QUEDATE CONMIGO

interpusieras en mi relación con Brian, pero no con John, quien es todo un señor y aparte es muy guapo con

tiempo, mucho antes de convertirme en la jefe de esta organización que

me pude dar cuenta que él reaccionó muy extraño cuando se la presente, fue como si

no hemos podido estar juntos y yo siempre he guardado la esperanza de que eso ocurra, hasta que los

ongo que debe ser un moreno a juzgar que tú y mis hermanos son blancos, no como yo, por favor

ía empezar por el momento en que mi vida se partió en dos, fue preciso cuando tú naciste, mira aquí lo

r a su bebe, está llorando mientras Mariela, su madre, está entre el des

ultarlo, fui una boba en confiar en ti, supuse que estabas gorda, y ahora no se me ocurre

ndo que en parte todo es culpa suya y no sé si la afecta más que ahora sea abuel

quédate conmigo, no me dejes. —entre lágrimas le dice tratando de cogerle las m

ea dígame ¿Quién es el

nas de la frente, ya se le borran los anhelos de ver a su hija vestida de blanco en u

una respuesta, mientras mira de reojo

a Moncho cuidándonos, ese día usted

cara de Viviana, abriendo su mano

ejor amigo, él sería incapaz, él te vio

ive lo que paso y por e

morena como Moncho, por favor, deja de defen

ro de entre su pecho y se lo deja en la

r a la casa, tu padre es capaz de desaparecernos, no me bajara de alcahueta, es que no puedo

felicidad, eso les decían los médicos mientras Viviana pensaba: —eso me debería servir, pero ahora ni siquiera soy capaz d

or su estrés y le vocife

aberme dejado con ese animal, ¿Cómo se le

ándola con lástima y

a no hay nada que hacer, lo único que sería darlo en adopción, claro que eso ya no es opción, ya todo el barrio debe de saber, los chismes viajan más rápido que la l

botar a su niña, la que después le daría tantas alegrías, lloro amargamente, mie

ya que por la tristeza, incluso pierde la noción del

creerte, mira aquí esta Moncho, se compromete a re

a edad, la acompaña, entra hablando muy calmado, como si esto fuera una situa

a, allí te llevaré a que me ayudes a atender mi bar, te

ahora podría embriagarse sin pagar cuando su h

uedarás con una casa y con negocio, siempre estuve contigo, —la mamá sonríe

scuchar tantos improperios, lo cual hace que no resista, q

oridades para que lo cojan preso por lo que me hizo y no premiarlo convirtiéndome en su escl

n las esquinas, consumiendo porquerías y con las orejas llenas de aretes, —Mariela

a oportunidad que le estoy dand

de pararse a golpearlo, pero su condición de postparto no se

ir a vivir con usted, lo aborrezco, me da fastidio, le juro que algún

os bolsillos alzando los ho

e decirme violador, que cuando paso lo de nosotros ni te quejaste, aparte de todo que lo único que me puede decir que la niña es mi hija, es por el color de piel, p

o que lanzarle, su mano se desliza por debajo de la camilla encontrando algo de un metal helado, que se lo arroja sin pensarlo, es un recipiente que recibe los fluidos, lást

aunque supone que le tendrá que salir a tocar puertas, quizás donde una tía o una hermana may

uién va a venir a recogerla?,

de turno, esta vez entro una enfermera algo arro

mi mamá me echo de la casa, me

tumbraba para no mostrar que tenía pocos dientes, le

unos días, aunque sea, yo vivo en una casa muy grande, le propongo que al finaliz

está arreglando, que el sol sale de

yo sabía que no podía ser tan salada, le agradezco su ayuda, muchas gracias

uridad de su desgracia, aunque después se estrellaría con un muro de mentiras qu