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Mi dulce de melocotón

Capítulo 4 03

Palabras:1846    |    Actualizado en: 01/06/2024

�𝐕𝐀

◢◤◢◣◥

aparté de él por un momento queriendo decir algo para que no sigu

ajar por mi cuello, siendo una gran sensac

acio cuando mis inseguridades se apoderan de mi mente llenándome de pensamientos que nadie quisier

as acaloradas. - Niego, eso fue penoso, ¿y si su madre piensa que soy una cualquiera?

poco avergonzada, siempre me ocurre esto cuando menos quiero. Aun cuando haya tenido una segur

ecibo respuesta de él "no debo de ponerme nerviosa, nadie debe de ver mi colita" pienso tratando de s

A. - Bajo mi rostro sonro

lo que pueda ocurrir y tratando de que mis pensamientos inseguros no me ataquen. Alguien aparece en las escaleras

Aquella mujer mira a Abdel con una sonrisa y frunzo mis labios mirándolos a los dos, ¿qué ser

miraban hacia otro lugar que no comprendí. Logro recordar que un día escuche esa mism

ran vergüenza, ella me mira con una

uerza más de la que yo tengo y Abdel gruñe advirtiéndole sobre algo. - Estaba cansada de

soy su am

guien rara, tengo transformaciones involuntarias en todo mi cuerpo. El ligero

o. - Oh, que linda.- Mira el tazón de gallet

acho mi cabeza. Siento las manos de él que agarran mi rostro, pero me alejo para que no suceda nada entre

o después de un momento de lo que

lo descontrolada que me pongo en esta situación. - Tu tía es m

a hasta llegar a lo que creo es la sala secundaria de la casa. Todas las personas están metida

onrojada, todos me miraron provocando que me pusiera roja. Agarró el brazo de

ía dicho. - Alzo mi rostro y l

luna y creo saber a lo que se refiere, asiento sonroj

a estaba alucinando, ya sabes. Que se est

o conozco muy bien su relación, ya que Abdel

al puedo confiar, asiento un poco sin dejar escapar el nombre de ella,

quite en largos años, hasta pienso que si tiene hijos los hará igual de gruñones que él y serán

ad y no tienes qu

el me mira, yo lo miraba igual porque sentí

lpha con seriedad y asiento levemente, sé que mi ner

uya, una que está oscura por su celo, me guía por la sala hasta llega

mirando entre curiosas y con un orgullo alto algunas. Nunca había estado rodeada de

niña de cabello negro y ojos medianamente rasgados, creo ella era la hermana adop

á llena de desgracias, por lo que se me hace difícil

ión y nadie nos comprende, creo que solo Abdel intenta comprender mi especie por lo buena persona que es, p

do a Ivanna.- Siempre lo serás. - Sigue diciendo, miro a J

allarme pensando que en serio yo tengo la culpa de lo que soy. Abdel llega a no

ella no le gusta eso de los comentarios sobre burla hacia otros. - Sus

del solo lo miran y se van corriendo detrás de la otra niña al igual que

i mano en su hombro sosteniéndome por la risa

masiado ilusa que nunca te das cuentas

s a mí por lo que me a

deja sobre los escalones de la escalera, dejándome a su altura. Re

a que ese punto es uno de l

e vayas. - Niego suspirando de

que he vivido aquí.- Siento como una de sus manos busca algo en mi cuerpo. No he sentido incomodidad porque él me

de quiere dirigirse, niego en un puchero mientr

lemente a devorarme en mitad de las escaleras, ella nos da unas tazas de cho

Me sonrojo tomando del chocolate. - Dame el frasco que siempre te

oma. Cierra los ojos por un momento y noto como el color verde de

luna llena que hay en el cielo nocturno. Siempre hemos hecho eso cuando preferimos cal

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