Contrato con la Mafia

como a su cuerpo, que ya estaba frío, le resultaba difícil hacer una tarea tan simple como levantarse.

ignorada y esperaba que

hace mucho tiempo, ella se dejó morir. Giró su cabeza hacia el musculoso tirado en el suelo, que p

la noche. La vió dirigirse al baño y tensó la mandíbula al notar como caminaba. Ella iba con un br

—se levantó del suelo

cerró la puerta con la rapid

alejándose de la puerta, se miró en e

tad. ¡Abra la puerta! —le ordenó, interr

s... eso es todo. Ve a desayunar, no qu

rencia de la mujer que ha

ombre de paciencia —en ese momento, aunque no la

rdas tiempo. Saldré en un minuto después de bañarme —se sacó la

s, se metía entre sus poros y la hacía temblar. Su padre la od

habitación. Era más cómodo dormir en la calle. La sabana de Alessandra era tan fina, que supo inmediatamente, que no la

le informó, al tocar la puerta del baño—

ó a sentirse ansioso. Tocó la puerta tres

puerta! —intentó abr

tada en la punta de la bañera con los ojos rojos. Su cuerpo t

.. —lo mir

u chaqueta encima de la toalla—. Esta

viana, muy flaca para su gusto. Parecía que no comí

n. Los únicos que me soportan son Fabrizio y mi hermano... a

ró sacarse la chaqueta y tomar un vestido suelto a

encaje azul y dejó sus senos libres. Era una ventaja de tenerlos pequ

—se levantó de la cama para pe

entregó unos tacones

comer antes de irnos al aero

ropuerto. No perdamos más tiempo en estando aquí —se puso los tacones y la

. —admitió, haciendo qu

puesto nuestras maletas en el auto —se puso sus gafas oscuras

ajaron por las escaleras de la mansión, con la mirada de todos puesta

tensó y quiso que sus nervios no se nota

la servicio que le entregó el desayuno—. No toquen a la señorita Alessandra, si u

amilia? ¿Con qué derecho? Eres un simple g

eó la cabe

lar sonó y lo atendió, sin importarle el hombre que tenía frente a él—. Señor Alessandro, que bueno que me

y Alessandra no podía creer lo que Collins había dicho. El celular de Ale

leer el nombre en su pantalla

perando que atienda su llamada

e que no había recibido una llamada. Era probable q

.. —puso su celular en

a mí no me importa. Desde este momento, estás bajo mi juicio. Se abre una investigación a la famiglia De Santis

as cosas no

de Estados Unidos, morirán. Me haces el trabajo más fácil, papá. Así pued

a en la organización. Andrea se acercó a Alessandra al termi

e por tu culpa. Mi muerte

apuntara en la cabeza—. Me matan, y nunca sabrás en dónde están las partes del cuerpo de tu amado, cariño —una risa sádic

los ojos de lágrimas y puso

esitab

brizio se hagan cargo, Co

grando que soltara su brazo. Ellos comenzaron

amenazar a

i y morirás en manos de las personas que te han advertido que con su hija no —s

ijamente. Matarían a su padre y ella no encontraría el cuerpo de

uscas antes de que ello

, recordando lo desagradable que era sentir

o —le abrió la puerta del auto, ella subió en

que debía tener más tiempo, para poder saber que

abía iniciado y debía inf

s por qué Alessandra es

ndrea mientras él baj