El pecado de la santa.
las cosas que usaba, como su alma, negra, y se dirigió sin escalas al convento que tanto odiaba, sus pensami
e perra, siempre
ientes, LA BESTIA querÃa salir y destruir
de la monja dejaron de salir al tiempo que LA BESTIA la tomaba del cuello y lo
a perra. - cuando la boca de la hermana MarÃa comenzó a ponerse
egunto mientras trataba
e a ella? - los nudillos del hombre estaban blancos de
ocación y que no causara problemas al momento de desh
reces tu odio te ciega mientras tu Dios te ignora. -
s. - Simón no pudo evitar mostr
to esa novicia y cuál es su nombre. - solo debÃa confirmar
su vocación era verdadera... creà que
o que creÃste. - dijo tomándola del habi
tes que terminara de hablar la arrojo lo más lej
destino, iremos a los infiernos juntos... madre. - la hermana MarÃa miro a s
alabra y al poco tiempo se marchó de Italia, MarÃa nunca volvió a saber de ella, se dedicó a vivir en las calles, a conseguir dinero de su cuerpo e intentar abortar en más de una ocasión sin éxito alguno, fue asà que un dÃa llego al hospital más muerte que viva, uno de sus clientes la habÃa golpeado sin piedad, provocando que el parto se adelantara, con solo 6 meses de gestación nació un niño, Simón Rossi lo llamo, en esos dÃas las monjas visitaban el hospital y MarÃa se refugió en la religión, creyó encontrar la penitencia que le correspondÃa por ser una hija desconsiderada, pero cometió un error gigante, al abandonar a su hijo. Las posibilidades de vida para el recién nacido eran pocas y no estaba dispuesta a quedarse a saber si lo lograrÃa o no, debÃa culpar a alguien más de to
os le suplicaban y su padre amenazaba con no volver a si sea a dirigirle la palabra si ingresaba a ese lugar, pero ella lo hizo, dejo a su familia y comodidades que de lejos se veÃa que
oni como el empleado a moldear como mano derecha de su hijo Dante, estaba más que frustrado, se le habÃa encomendado encontrar a una mujer de conducta intachable, sin ningún vicio, de vida tranquila y lo más importante que esté dispuesta a llevar un bebé que no er
hijo a como diera lugar, sin darse cuenta de que lo único que buscaba la B
ó mirándola con b
la podrÃan consagrar como santa. - dijo con cierto des
tara a alquilar su vientre. - Simón estaba a punto de marcharse e informar a s
Simón dejo de caminar y giro a ver
a razón él deseaba que no di
n niño arruine su deseo de servir a Dios. - la parte de Simón que aún le tenÃa un poco de aprecio a su madre murió esa tarde, escucharla hablar de esa forma era confirmar que para ella el signifi
todo, solo dime a que horario, dÃa y
entencia a muerte
timo dÃa de vida que tendrÃa, a la vez que llegaba a l
s estaba en tu vientre, pero
? - Simón giro sobre sus
e era frÃa y llena de desprecio, pero para esta jov
nos querÃa era oÃr su voz chillona, por lo q
tras sus ojos se oscurecÃan, si iba a morir al
habÃa comenzado a caminar y acto seguido ella lo obedeció, apoyo rodillas y manos en
o la rubia al l
s desabrochaba su pantalón y lo bajaba dejando su
ió con su legua, para lubricarlo y luego metió todo lo que su boca pudiera recibir, pero para la BESTIA no era suficiente, la tomo del cabello s
endo mi puta, traga y
, y ese parecÃa ser Simón Rossi, mano derecha de Dante Berlusconi, pero después de dos meses no sabÃa absolutamente nada de la mafia Toscana, este hombre desequilibrado, que disfrutaba del
do la vagina al descubierto, deleitándose con lo húmeda que estaba, pero ese no era su objetivo, no ahora, tomo con su mano un poco de la espesa saliva que
que me encanta. - dijo
ando al retirar sus dedos ingreso su p
encanta. - respo
in poder evitarlo Alondra comenzó a gemir de placer, no sabÃa en qué m
os s
basura de la más apestosa, Alondra lo observo confundida, mientra
n el revés de la mano, rompiendo una
malas a no nombras a
a cuenta, mientras ella suplicaba que se detuviera, aun asÃ, la BESTIA no lo hizo, cuando casi todo el cuerpo blanquecino estaba marcado, tiro el cintu
ra comenzar a gemir nuevamente, Simón supo que estaba
món, si,
ue si existÃa un Dios lo estuviera viendo en ese momento, asà por lo menos tendrÃa por seguro que