Contrato con la Mafia

actual

ia-It

n su vida. Para Alessandra De Santis, la vida le había golpeado durísimo y sin tregua. Muchas noches se preguntó si ella había hecho alg

eñó el arte de amar y ser amado. Alessandra venía de un mundo en donde

as, solo que no hubo tiempo para poder decirle. Tampoco quiso hacerlo en el momento

todas, pero no quería que su gran amo

los perfiles de las jóvenes que su padre t

truir su plan? —le preguntó

l capo está sospechando de sus

squeroso que ellos hacen. Ni modo que

abierta y la silueta de su

urló Fabrizio, sentándose en la silla—. V

ue sus pies le permitieron y la son

to no me da para contratar semanalmente a tanta gente —

el compromiso. No entiendo para qué se va a casar si

e solo mencionar ese nombre, to

r de Alemania hace cinco años. Dijo que su novio y su hijo habían sido asesinados por su padre, pero lamentablemente, en

o tu padre. Soy el capo de la organización, pero no puedo interv

su futura prometida le quite todas las ilusiones con respecto a él. Por

ría—. Sobre mi cadáver te ponen un dedo encima. Y confía más

ccolo. Perdona no poder te

esó a su infierno. Alessandro la protegía al i

irse de la o

Andrea, su padre, vivía con el miedo constante, de que su hijo

o es tu decisión —suspiró pesadamente—. ¿Qué hay en Ale

cómo tocar el tema de la mafia. Ya sabes, siempre se van —lo miró resign

ar sus ánimos. Fabrizio había perdido a su hermana menor y

lo que la terca de Alessandra,

*

iudad. Era una zona neutral y no había necesidad de guardaespaldas, pero por

on la inútil? —bebía de su vino,

extraña

así? Teníamos un

cuenta —inter

rque estoy preocupado y Alessandra empie

ir para que fuera tu sottocapo, piccolo? —lo miró con diver

o un tipo rudo, no eso. Gracias, picco

se quejó, pero los tr

hermano, había momentos de tregua, en donde la vida le dolía menos. Odiaba a su padre a mue

dre, pero la única persona que podría hacerlo sin tener problemas,

mando un trago amargo del vino, para pasar

esignado a estar sola y moriría cuando encontrara v

rgar de la seguridad de la casa. No estoy confiando en mi padre y en

que se paró frente a ellos. Alessandra a

menos si eran para su casa. En e

, cuando le preguntó a su hermano—. No confío e

andra? No estoy en casa tanto tiempo como tú y él será el en

nombre? —miró de

sonrisa cínica

xtendió su mano y tam

silla—. Ya es tarde, así que iré a casa. ¿Se

la mujer, pero solo guardó silencio y sí,

as órdenes que debes obedecer son las mías —Alessandra lo mir

—. Deme las llaves del aut

e no puedo manej

sí poder empezar mi turno. Si usted no l

era amenazante. La diferencia de tamañ

? Podrías estar cavando tu p

la se sintió extraña—. Sé exactamente a quién me estoy enfrentando. Miedo no tengo y cobarde no soy. Así que si ya se encuent

nadie lo notara. Dereck miró ese pequeño

spués de tanto tiempo —se despidió de ellos, le ent

insolente soldado, habían desperta

ran las palabras que había dicho Tho

o, Dereck la sostuvo, logrando que

advirtió, soltándose de su agarre—. De lo que veas

él intentó que ella recibiera un poco de aire fresco,

me das algo. No veo que sea un

ón con los tuyos —se acercó y abrió la p

izo sonreír. Había dado en el

é qu

eden ayudar a escapar de lo q

o ya había sido descubierta y necesitaba ayu

el secreto de lo que pasa en esa casa. Te entrego la cabeza de Andrea De Santis si la quieres... Pe

a cabeza y mir

ontigo, pero debes prometer que me dará

hoy, pero haremos un cont

scapar y encontrar en donde estaba enterrado Thomas y Derec

a la organización y o

sido cruzada y fue directam