El Ceo de mis pesadillas
da J
qué hacer a continuación. Algunos tienen la suerte de elegir un camino que funciona ense
la vida. Al haber crecido en el estado de Michigan, me he acostumbrado demasiado al paisaje; no puede ser aquí donde
he mío desde que teníamos seis años y, por suerte para los dos, no nos distanciamos a pesar de tener trayectorias vitales diferentes. Estaba más
presas tecnológicas más importantes de Estados Unidos y co
i trabajo con ellos había dado a la empresa un nombre sólido. Al menos, mientras estuve allí, se esforzaron. Tenía otros logros en mi currículum, así
. Siempre ha conseguido llenarme los oídos con charlas sobre su jefe y ha intentado
rola la corporación y todos sus recursos; su historia es la de un hombre hecho a sí mismo que a los 22 años fundó una pequeña empresa tecnológic
que Adam me llevara a recorrer la ciudad y así poder experimentar las vistas y los sonidos de la ciudad. Varias horas des
persona. Me froté la frente, mientras intentab
Estás ciega? ¿De verdad
ue tropezarme con alguien y ya estaba montando en cólera? Miré a la persona y me e
ra ve
eta mientras me invadía la ira. Recordé que ayer me había golpeado con la puerta d
onen activamente o te gusta
al voz mientras me inmovilizaba con una mirada ta
al principio, antes de que el reconocimiento se asentara
os. ¿Le harías un favor a todo el mundo y visitar
encendiero
osero, inmaduro y estúp
uro? ¿Es
un paso hacia mí, tratando
e atreves
maleducado, parece que lo aceptas. Me
vez de ir por ahí echándole la culpa a todo e
ño. Parece que este diablo guapo de ojos verdes me traía mala suerte. No pued
cerqué a la mesa. Cuando notó el ceño permanentem
safortunado se le acaban de l
í mi
nos de
eña de Adam siguiéndome mientra
palabra en todo el trayecto y, cuando por fin llegué a casa, me dolían las mandíbulas de tanto ap
peor que l
na recorriendo mi cara con una curiosi
elto a tropezar c
la de la cocina y mis hombros
su coche chocara contigo al día siguiente y, aun así, de alguna manera, te c