La Heredera de la Mafia
eca manipulable de alguien, primero muerta antes que dejar que un idiota como tú me trate como su sirvienta y criadora de hijos. Escúchame bien lo que voy a deci
amenaz
necesito un trago y aire fresco. Con su permiso, S
s a sus costados, mas no puedo ver a dónde va, porque mi padre es quien me saca
e más de la vieja escuela que yo mismo. Si me pe
i hija sabe separar las cosas. N
to de mala leche y no
altarme el respeto y tú te disculpas por mà con su padr
o no está dispuesto a crear ningún tipo de trato de matrimonio para Vittoria, por
querÃa concretar un matrimonio arr
a. TendrÃa que domarla, hacerla entender quién mandaba y, francamente, si lo pensaba, la idea me gustaba cada vez más. Ya podÃa imaginarme esos cabellos esparcidos como un a
a me gusta
aba algo asÃ, pero seguramente un matrimo
da, yo no seré quien dictamine su futuro más allá de entrenarla para que pueda ocupar mi lugar. Lo que haga con su vida, c
erla al mando, ella necesitará a un hombre s
me disculpan, no estoy interesado en continuar con ésta discusión, asà qu
que mi ira bulla dentro de mÃ, ¿es que es idiota o se volvió loco? Una mujer jamás podrá ser una Capo, no, es imposible, nadie l
un i
isc
s y un después en la Cosa Nostra, y tú pudiste haber sido la otra cara de esa moneda, pero a
onio arreglado con ella, Alessandro mismo
lla te aceptara. Pero no, tenÃas que abrir la boca y dejar salir todo
a mi madre que digamos, no pued
para mà serÃa increÃble, me encantarÃa que tuviera ese fuego que posee esa chica. Amo a tu madre, mas siempr
me moleste, el
oportunidad. Quizás tu herm
¡
ntener la molestia que me infunde el saber que puede siquiera considerar el que mi he
¿
as nada a
omo p
quiero, ell
en lo más mÃnimo y, para ser franco, si fuera Alessandro, yo tampoco te querrÃa c
e me ocurrirá, me la ganar
o que esto es s
e ser mÃa. Quizás me comporté como idiota por la sorpresa, sin embargo, eso no quiere decir qu
iré lo siguiente:
ara
acepte. Si lo consigues, Vit
no? ¿Qu
iero a esa chica de nuera, será refrescante para mÃ, una per
sucesor, no
ás se
o, dejándome helado ante la perspectiva que empieza a formarse en mi cabeza: si no me caso con Vittoria y mi herma
Vitt
o di tutti Capi, lo sé, pero eso no impide que quiera darle un tortazo por estúpido. ¿Realmente cree q
el mando, poco a poco iré forjando mi nombre, me har
que sea necesario para conseguir nuestros objetivos. Si quiero que un dÃa, mi nombre sea tan respetado como lo es hoy el de mi padre, no puedo se
rrojo el vaso contra la pared, intentand
y voy a hacer que te arrepie
labras con él. Estaba segura de que, en cuanto abriera la boca, se la romperÃa de una patada, por lo que era mejor evitar que la situación se
si se puede evitar,
rdadero negocio: si bien el transporte intercontinental es una buena fuente de ingresos, nada se compara con el contrabando
a identidad, solo que mi padre no quiere tener nada que ver con la trata de blancas porque, a su parecer, ese es un lÃmite que no quiere cruzar bajo ningu
e, llevando los libros junto con el jefe. Giorgio es una luz en las matemáticas, muchas veces ni siquiera lo veo usar una calculadora, y me estoy acostumbrando
ndo su asistente (que creo que gusta de Giorgio porque, en cuanto lo ve, le hace ojitos, cosa que no es para
dÃas, Sr
formalidad,
a oficina, le
estrechando la mano de Giorgio y abrazándo
nza, la formalidad no
ora, ¿qué necesitas?
s estamos curios
ento y se
su silla tras su escritorio, ofreciéndonos
de contrabando bastante grande, q
a transportar, ¿estás seguro de
e ante la pregu
cuenta y el negocio podrÃa fracasar. No podemos permitir
que llevaremos
nueva
qué
edará aclarado ésta noche durante la cena que tendremos para los
n es el
lencio por un momento, an
ea Za
er una jodi