¿Un hijo para el señor Harris? ¡Ni soñarlo!
n casa que con la temperatura ambiente. Y no pensaba servir ni una gota de su mejor brandy a Marco Harris, el ho
padre todo lo
ntras cerrab
madre, Marco puede
por la presencia del invitado indeseado cuando
e ha
mantener su atención en la pantalla. No podía concentrarse con la cabeza llena del español. ¡Maldito! ¿Qué quería de su
haces,
en el hombro y la acariciaba. Cloe sonrió e inclinó la cabeza en dir
den soportar perder. He hablado con el subastador y me ha dicho que mejor que sacar todo de una vez, enviemo
¿S
dre, que aún sentía la pérdida de su hijo mayor dos años antes. Todavía reacia a acercarse al centro de la ciudad, se había sentido constantemente humillada por los artículos de los periódicos en los que se narraba la caída de la familia y las miradas de lástima por parte de los un día amigos de la alta sociedad. Y a pesar de la provocación del h
ece. Saldremos de ésta, sé que lo haremos. Y si sale ese traba
a mano y le dio unas
e puede que no tengamos que vender nada. Tu padre tiene la
vió a mirar
os bancos y las financieras; lo hemos intent
except
on un súbito br
acuerdo. Uno bueno, suficiente para volver a tener servicio y vivir como vivíamos s
do se dio la vuelta en dirección a la biblioteca, una sombra
e Marco. Por favor, dime que todo eso
sesperación la invadía. Se libró de las manos
adie, quien ha hundido a la familia Jones. ¿Por qué iba ahora a of
un mechón de pelo de la cara
es cuando no p
antoso! La forma en que reco
os momentos eso
débil
e ser todo malo. Tiene q
tiene, está b
con un r
s muy
gusta el aspect
madre al ver la dirección
Harris que ha venido para tirar por tierra a las mejores familias de la
Cl
de su padre
levantada. ¿Puedes dedi
lviera nunca! Estaba cansada de estar con el alma en vilo en su propia casa. Además, se iba a enterar por fin d
con t
haciendo señas en d
ya hemos
alvavidas en perspectiva? ¿O eran demasiado costosas las condiciones de Harris? Sintió una náusea. Ya nada le sorprendería. Seguro que
rea
agarrando a su
debería ir
¡N
entre las dos mujeres y
date
gió a s
. Después, segurament
a decirme qué
dre mientras lo seguí
querí
s ojos muertos encima de unas enormes ojeras. Podía ser tarde, pero era evidente que el nerviosismo por la situación lo
loe
n un s
, quiero que sepas que yo no qu
mente, que pudo sen
dicho qué
sito t
ando responder
e lo que te pi
tá b
sentía y soltándose de sus manos. Trató
qué quiere
archado! Y en ese momento estaba allí, apoyado contra el marco de la puerta. En su rostro, su mirada era de... victoria. Era lo que proclamab
mente muy
o, dirigiénd
iere que te c