Tempesatad. Entre el amor y el odio
que se para en dos patas, al tiempo que un relámpago seguido de un rayo ilumina todo alrededor. Aunque quiere no puede apartar sus ojos de los azul
o que ve es real o su imaginación. Lo cierto es que la hermosa visión del apuesto joven vaquero
mentos
e parece extraño y atemorizante. ¿A dónde he venido a parar?Se pregunta en lo que camina por el salón.Por favor diosito lindo, protég
ue yo viniera, y ese viaje lo necesitaba para poder terminar de reunir el dinero de la beca en Alemania. Y , no
e quiere, pero Rosario, me va a hacer la vida imposible y qué decir de mi
áspera a sus espaldas. -¿Cómo f
ando para enfrentarla- me llamo Lianet Limonta L
io! -Enfatiza muy fuerte.
señ
y mal tono. -¡No sé qué se traen entre manos tu madre y tú, pero ni loca voy a dejar q
de mi papá.- Expresa Lianet con una voz casi inaudible y bajan
criatura del infierno, esa fortuna es mía y de mi hijo y n
ora,
eeee! -sigue vociferando su madrastra Rosario. -¡Así que ya lo sab
ario, haré lo que me pida. -
ella salte asustada. Y dando la vuelta va a retirarse,
Manuel , si por casualidad me entero que le fuist
Rosario, como
cuando una nueva voz desde la esc
ra esta, mira que decir que es hija de mi padre. -Dice con muy mala form
Lianet. - Solo le ponía las cosas en orden, para que no se esté creyendo cosas, no te pr
orracho de mi padre por tantos años, para ah
a solo está detenida hasta que vuelve a saltar
vete a tu cuarto o a no se donde!
ya me voy,
el mismo caballo negro que le había dado su padre, porque le daba confianza
será muy difícil. Y continuaba galopando alejándose cada vez más de la finca. Cuando vino a darse cuen
tal que relinchaba una y otra vez siendo respondido por unas yeguas del lado que se encontraba. La lluvia arreciaba y ella seguía extasiada
la escena, y justo en ese momento cuando se había puesto de pie para marcharse, el j
a en dos patas ante el sonido de un fuerte relámpago que iluminó todo, en especial sus increí
le y hermosa imagen que tenía delante de ella al otro lado del río embravecido -, hasta parece que el ti
aba, pues al volver a salir de detrás del matorral en que se parapetó del rayo. La lluvia era tan fuerte que no podía distinguir muy bien por lo lejos que estaba. Aunq
el joven como si la grabara en su memoria o algo más la asustó. Pero su curiosidad era mayor
debía regresar a la casa. Con temor salió de su escondite, pero al mirar, lo vio girando en el lugar como si la bu
cuerpo tiembla, y mi corazón se agita? ¡Rayos! Creo que me voy a caer, mis rodillas no me
e ser que me haya seguido desde la casa, está del otro lado del río. Tonta Lianet, no es un espía, ¿o sí? ¿Quién será? ¡Oh! Que lástim
s amigo, llévame sin perderte de regreso, no quiero que esa mujer me arme un escándalo. ¿Habrá regresado papá? Ojalá, de seguro qu
al ver aparecer a lo lejos la casa de su padre, se dirige al establo. Le quita ella sola la montura al caballo, lo seca un
Corre hasta llegar a la casa, con tan mala suerte que cae
? -le grita ferozmente- ¡Echa
os zapatos. -No sabía que iba a llover y salí a d
dije que no te quería ver merodeando dentro de la casa? ¡Piérdete de mi vista y que no te vuelva a ver! Chiquilla del demonio, ¡desaparece dije
e habrá creído? Sabe muy bien el motivo por el que me casé con él, si pa