Encontrar la luz
RA
de su diferencia. La joven, vestida con la oscuridad de su incomprendida alma, atraviesa los pasillos cargados de miradas hirient
umplir con estándares que no encajan con su ser. Allí, en medio de la indiferencia y la burla, solo un nombre parece resonar con molestia en su mundo: Jas
argadas de crueldad, las risas mordaces, son los cuchillos que se clavan en su piel sensible. Con la fuerza de la rabia y el
anta la mirada inquisitiva de sus compañeros. Cada jornada se convierte en un calv
o de dolor y desesperación, ¿podrá la joven encontrar un atisbo de redención, un compañero verdadero que el rescate de este abismo emocional en el que se encuentra atrapada? La
Jason
rto músculo esculpido por horas dedicadas al ejercicio. Mis cabellos dorados y mis ojos verdes, siempre inquisitivos, son apenas rasgos que se suman a la narrativa de mi vida.
vueltas del destino nos alejaron. Algo sucedió en su mundo, algo que desconozco por completo, pero en mi constante reflexión, aún me embarga la perplejidad de comprender qué fue
espacio a respuestas satisfactorias. Anhelo, con la fuerza de un deseo insaciable, recuperar la amistad que compartíamos, reconstruir esa unió
n chocar contra una muralla de silencio. Persisto en mi empeño, no por terquedad, sino por la convi
las sombras que la rodean cedan espacio a la luz que alguna vez brilló en su mirada. Mi
la esperanza de recuperar lo que una vez fue, pero también con la resignaci
e en lo más profundo de su ser, que no le permite ser feliz como lo era hasta hace unos años ¿Cómo pu
ivo. El aura de emoción aún flota en el aire, pero es hora de volver al enfoque académico. Antes de sumergirme en mi primera clase, me dirijo a la sala de casilleros, d
nstinto me dice que interrumpir este cruel juego podría empeorar las cosas, así que opta
en solo por ser diferente?– preguntó con fu
igua compañera del secundario, como si tuviera aga con un tono de superioridad que rezuma falta de empatía.
malicia en su voz. El desdén y la maldad se mezclan en l
on desprecio, mientras Luz, la víctima de este circo de crueldad, finalmente s
ueña arma contra la crueldad despiadada. –Al menos ella tiene a alguien enamorado, en cambio, ustedes tienen que andar ro
alguna de ustedes– añado con un tono de desdén final antes de alejarme ráp