Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Novia del Señor Millonario
Mi esposo millonario: Felices para siempre
El arrepentimiento de mi exesposo
Extraño, cásate con mi mamá
El dulce premio del caudillo
El réquiem de un corazón roto
Los Mellizos del CEO
Yo soy tuya y tú eres mío
El regreso de la esposa no deseada
_Tienes dos opciones. O enamoras al tonto o prepárate para tener peor año de tu vida. Tú decides_ las opciones eran claras, pero en realidad no había pensado que mi último año del instituto sería arruinado por el imbécil engreído que tenía de frente. Mis ojos destellaban furia, pero no era tan valiente como para enfrentarme a él. Ethan Blackwood era el típico chico cliché, mujeriego capitán del equipo de fútbol, y el otro chico bueno ni siquiera sabía su nombre.
Debía elegir entre quedarme con Ethan y su club de populares o ser la burla de todo el instituto, y no sólo eso, debía prepararme para la venganza del mismo grupo de idiotas. Había visto antes en qué consistía su venganza. Te hacían sufrir al borde de la locura hasta que terminaras yéndote o suicidándote. Yo no quería ninguna de ambas. No era una chica popular ni mucho menos, pero no podía negar que me gustaba la idea de poder sobresalir y ser alguien admirado. El problema era que hacerle daño a alguien más, para yo poder subir, no era algo que estaba en mis planes. _No yo..._estuve a punto de negarme, aún cuando había repasado mentalmente lo que me sucedería si lo hacía, pero me vi interrumpida por Ethan quien alzó una mano para callarme. _¡Oh vamos, la zorra tu madre lo hace todo el tiempo!__ Exclamó. Tragué con fuerza.
_Tengo unas fotos bastante comprometedoras de la zorra de tu madre, para mí no sería difícil hacerlas viral, no sólo en la escuela, si no también en internet. Así que yo tú lo pensaría bastante bien antes de negarte_ Sonrió, mientras que sus azules ojos estaban llenos de arrogancia. No quería hacerle daño a nadie, pero jamás había sido el centro de atención de nadie, y tampoco quería que todos se enterasen de las cosas vergonzosas y asquerosas que hace mi madre. Para mí ya era bastante humillante que su trabajo consistiera en vender su cuerpo, el verla en las redes y que todos supieran eso. No me quedaba de otra que aceptar.
_Esta bien_
*** Me sentía la perra más grande del universo por lo que estaba a punto de hacer. Sentí la no tan disimulada mirada de Ethan Blackwood y su club de idiotas a mí espalda. Respiré profundo y sonreí para luego acomodar un par de mis rizos detrás de mi oreja. Miré a todos lados seccionándome de que nadie más me estuviese mirando.
_No podría ser tan difícil_ susurré para mí misma, intentando darme fuerzas. Caminé con pasos firmes y tímidos hasta llegar donde se encontraba aquel chico de lentes, quien tenía su mirada clavada en un libro. Su cabello era negro carbón y su piel era blanca. Vestía unos pantalones estilo abuelito y una camisa a rayas. En cuanto me senté a su lado lo noté levantar la mirada hacía mí. Sus ojos eran verdes.
_Hola_ titubeé. Su rostro no se alzó en ningún momento, aun seguía clavado en el libro que leía
_Eh chico_ levantó la mira y volteó para todos lados. Eso me sacó una sonrisa. _Y...yo?_ se apuntó así mismo con el dedo índice, mientras tartamudeaba entre cada frase. El chico abrió los ojos como platos me miró asombrado, intentando confirmar si en realidad hablaba con él.
_¿Cómo te llamas?-_sus ojos brillaron con mi pregunta y casi pude escucharlo tragar saliva con fuerza. Parecía nervioso e incluso su pie no paraba de moverse. _A...Adam Red_ volvió a tartamudear.
_Bueno Adam Red, yo soy Emma _ le extendí la mano. Se quedó un largo memento mirándola y cuando estaba a punto de bajarla pensando que no la tomaría, lo hizo.
_Un... gusto_ embozó una sonrisa mientras miraba el libro que yacía en sus manos. Se podría decir que es la persona más solitaria de todas, no parecía tener el mínimo interés en socializar con alguien más, y eso era bastante entendible. Abrió el libro y continuó su lectura en silencio. Pensé que era mi momento de salir huyendo, pero al mirar atrás para darme la vuelta vi a Ethan que me miraba atento, desde lejos, no entendía por que tanto interés en ese pobre chico.
_¿Qué lees Adam?_ pregunté curiosa mientras intentaba ver el título del libro.Jamás había conocido a alguien más tímido que yo. El chico se sonrojó y bajó la mirada. Sonreí.
_Ángeles antes que demonios _ susurró sin mirarme.
***
_Grandioso primer gran paso_me aplaudió Ethan_Te mereces un premio_volvió a hablar esta vez acercándose a mí con lentitud. Retrocedí varios pasos sabiendo cuales eran sus intenciones. Este chico no me daba buena espina y mucho menos dejaría que se acercara cuando estábamos solos en la azotea.