Buenos Aires [ fuerte apache ]
Catalina Gutiérrez
Otro sábado más en mi aburrida vida. Tomo la pizza en caja de mi congelador y la saco de su envoltura para llevarla al hornito eléctrico que se encuentra en mi diminuta cocina. Pongo el temporizador mientras observó afuera. La ventana que da a la destartalada escalera en el viejo edificio donde hábito. Este se cae a pedazos debido a todas las reformas que necesita. Pero no puedo quejarme, es lo único que puedo pagar con mi salario mínimo de empleada de limpieza. No tengo familia, solo una amiga que también es mi compañera de trabajo aunque ella está en la parte de recepción por qué es una chica de estudios y al contrario de mi lleva una vida social activa. El sonido del reloj me alerta que la pizza ya está en su punto. La saco del horno para colocarla en un plato, luego tomo la latita de coca cola "soy fan de la coca cola y las papas fritas" ¡amo la comida chatarra!
Cuando me lo estoy por dirigir con mi alimento al sillón que se transforma en cama, para ver en mi tv antigua, alguna película del cable. Escucho el chillido de las llantas de un auto al estacionarse. Me asomo por mi ventana hacia abajo y observó como mi amiga, Yesica, baja de un vehículo vestida con un traje de gatúbela súper sensual y un antifaz negro brillante a juego con sus tacones de brillos.
Frunzo el ceño hasta que mi amiga grita a todo pulmón–caty ¡mi pequeña caty! sal de tu escondite que hoy llegó el día que obtendrás el mejor polvo de tu vida..
casi se me cae la bandeja de las manos por el temblor que me sacude al escuchar las palabras de mi amiga. rápidamente deposito la bandeja arriba de las cocina y avergonzada tapo mi rostro con un mano y con la otra le hago una señal para que suba de prisa, al notar que algunos vecinos están investigando que es todo este alboroto, mientras otros silban, incentivando a mi amiga a los gritos.–caty, sal que gatúbela quiere jugar con Batman..
provocando las carcajadas de mi amiga ¡¿Dios ya está borracha?! pero si son las 22:00 pm. Miro la hora en la tv. Yesica sube por la escalera que da a mi ventana, riendo como estúpida. Al ingresar a mi hogar, me tira las bolsas a mis pies.
Yo me cruzo de brazos y le reclamo.
–me podés decir ¿que es todo este alboroto? ¡se me cae la cara de vergüenza con mis vecinos!.
Yesi solo sonríe de lado y saca de adentro de las bolsas, un traje de mucama súper corto con un antifaz blanco de terciopelo y exclama
–¡amiga, hoy es tu noche! estoy cansada de verte sola y aburrida, encerrada dentro de estas cuatro paredes. ¡tenés 22 años y pareces de 40! ¡¿sino es ahora, cuando vas a disfrutar de los placeres que te da la vida?!
bufo detallando el traje que raja lo indecente, luego me observó a mi misma, enfundada en mi pijama de canarios amarillos y pantuflas de pompones y reafirmó.
–Yesi, sabes que esa vida loca de fiestas y alcohol no es para mí. Soy una chica de campo sin gracia que ni con esto.– señaló el traje de mucama.–Puedo atraer a un hombre... sin olvidar mencionar que nunca... ¡bese a nadie en mi vida!.
Me cubro el rostro con vergüenza.