Amor del CEO
que comimos pizza fue el fn de sema
me hizo recortar todo tipo de gastos innecesarios. - Hoy nos lo merecemos - susurro mientras toco s
e puedo para mantener mis emocione
vez me saluda Helen, quien me presenta a los demás limpiadores y nos informa de las tareas específcas que
mucho más que limpiar mi habitación y ayudar a mi mamá en la cocina después de cenar, pero estoy emo
respondo, tratando de sonar lo más profesional posible. Durante la capa
jos y trucos para mantener los
Tienes mucha experiencia en el área - Señalo agradecido cuando me
rdido recientemente a mis padres, veo a Rick como un padre, aunque es más bien un abuelo parecido a un oso. - ¡Por supuesto! ¡Estoy listo para empezar! - Respondo sintiendo un
s de noche. Honestamente, prefero trabajar en la paz y tranquilidad de habitaciones vacías y silenciosas. Creo que puedo hacer mejor mi trabajo. Salgo del ascensor de servicio y me encuentro con el escr
o que hacer, ella es
ndamente ante
r aquí. Es la última habitación que necesito limpiar antes de terminar
rvicio y sé que debe ser perfecto e
la sala y el lugar donde probablem
dejar rastros de suciedad, sin alte
entalmente la computadora, veo que
tañas Windlerbrook, desde el ángul
sta sala. Ahora observo mi entorno
e de los demás que he limpiado. E
uántas decisiones cruciales se tom
tes pasan por aquí todos los días.
un traje doblado en la silla al lado
que al igual que las otras habitacio
bre más importante de la empresa y que piense que estoy husmeando. ¿
nuevo administrador. Pero mi pequeña investigación terminó ahí. Agacho la cabeza para ver si veo u oigo
a colocar en su lugar. Quiero salir de la habitación lo más rápido posible. Pero mis esfuerzos se ven interrumpidos cuando las ruedas del carro se atascan en alguna parte. Intento empujarlo más fuerte, pero termino haciéndolo girar torpemente, caer
ra está al revés, y noto que algunos productos se han derramado por el suelo. - Yo... - mi voz sale en u
que un pequeño revés como ese me afecte. Necesito alejarme del abrazo
sculino más bello y llamativo que he visto en toda mi vida. Sus ojos mar
y caras. Y su boca bien formada y tentadora apenas consigue evitar la s
gonzoso motivo de esta ridícula s
rente a él, noto que esta vez su voz es suave y agradable al oído. Mi co
me y tartamudear, con la cara ard
go que explicar lo que pasó. - Lo siento - empiezo a decir señalando el desastre en el suelo - No quería hacer tal desastre. Aparto la mirada, avergonzada, y espero que no piense que soy una idiota. Él se ríe