Cuentos Picantes
a. Salía mucho con mis amigos, borrachos. Siempre bailando, y besándome co
rminamos por emparejarlo. Hablamos un poco, pero no me importó mucho su conversa
historias. Él vino y me pidió que fuéramos a tomar una copa y así sucesivamente, para que pudiér
os. Estaba de buen humor, hablamos mucho. Súper coqueta, no dejaba de decir que me veía muy hermosa, que en persona era más buena, que nunca
lorando mi boquita con su lengua, mordisqueando mis labios lentamente. Yo estaba muy caliente. Me susurró al oído, podía ver mis senos haciendo pucheros a
, al fin y al cabo tenía casi la edad
s en mi trasero, apretándome por todas partes y le pedí que se detuviera. Estuvo de acuerdo y abrió un whisky. Tomamos un ratito y me empezó a besar de nuevo y a hacer piropos, a pre
antalón, un rabo grueso y venoso, con la cabeza toda babeando. Empezó a pedir un mamón
ntonces me pidió tocar mis senos, me dejé tocarlos, los pezones se pusieron duros y me rogó que los chupara... Solo un poco de chupetón no duele, ¿no? Me quité el vestido y estaba solo en bragas negras,
iernas y le pedí que me chupara el brote, ni siquiera lo cuestionó, bajó y agarró el coño con placer, lamiendo mi miel y chupando mucho el brote. Me vine sabro
. Le dije que se quitara la verga y se pusiera al menos un condón, dijo que eso haría, me empezó a frotar la raja y me volví loco. Luego fue mi turno de pedirle que no me sacara esa mierda. La polla era muy g
eño escupitajo en el culo y me metió la cabeza en mi agujerito, en cuanto me metió me empezó a empujar. Rugí de dolor y excitación. El culo apretaba mucho la verga
er a dónde iría eso... Me puso a cuatro patas y me metió todo eso en el culo. Se sentó en el sofá y bebió whisky y me lo dio a beber también, bebí medio vaso, y me frotó el coño que ardía de lujuria. Se sentó con las piernas abiertas y me dijo que me sentara en su poll
iendo. Pronto se corrió mucho dentro de mí, llamándome perra traviesa. Me levanté con el coño chorreando semen y lo dejé filmar, sin mostrar mi cara. Pronto se excitó de nuevo y volvió a meter su
era muy pequeño y apenas le cabía la polla, pero se la tragaba hasta el pedúnculo, muy traviesa. Mi par
ieso, me llamó puta y metió su polla muy fuerte en el fondo del coño. Me volvió a poner de rodillas para mamar y yo me puse muy traviesa ya a cuatro patas, chupando toda la polla, tragándoselo todo, mientra
parrilla y me corrí tras ella durante días, un orgasmo múltiple como nunca había tenido en mi vida. Mi coño temblaba mucho y yo gritaba lo
más jóvenes, e incluso salí con él muchas otras vece