Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Destinada a mi gran cuñado
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla
Novia del Señor Millonario
Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón
Una esposa para mi hermano
Mi esposo millonario: Felices para siempre
La heredera fantasma: renacer en la sombra
No me dejes, mi pareja
Cuando era niña, mi madre murió por causa de una enfermedad. Mi padre quedó a mi cuidado, por su parte, Mi abuelo era un empresario importante y bien reconocido, después de la muerte de mi madre, mi padre se negó a heredar la empresa y termino cortando todo lazo con su familia. Cuando cumplí los 16 años, mi padre murió en un accidente de auto. Fue la primera vez después de muchos años que vi el rostro de mis familiares.
Cometí muchos errores en mi vida, hay algunos de los cuales me arrepiento, pero, haber procreado una vida, fue el mejor regalo que pude haber poseído, Con todo en contra, mi carrera siempre fue mi motivación, sin ayuda de mis padres, ni de mis familiares, me tocó buscar un trabajo para mantener mis deudas y a cierta personita que es toda mi vida, aquí es donde entra mi jefe.
Cullen Mclaren; un empresario reconocido como el rey de las finanzas, el conglomerado Mclaren, es una de las empresas más importantes en nueva York. Conocí al Sr.Mclaren en una etapa de mi vida muy difícil, no solo me ayudó, sino también me apoyo como ninguna otra persona lo hizo.
Soy su secretaria, asistente y la persona que mantiene su vida en orden, conozco todo sobre él, su vida privada y su vida empresarial, he estado pensando en denunciarlo por explotación laboral, pero como podría, es un señor que paga una suma de dinero como ninguna.
Mi madre era arquitecta, durante su vida planeo y estructuro su propio hogar, una obra maestra conocida como la mansión de cristal, es reconocida como la arquitectura moderna más bella de todos.
Con la muerte de mi madré, el terreno y la propiedad pasaron a nombre de mi padre y con su muerte, debería de haber pasado a mi nombre, pero siendo una menor de edad, no pude heredar la propiedad, cuando cumplí los 19 años reclamé mi herencia que por derecho me pertenecía. Pero hubo problemas legales.
Cuando mi padre murió, mi tía y hermana de mi madre, reclamo la mansión de cristal como suya, siendo hermana de mi madre, el estado dejo la propiedad a su nombre hasta que yo pudiera cumplir mi mayoría. Actualmente, poseo 20 años, y mi tía se ha negado a darme la mansión de cristal.
Mi jefe Cullen Mclaren, tiene 52 años, este año será su último año antes de retirarse y jubilarse, ahora existe una gran disputa por quien heredará dicha empresa, pues en total existen tres herederos varones.
Era sábado por la noche y también el cumpleaños número 54° de mi jefe. La gala comenzó y muchas personas de la farándula han asistido. Mientras todos disfrutan de una gala llena de lujos, yo me encuentro recibiendo a los invitados en la puerta del hotel CIU.
Pregunté el nombre de uno de los invitados y con decoro pronuncio su nombre, se llamaba kellen lúe. Busque su nombre, percatándome que no se encontraba entre la lista de invitados.
Es algo que suele suceder muy a menudo, le pedí amablemente que se retirara, pero con enojo me pidió que volviera a revisar la lista. Viéndome en un gran enrollo, el jefe de seguridad se acercó y preguntó por la situación, le expliqué y él se encargó del sujeto.
Mis piernas estaban adoloridas y mis manos pesadas, llevaba más de tres horas recibiendo a los invitados. La voz de mi compañera sonó por el audífono de la radio. “¿Qué pasa?” Le pregunté.
El Sr. Cullen, estaba preguntando por la llegada de su esposa y sus hijos. Mire la lista en mis manos y confirme que ninguno de ellos había llegado. Pasaron unos segundos y parecía que todos los invitados ya estaban dentro, volví a escuchar la voz de mi compañera. Esta vez me pidió que entrara pues, el Sr. Cullen, estaba pidiendo mi presencia.
Cansada, pero, no derrotada, entré y este se encontraba hablando con unos congresistas importantes, al verme, pidió disculpas y se dirigió hacia mí.
—¿Dónde estabas Natacha?—Me dijo. Le expliqué que estaba recibiendo a los invitados, me miró y preguntó por el paradero de María. Para no causar su enojo le mentí. —¡María se sintió un poco mal, es por esto que fue al hospital por unas pastillas, pero ya confirmo que regresando!
El Sr. Cullen, es un jefe educado que se preocupa por sus empleados, no dijo nada y prosiguió al tema principal. Su esposa e hijos no habían llegado, debido a esto, los rumores estaban esparciéndose rápidamente, pues debido a problemas intrafamiliares ambos estuvieron a punto del divorcio.
Me pidió que me contactara con ellos, segundo después, su mujer entro en escena, era una señora no mayor a los 37 años, bastante más joven que el Sr. Cullen.
Acto seguido los paparazzi rodearon a los dos, por mi parte salí a fuera, para poder seguir mi trabajo, siendo la asistente personal del Sr. Cullen, es mi responsabilidad que todo vaya según lo planeado. Mire la lista y solo faltaban cuatro personas, su hija menor y sus otros tres hijos varones.
Por supuesto, conozco muy bien a los dos hijos menores y a la pequeña y joven Daniela. Pero debido a que su hijo mayor se fue a estudiar al extranjero desde muy temprana edad, nunca antes lo había conocido.