Mi dulce de melocotón
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aparté de él por un momento queriendo decir algo para que no sigu
ajar por mi cuello, siendo una gran sensac
acio cuando mis inseguridades se apoderan de mi mente llenándome de pensamientos que nadie quisier
as acaloradas. - Niego, eso fue penoso, ¿y si su madre piensa que soy una cualquiera?
poco avergonzada, siempre me ocurre esto cuando menos quiero. Aun cuando haya tenido una segur
ecibo respuesta de él "no debo de ponerme nerviosa, nadie debe de ver mi colita" pienso tratando de s
A. - Bajo mi rostro sonro
lo que pueda ocurrir y tratando de que mis pensamientos inseguros no me ataquen. Alguien aparece en las escaleras
Aquella mujer mira a Abdel con una sonrisa y frunzo mis labios mirándolos a los dos, ¿qué ser
miraban hacia otro lugar que no comprendí. Logro recordar que un día escuche esa mism
ran vergüenza, ella me mira con una
uerza más de la que yo tengo y Abdel gruñe advirtiéndole sobre algo. - Estaba cansada de
soy su am
guien rara, tengo transformaciones involuntarias en todo mi cuerpo. El ligero
o. - Oh, que linda.- Mira el tazón de gallet
acho mi cabeza. Siento las manos de él que agarran mi rostro, pero me alejo para que no suceda nada entre
o después de un momento de lo que
lo descontrolada que me pongo en esta situación. - Tu tía es m
a hasta llegar a lo que creo es la sala secundaria de la casa. Todas las personas están metida
onrojada, todos me miraron provocando que me pusiera roja. Agarró el brazo de
ía dicho. - Alzo mi rostro y l
luna y creo saber a lo que se refiere, asiento sonroj
a estaba alucinando, ya sabes. Que se est
o conozco muy bien su relación, ya que Abdel
al puedo confiar, asiento un poco sin dejar escapar el nombre de ella,
quite en largos años, hasta pienso que si tiene hijos los hará igual de gruñones que él y serán
ad y no tienes qu
el me mira, yo lo miraba igual porque sentí
lpha con seriedad y asiento levemente, sé que mi ner
uya, una que está oscura por su celo, me guía por la sala hasta llega
♥
mirando entre curiosas y con un orgullo alto algunas. Nunca había estado rodeada de
niña de cabello negro y ojos medianamente rasgados, creo ella era la hermana adop
á llena de desgracias, por lo que se me hace difícil
ión y nadie nos comprende, creo que solo Abdel intenta comprender mi especie por lo buena persona que es, p
do a Ivanna.- Siempre lo serás. - Sigue diciendo, miro a J
allarme pensando que en serio yo tengo la culpa de lo que soy. Abdel llega a no
ella no le gusta eso de los comentarios sobre burla hacia otros. - Sus
del solo lo miran y se van corriendo detrás de la otra niña al igual que
i mano en su hombro sosteniéndome por la risa
masiado ilusa que nunca te das cuentas
s a mí por lo que me a
deja sobre los escalones de la escalera, dejándome a su altura. Re
a que ese punto es uno de l
e vayas. - Niego suspirando de
que he vivido aquí.- Siento como una de sus manos busca algo en mi cuerpo. No he sentido incomodidad porque él me
de quiere dirigirse, niego en un puchero mientr
lemente a devorarme en mitad de las escaleras, ella nos da unas tazas de cho
Me sonrojo tomando del chocolate. - Dame el frasco que siempre te
oma. Cierra los ojos por un momento y noto como el color verde de
luna llena que hay en el cielo nocturno. Siempre hemos hecho eso cuando preferimos cal