene en una c
do de la de blanco
ue estab
recía
rgollas que lo unía a los costados y en las mangas tenía ese mismo detalle, era ajusta
y mi sangre
untos las
a con la que estab
ero a mí me ecl
yo ya estaba
mbró d
por compromiso,
ol
ol
mano y la llev
perf
nte con zapatos de taco me llega, a la boca y ese vestido…
ño y no sé si
cho, no era tan escotado, pero l
ba como
con mi otra mano la
rayo atravesa
her
ocultar el de
eñ
e decirm
aba bastante más maquil
mirada a
y la besé, con las ganas que tenía de hacerlo desde que la co
tí, a través de la tela, como su pezón se ponía duro, tuve q
cabeza en
a deslicé
a que iban a explotar mis pant
omo yo, los besos me
rrarme en su intimidad, aunque sabí
me había
uenta que yo no tenía control de mi
am
omándola d
no se
ria,
s fueron una
decís?
voy a acost
a rechazado y menos después de haberla bes
e fuimo
s besos, le toqué e
uemó por dentro como
ampoco le voy a