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Cautiva de las sombras.

Capítulo 2 Alessandro.

Palabras:2588    |    Actualizado en: 03/06/2023

el continente por el estrecho de Messina y bañada p

ir a través de una serie de rutas, dependiendo de los gustos y necesidades,

llas: montañas, colinas y, especialmente, el mar, En esta tierra, e

en por el apodo de l’ombra o la sombra en castellano, lleva una vida intachable para muchos, bajo la fachada de respetado empresario, el hombre de 30 años logro llevar el negocio familiar a su más alto alcance, mientras que para la sociedad en general, solo es un viud

vivan tanto como para tomar su lugar en la mafia y que sus hijas puedan hacer una vida normal lejos de todo ese ambiente, el único rostro visible que tiene su organización es su mano derecha, Fabrizzio, quien fue detenido hace dos meses gracias a

la información que pudimos

do la atención del hombre caucásico de estatura alta y cabello negro. Alessandro dejo de ver por la venta

iberé a Fabrizzio. — Su voz fría denotaba cansancio, luego de pasar una noche torturando a

no solo es una misión suicida, es algo realmente impos

or que nadie que eso no es bueno. — el jefe miro a su

no del Ángel de la muerte. — el joven tenía gotas de sudor en la frente, mientras rezaba porque

conmigo? — el golpe que le dio al escritorio le dejo c

atacarlos seria iniciar una guerra con otras organizaciones, el ángel de la muerte pidió a distintos clanes que los protegieran, están en Canadá, China

stantini? ¿Qué hacen dos n

reer que es un atentado a ellos, también Noha Zabrek vendría por nos

l. — el dolor de cabeza aparecía una vez más en Alessandro, mientras tomaba las carpetas y le daba una ojeada, debía encontrar

Aquí dice que tiene hermanos quintillizos, ¿por qué

ión, por lo menos no la hace seguido, ni siq

muerto de un momento al otro,

lla está trabajando en la empresa de Vincent

lessandro miro por un momento su arma, mientras pensaba donde estab

ramos podamos conseguir resultados rápidos, si él la ve

torturas al que estaba más que seguro Eros sedería a lo que é

a invitada, pero no será la

de hablar cuando el mafioso de

r, en algún momento saldrá y será ahí cu

la

e quién soy y nadie nunca lo sabrá,

jor llevarla a l

nuestros lugares? Solo esta finca es segura. Ahora escucha bien lo que te diré,

ro ¿

lo que sea, ¡pero tienes do

ent

o es

a cambiar su expresión, ella jamás debía saber qu

joven que fue su novia y juro amarlo en aquella iglesia, pero que lo traiciono poco tiempo después de dar a luz, no solo durmió con otro hombre, sino que también tenía todo organizado para desarmar la organización, de un momento a otro Fabiola quería dej

prin

api, hol

ña, bueno,

era que te pedí. — La cara de Renzo por un m

n, hare todo

sandro no estaba acostumbrado a q

iñera? Ya soy grande. —

joven ciega, y tú serás su niñe

r! — el entusiasmo de la pequeña morena

y mimada no había nada peor que ser tratada como un juguete, un cachorro, él no solo la torturaría físi

que ca

rro y mordía las cosas, ¿Qué le hací

con el periódic

ás golpearla con la

, por suerte tiempo después Rodolfo escapo a la granja donde viven los perros, o eso fue lo que su padre le dijo, ya que en realidad

enemigos, y Victoria Zabet sin saberlo se había c

a habitación que siempre tenía reservada y donde siempre lo esperaba una mujer, cada noche una joven distinta era llevada a a

as ingreso, casi sin ver a la pelirroja que allí se e

que d

essandro prendió unas velas aromáticas que se en

tobillo, repitió la misma acción con las otras extremidades. Dio unos pasos atrás y se quedó viendo inmovilizada a la joven quien quedo con las rodillas dobladas haciendo presión en sus pechos, la cara a un lado com

a su trasero, el cual acaricio para luego dar una nalgada, que provo

burla, mientras su pene crecía de tamaño, le excitaba sab

na, como si realmente estuviera buscando algo, y la mujer no pudo evitar g

al sentir el calor b

ento ingreso un tercer dedo, que comenzó a mover hacia abajo, p

uy buena. — hizo su observación cuando ella

erpo, mientras sus manos y piernas, temblaban por la posición, sin embargo él recién comenzaba, fue hasta el cajón de uno de los muebles y se colocó un preservativo, a la

or cómo estaba atada estaban abiertas, dejo caer abund

salir una carcajada, ante la ap

o más de una vez, tantas… que m

simplemente comenzó a moverse, pidiendo más, Alessandro la embestía fuerte y rápido al igual que las nalgadas que le daba, solo los gemidos de ella pidiendo más llenaban el lugar, mientras él solo mordía sus labios, jamás le había gustado habl

n poco sádico, solo a su hermano Luis de 18 años y a

, disfruto cada noche como siempre lo hizo, de las mujeres más osadas y predispuestas a entregarse a él, pero aún más, se divirtió equipando el cuarto donde se hospedaría su próxima víctima, definitivamente Alessandro se divertiría con la ciega, como la llamaba, pero mejor aún se vengaría de

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