Mi dulce de melocotón

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nadie podía estar en peligro de que algunos estuviera en pleno acto enfrente de otros por su instinto. Yo había ido a la institución, estaba c

sabía que dejó una caja en el

abro la caja sin pensar más en eso y hago a un lado el papel. Observó con una sonrisa el vestido rojo que está en l

linda, a mi gusto. Esta al lado de la heladería favorita de Abdel, y cuando él me llevaba yo no podía dejar de

emoci

n her

por este detalle, creo será a la persona que

congelada en mi lugar mirando la caja, la cual abro con una sonrisa al ver que son los zapatos que una vez vi de niña. Siempre los

ento antes de comenzar a cambiarme, cuando estoy lista me cambio rápido viendo que ya me he pasado de tiempo, miro

seguridad, las pastillas del celo s

to y coletas, sonrió al ver la pequeña colección de listones y algunos moños para el cabello, aga

miro mi cabello rojo apenas rizado y asiento. Escucho el sonido de mi celular y corro fuera

rta, sonrió un poco más calmada cua

Baj

uchar su voz

cortado por mi celo y niego levemente. Sacó un bote pequeño de pastilla

e explotara por todo lo que le puedo hacer pasar. Camino dando pequeños saltos por el pasillo, presion

y se quedó en mi mente sin pensarlo, siempre hago eso cuando estoy nerviosa. Y en es

ncia y astucia es algo que siempre me cautiva, sus consejos son tan cordiales que no le importa dar una mano para a

-una grande-, lo veo desde la puerta transparente y suspiró, tenía que aguantar la c

, se acerca e intenta besarme, pero pongo

o podría ser peligroso, creo puedo negarme a ir a aquella cena. Será peligroso estar a su

ese moño. - Rio. - Te hac

go extendiendo mis manos, me da el tazón y abre la puerta, me ay

por su

a ropa.- Hago un puchero negando, algo que él ve co

s manos pellizcando un poco estas

ben esta exquisitez. - Le da una mordida y como siempre hace gestos exagerados m

tímid

albuceo sonrojada

mejor que cualquier otra cosa. - Bajo mi rostro, él siempre logra que yo me p

res que comes siempre en sus caras y no compartes. - Alza una ceja. C

elan los oídos. - Tapo mis oídos y veo como comienza a manejar. Me quedo mirando hacia un punto fijo q

ar a mi pareja?, sería increíble ¿ci

in despegar su mirada del camino, en

ar ahí, ¿verdad? - gruñe y lo miro mal. Me callo, y termino durm

♥

ea

or había sido tan imparable, siendo algo que nunca antes experimente y siendo algo que se sentía bien al s

Alphas son unos sementales?

do en cuanto comenzó una parte de la cual yo no sabía, era una escena subida de tono y me sorprendió

eía en eso, ni lo quería alejar de mí. Algo me pedía que é

lgo mal visto y posiblemente se hablaría mal de mí. Estaba nerviosa e incómoda porque alguien podía entrar en cualquier momento

cho, menos contigo. -Suspiro cuando agarra mi rostro con sus man

as. No pensé que fuera hoy. - Gruñe. Y trate d

ien toca la puerta, me tapo con la sábana, escondiéndome avergonzada

, ¿y t

,

el baño. - Escucho u

ue la lleve. - Suspiro at

tran acaloradas y las cubro con mi mano con rapidez. Observó a Abde

mi aroma lechoso por el celo, él está en la

é soñ

spiro excitada, me junta a su cuerpo, mien

el aire. Es como si estuviera tratando de saborear a su presa, siendo esta vez yo. Sabía que esto podría ser

igo hipnotizada por él, junto nuestros labios, siendo atrevida cuando es algo

mí y asiento antes de vo