Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Destinada a mi gran cuñado
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla
Novia del Señor Millonario
Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón
Una esposa para mi hermano
Mi esposo millonario: Felices para siempre
La heredera fantasma: renacer en la sombra
No me dejes, mi pareja
-Gracias, Jake- digo antes de salir del
auto.
Mi hermanastro levanta la mano
en forma de despedida y yo sonrío
levemente. Bajo un poco más mi falda
ya que noto la mirada de algunos chicos en mis piernas. Mis
mejillas se sonrojan y yo camino a un paso más rápido hasta llegar a mi aula.
-A la otra puedes avisarme con
anticipación que Jake te va a traer, y
así puedo irme contigo y coquetear con el.- Dice Liz, río y
ruedo mis ojos.- ¿Sabes? He estado pensando seriamente en eso y llegue a la
conclusión de que tu hermanastro y yo haríamos muy buena pareja
–Eres demasiado buena para él-río y
ella hace un puchero-seamos sinceras,
Jake es un patán-río y ella bufa.
-¡Pero es tan sexy! - exclama en un
susurro, ruedo los ojos-y dicen que es
muy bueno en la cama.- alza sus cejas,
frunzo el ceño.
-Pues me imagino, cada que una
chica va a la casa sale como pingüino
— río y Liz muerde su labio
- ¡Iugh!. – ella comienza a reír conmigo y el profesor entra
al aula, me siento adecuadamente y saco mi cuaderno negro de matemáticas.
Él nos comparte el tema de hoy y yo tomo notas de lo que
creo más importante. Odio las funciones.
Cuando la campana timbra saco ahora mi cuaderno rosado, mi
favorito. Entonces el profesor Payne
'entra, y algunas susurran entre si.
El profesor Payne entro el año pasado
y ha estado matando a las chicas desde entonces, sonrío por
lo bajo.
-Buenos días clase- él dice en voz
alta, y remanga su camisa.
—Buenos días profesor Payne- todos
responden.
Parecíamos niños de primaria, lo sé, pero es lo que al
profesor Payne le gustaba. Él sonríe y escribe una pequeña frase de un famoso
griego,
como siempre. Y mientras explica,
muchas chicas simplemente se le
quedaban viendo, otras hacían apuntes como yo y otras
Liz, miraba su trasero a la vez que mordía su labio. Río por
lo bajo y niego.
-Señorita Welsch ¿me podría
contar el chiste?- pregunta el profesor
Payne, trago saliva.
-Es que recordé algo, profesor.
-¿Está segura?- pregunta y me voltea
a ver de reojo, asiento.- por favor
quédese al final de la clase termina
y yo suspiro, entonces asiento.
Los minutos comenzaban a pasarse eternos, y cuando la
campana suena, suspiro y hecho todas mis cosas a mi mochila. Todos salen y el
profesor Payne me espera detrás de su escritorio. Me siento en mi
correspondiente escritorio y espero a que hable.
—Ahora si, ¿me podría decir cual era el chiste?.- pregunta y
yo bajo la mirada.
-Una compañera se le quedaba viendo
directamente al trasero, no se, me
pareció gracioso-susurro y él alza sus
cejas.
-¿Quién fue?— pregunta y yo niego-
Franchesca , dime ahora.
—No puedo, señor-murmuro.
No iba a echar de cabeza a Liz. Él cierra su libro con
dureza y saca una libretita, maldigo por lo bajo. Él me voltea a ver y niega.
Suspiro.
-Bien, entonces te esperan dos
semanas de tutoría con el consejero
– dice y sonríe. Frunzo el ceño. Me entrega el papel y yo lo
leo, me encojo en hombros y trato de salir de clase.-
¿Acaso le dije que saliera? - pregunta
y yo me disculpo y vuelvo a entrar.-
dame ese papel-dice, suspiro y se lo
entrego- ahora si, hasta mañana
señorita- dice y me entrega el papel
'lo tomo y salgo del salón de clases.
Miro el papel: 5 semanas de tutoría diaria, empezando hoy a
las 3:00pm.
Abro mi boca como "o". Corro hacia Liz y ella me
mira confusa.
-¡El jodido profesor me puso cinco
semanas de tutoría con el consejero!
— exclame entonces frunzo el ceño
- ¿Consejero?.- Pregunta y yo asiento
-Oh si, Miss Patty renunció.-
murmura, arrugo mi nariz— dicen
que el nuevo consejero que la cubrió
es joven, es todo lo que he escuchado
hasta ahora. Y oh, que es muy bueno.-
dice y relamo mis labios.
—Yo solía tener sesiones con Patty todas las tardes, a veces
en su casa, a veces en la mía— digo y ella hace una mueca de lado- ella me hizo
así— susurro casi inaudible y Liz voltea a ver a todos los lados. Entonces
sonríe.
-Ese chico, esta en nuestra clase de
arte, es australiano-susurra y yo
volteo a ver sin disimular.
Un chico alto, y guapo con un piercing en su labio comienza
a caminar por todo el comedor
— acaba de llegar, casi no tiene amigos.
-Corre- murmuro y ella sonríe.
-¿Debería..?
-Oh, por supuesto que si— digo y ella
se levanta, comienza a caminar hacia
él con paso apresurado, río y comienzo a comer una fruta
picada que había traído.
Siento una mirada sobre mi, pero decido no voltear. La
campana suena unos quince minutos después y
yo tomo mis cosas para caminar hacia
mi aula. Entonces el señor Payne entra, frunzo el ceño.
-Bien clase, hay unos cambios.
Como sabrán, la señora Patty ya no se
encuentra en nuestra institución.- Dice el profesor .-
y es por eso que ahora el profesor Diaz les compartirá la clase de Ética- dice
y todo mundo comienza a murmurar, suspiro.
La maestra Patty era como mi mamá.
Era la psicóloga de la escuela y sabía
todo sobre mi, era como mi segunda
mejor amiga. Bufo, y entonces el
silencio se hace presente.
-Buenos días.- clase una voz ronca
suena, todos responden con un:
-Buenos días, señor Diaz.- entonces
el señor Diaz ríe. Bajo la mirada.
-Veo que falta alguien- dice, frunzo el
ceño y volteo. Liz, mierda.
-Es Liz, tuvo una emergencia y tuvo
que ir corriendo al baño- digo y volteo
a verlo. Ojos mieles, Mandíbula bien
marcada, cabello como oro y una figura asombrosa. Relamo mis
labios.
—Está bien, sólo esperemos que llegue
a la clase- él dice y yo asiento.
Miro a todas las chicas y se notaba a metros que se lo
estaban desnudando con la mirada
- bien. Creo que al ser un maestro nuevo tendrán preguntas
sobre mi, ¿cierto?- dice y todas las chicas levantan su mano, él sonríe.
-¿Cuántos años tiene?- pregunta
Marlene.
- 25 años.- responde y la gran
mayoría suspiran, y no de encanto.
—¿Está casado?, preguntan y él niega.
-Soy soltero- se encoge en hombros.
—¿Tiene hijos?- él niega de nuevo.
-Todo a su tiempo.
-¿Es gay?- un chico pregunta y todos
ríen, inclusive el señor Diaz
-No-ríe- me gustan las chicas
— responde con una sonrisa en su
rostro— bien, basta. Ahora es mi
turno de conocerlos a ustedes.- Dice
y apunta hacia la primera chica de la
fila contraria a la mía.
Entonces todos comienzan a presentarse, y por el orden en el