— La decisión que tomes yo te apoyare, saldremos juntos de estos.
Fueron sus palabras... ¡palabras que no fueron mas que una mentira!.
— Te dije que yo no quiero ser padre... no estamos listos para enfrentar esa responsabilidad — aseguro él, tan solo un par de meses despues de haberse enterado de que ambos serian padres.
— Yo no puedo hacerle eso a mi propio hijo, a un ser inocente — con lagrimas en los ojos le pedia perdon al pequeño ser que crecia en su vientre, al pequeño bebé que no tenia la culpa de nada.
— Yo no quiero ser padre, ya te lo dije no puedes condenarme a vivir algo que no quiero — grito, antes de asotar la puerta y marcharse de casa, él un hombre de 30 años y ella una dulce chica de 19 años que ahora se sentia mas desamparada que nunca.
— Te necesito — rogo ella al telefono, tan solo un mes despues de aquella pelea que habia tenido con el que creia era el amor de su vida.
— No me interesa, te dije desde hace muchos meses que yo no queria ese bebé, saldre del pais y espero que al regresar te hayas deshecho del problema como te ordene hace mas de dos meses.
— No puedo hacerlo... las semanas son mas avan...
— No es mi problema — sentencio antes de colgar el telefono, sin ni siquera importarle que ella estuviera sola, en un hospital con 4 meses de embarazo; con su vida corriendo peligro.
Junio:
— Lamento informarle que hay una alta posibilidad de que su embarazo no llegue a termino — explicaba el doctor revisando los resultados correspondiente a sus examenes — en su sistemas se encontraron diversas sustancias abortivas.
— ¿Abortivas? — no lograba entender como eso era posible; hasta que algo en su cabeza hizo "clip", recordando aquellos té y medicinas que ÉL le daba para sus malestares; apreto las manos con impotencia, ¡Él habia estado intentando deshacerse del bebe desde mucho antes!, ¿como habia sido tan estupida para creer en él?.
— Las posibilidades de que su bebe viva, son muy bajas — aseguro el doctor y ella sintio como su corazon se rompia.
Septiembre:
Dolor... sentia como si todos los huesos de su cuerpo estuvieran rompiendose a la vez, sentia como la fuerza la abandonaba y como su vida se apagaba lentamente.
— Por favor... lo mas importante en mi bebé — rogo, en medio de su dolor y de sus lagrimas.
— Tiene hemorragia y su bebe presenta bradicargia; haremos todo lo posible... — y una vez mas sentia que su alma abandonaba su cuerpo.
No le importaba su propio dolor, incluso ni siquiera le importaba perder su propia vida, solo rogaba que su bebé estuviera bien, que tuviera la oportunidad de vivir aun a costa de su propia existencia.
— Es una niña — aseguro la doctora tras largas horas de parto, donde ella se sentia morir pero solo un istante fue suficiente para que todo valiera la pena, solo ver esa carita, esos pequeños ojos... ese pequeño ser que había crecido dentro de ella.
— Es posible que la bebe no sobreviva mas de dos dias — le habían informado. Y justo en ese momento ella sentia que el universo conspiraba contra ella...
2 años después:
Sus ojos se cerraban solos, el cansancio la vencia en ocasiones.
— Despierta; el nuevo jefe llegara dentro de un par de dias y tu no haces más que olgasaniar — su jefe, un hombre de unos 50 años, estaba frente a ella terriblemente molesto.