La Heredera de la Mafia

e fue hecha con estilográfica. Cada una, durante todo el tiempo que me tomó leer las dieciséis cartas, me hizo estrujar el corazón. Eran emotivas, me hablaba de cuánto me extrañaba, de todo lo que pe

sin embargo, cada palabra parecía desbordar verdad y

asi toda mi vida, mas podía entenderlo, era capaz de comprender las razones de

iba a dejar tan fácil. No obstante, y aunque nunca lo admita en voz alta, la niña en mí, esa que siempre añoró el amor de un padre, su compañía, sus

ien al parecer ha pagado cada cosa que me ha rodeado durante toda mi vida) y empacamos todo lo necesario en dos

uy grande aún

on un pasaporte italiano que no sabía que tenía) y acercarnos a las bandas a por nuestras valijas. Ambas llevamos dos c

o de que suelto las manijas de las valijas y éstas caen al suelo por la impresión y la veo cor

ap

untos hacia mí. Los ojos de los dos, los verdes de mi madre y los negros de mi padre, están húmedos (aunque los de él no han dejado escapar ni una sola gota,

nos, besando ambas juntas con una sonrisa tan llena de sentimientos que casi hace que me eche

sperando éste día. Eres incluso más hermosa de lo que most

hacia su toque. Siento la primera lágrima deslizarse por mi piel y él rápidamente la limpia con su dedo con cuidado

z, aunque no de forma incómoda o negativa, por el contrar

elaba tanto es

pá

n conflicto interno en cuanto a lo que sientes, entre la ira por la menti

asiento porque no confí

no hace falta, habrá mucho tiempo de ahora en adela

ararme de su pecho y que lo mire a los ojos, reco

ser una familia, la que siempre debimos ser, y te prometo, aq

todos podamos salir finalmente del aeropuerto. Mientras nos ponemos en marcha, rápidamente noto a los hombres que vist

no les presto mucha atención, y simplemente intento asimilar lo que siento justo ahora mien

des jardines, muchas ventanas que imagino que dejan pasar mucha luz natural, una gran fuente frente a la entrada y, obviamente, una seguridad de miedo. Hombres como los de antes, patru

s guía hacia la casa y nos muestra la belleza que es, dejando en claro que el dinero aquí es algo que sobra

ncluso más hermosa d

y mejoras con los años. Quería que

dría pedir nada

mento, principessa, ¿por qué no va

laro, ¿dó

sillo a la derecha, date gusta y ve a conocerla. Cualqu

en, con

cual me deja completamente impresionada. Es hermoso, con una cama absurdamente grande donde cabrían tranquilamente cuatro personas o

o de última generación, en piedra negra, mármol blanco y acero, lo cual lo hace elegante y, en la otra, un arm

voz de mi padre se escucha, para luego apar

den? ¿Te gus

¿mamá te dijo

diéndome sentándose en el suelo jun

eíble muchacha en la que te has convertido. Quería que todo fuera perfecto para ti, no te mereces nada meno

por helado com

ero eso no quita que sigo siendo una perso

buen

lit y fresa

o es

o, no hay nada de ti que no sepa, o eso

eno

espero a q

s, me vendría b

ces, a

ayudarme a mí. Salimos juntos de la casa, viendo a mi madre sonreír con alegría y los ojos vidriosos, para m

esa) nos sentamos en un lugar apartado en un parque frente a la heladería, comiendo en silen

s molesta, es entendible y lo acepto, es mi culpa, pero quiero

odo, aunque eso no hace q

e que, si hubiera habido otra forma de mantenerte a salvo y hubiera

hora qué? ¿Qué pa

scuela para ti, para que puedas term

so fue

n es importa

y está

rrera que quieras, sin embargo, al mismo tiempo que estudies, te entrenaré para que

é te r

e a mí y está m

ucesora, Vittoria, quiero que, cuando sea e

solo los hombre

hubiera sido hombre, lo habría elegido por encima de ti. Tienes lo necesario para ocupar ese

omo una

s un potencial que sería una blasfemia el desperdiciarlo

o que para eso

dea de que eso va a ocurrir inevitablemente,

la cabeza

hay que present