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Hace miles de años en Laurania una nación gobernada por elfos y brujas las personas estaban en desacuerdo con que la otra especie viva junto a ellos y esto producía grandes enfrentamientos y guerras civiles.
Los reyes cansados de tratar que estos pueblos se lleven bien tomaron la decisión de unir sus poderes y formar en el medio de Laurania un bosque, pero no cualquier bosque, sino uno infinito que no pueda ser cruzado nunca. Así los dos pueblos podrían vivir en paz.
Pero esto no duraría para toda la vida, al cumplir 100 años de la separación de Laurania la magia de todas las personas empezaría a desvanecerse y solo uniendo las dos partes podrían devolver todo el peder.
Así que los dos Reyes tomaron la decisión de firmar un tratado que al pasar 100 años en la tercera luna llena de otoño un gran camino se formara dando paso a través del bosque. Y allí firmaron un acuerdo que el heredero al trono de los elfos y la primer princesa bruja serán unidos en santo matrimonio.
Será deber de ellos unir a los dos pueblos nuevamente y así salvar Laurania Los dos Reyes firmaron el pergamino y le tiraron un hechizo que llegado el momento de la unión se manifestaría frente a los herederos correspondientes al matrimonio en forma de aviso
Ambos caminaron hasta llegar a la mitad de la nación, se pusieron uno frente al otro y recitaron el encantamiento de separación. Utilizando toda su fuerza haciendo aparecer sus deidades espirituales.
Luego de recitar el cántico un par de veces la nación empezó a temblar y Justo en el medio de los dos Reyes una grieta se abrió. Dando paso a un bosque totalmente oscuro.
El lado de los elfos se sumió en un invierno eterno y el lado de las brujas en un verano inaguantable. Y así una vez separadas las naciones los reyes anunciaron la decisión La mayoría de la gente se lo tomo muy bien ya que tanto los elfos como las brujas odiaban vivir juntos. Ahora todos vivirían en paz.