A Deanna no le gustaba nada lo que Harry le estaba proponiendo. Tenía que estar loco para tener semejante idea.
- Lo que me estás diciendo no tiene ningún sentido ¿Te golpeaste la cabeza antes de venir? -
- Lo sé, pero necesitamos tu ayuda. No sé a quién más pedírselo-
La novia de Harry, Laura, no decía nada, pero se estaba poniendo cada vez más nerviosa.
La situación de ambos no era buena, estaban estudiando todavía, eran jóvenes, estaban locamente enamorados, pero se descuidaron. Laura había confirmado su embarazo apenas tres días atrás.
- Créeme que los entiendo, Harry, pero nadie va a creérselo. Ni siquiera me conocen en tu familia -
- Pero hablé con mi hermano y ha accedido, por favor Deanna, ayúdanos-
Laura se atrevió a intervenir, tenía los ojos llenos de lágrimas.
- No te pediríamos esto si no fuera algo tan importante para nosotros. Nuestras familias son muy estrictas al respecto. No dejarán que Harry se casé conmigo si su hermano mayor aún está soltero. Y mi familia no me permitirá que conserve el bebé si no estoy casada -
Ver a Laura tan angustiada hizo que Deanna comenzara a dudar.
- No puedo creer que hasta el día de hoy continúen con esas reglas tan antiguas. Pero no conozco a tu hermano mayor más que por fotografía -
La propuesta con la que habían llegado era simple: para que Harry y Laura pudieran casarse, Daniel que había enviudado 5 años atrás tenía que volver a contraer matrimonio. Deanna era la mejor amiga de Harry y la única opción que les quedaba.
-Ni yo tampoco lo creo, parece que continuamos viviendo en la edad media. Es todo lo que se me ocurrió para solucionarlo y Daniel está dispuesto también-
-Pero ¿Qué va a decir tu familia? ¿Estarán de acuerdo? ¿Solo voy a aparecerme un día y anunciarles que soy la futura esposa de tu hermano? -
-Eso podemos verlo sobre la marcha, lo importante es que se casen lo antes posible; luego lo haremos nosotros y podremos tener a nuestro bebé –
Deanna tenía que estar tan loca como Harry porque toda esta idea demente comenzaba a resultarle viable. Tenía mucho cariño por su amigo y ver a la pobre Laura tan angustiada por su bebé en camino la terminó por decidir.
-Bien, pero… -
- ¡¿En verdad, Deanna?! ¡Esto es genial! –
-Espera, Harry … -
- ¡Nos has salvado, amiga! ¡Eres la mejor! ¡Laura, vamos a casarnos! –
- ¡¡ HARRY!! Espera, por favor… Al menos preséntame a tu hermano primero –
- ¡Claro! Arreglaré una cena para que puedas conocerlo. Solo nosotros 4 –
Laura se puso a llorar sin consuelo, estaba tan feliz que no podía parar. Harry la abrazaba y la besaba en el rostro con mucho cariño tratando de consolarla. En verdad esos dos estaban muy enamorados, daban ternura. Era una pena que tuvieran que llegar a idear un plan tan descabellado para poder seguir juntos.
Esto le hizo pensar a Deanna que se había metido en la boca del lobo. ¿Qué clase de familia tiene este tipo de tradiciones y las respeta a rajatabla? Pero no podía negarse ante semejante pedido. Conocía a Harry desde que comenzó a estudiar en la Universidad de Arte, enseguida se hicieron compañeros, compinches y terminaron como buenos amigos.
A Laura le costó un poco al principio aceptarla como amiga de su prometido, pero con el correr del tiempo se dio cuenta de que se querían como hermanos. Comenzaron a compartir mucho los tres juntos a pesar de tener orígenes tan diferentes.
Harry y Laura provenían de familias adineradas, élite tradicional con generaciones completas de profesionales exitosos. En cambio, Deanna, se había criado con su madre y su abuela y ella era la primera en toda su familia en pisar una Universidad.
De hecho, tenía un trabajo de medio tiempo en una tienda de ropa para poder solventar algunos gastos y no cargar tanto a su madre con los costos de enviarla a estudiar a la capital. Deanna había mostrado tener un talento natural para el canto, quizá heredado de su padre a quien no conoció, y ambas mujeres decidieron hacer un esfuerzo más para darle la posibilidad de que tuviera una educación superior.
En cambio, Harry y Laura no tenían que preocuparse por trivialidades como el dinero; aunque a él le costó bastante convencer a su padre de dejarlo estudiar música en vez de ser un abogado, un médico o un empresario como su hermano. Pero como Daniel ya se encargaba del negocio familiar fue más flexible con su hijo menor.