Novia del Señor Millonario
Cariño, déjalo y ven conmigo
El regreso de la esposa no deseada
Yo soy tuya y tú eres mío
Tesoro de CEO
Mi encuentro con un misterioso magnate
No me dejes, mi querida mentirosa
La segunda oportunidad en el amor
La venganza de la heredera genio oculta bajo la máscara
Mimada por el despiadado jefe clandestino
Bella
Era de noche y acababa de tener relaciones s*xuales con un hombre que no conocía.
No soy una mujerzuela. Hice eso porque estaba muy triste.
El novio con el que había estado saliendo por tres años me dijo que no era amable, considerada ni s*nsual antes de irse a Inglaterra con una mujer rica.
A pesar de que, ante mis amigos, aparentaba ser fuerte, estaba muy triste, así que, para animarme, fui sola a un bar y bebí mucho.
Fue en ese bar donde conocí a ese hombre, del cual ni siquiera recordaba su apariencia.
De pronto, escuché el sonido del agua corriendo. Él estaba tomando una ducha.
Abrí los ojos lentamente y vi que estaba en una lujosa habitación de huéspedes.
El sol de la mañana brillaba sobre las sábanas, la ropa interior y los zapatos que estaban tirados sobre la alfombra.
Levanté el edredón y miré mi cuerpo d*snudo, que estaba lleno de marcas de besos apasionados. Cuando intenté moverme, sentí un leve dolor en la parte inferior de mi cuerpo.
Cerré los ojos y recordé la intensidad con la que ese hombre extraño y yo habíamos hecho el am*r anoche.
Puse mi mano sobre mi cabeza y algunos recuerdos pasaron por mi mente. Casi todos eran fragmentos de lo que había pasado ayer. El hombre había presionado mi cuerpo contra el suyo, empujando su mi*mbro dentro de mí con fuerza.
Tenía que admitir que las habilidades del hombre en la cama no eran tan malas...
Oh, no, ese no era el momento para pensar en esas cosas.
Nunca me había acostado con un extraño. En aquel entonces, no sabía cómo afrontar todo lo que había pasado.
Pensé en huir antes de que el hombre saliera del baño y me viera, así que me levanté de la cama, me vestí, cogí mi bolso y caminé de puntillas hasta la puerta.
Sin embargo, la puerta del baño se abrió antes de que pudiera huir y vi a un hombre muy guapo.
Tenía cabello grueso y dorado y un rostro muy atractivo. A través de su bata de baño, que estaba un poco suelta, podía ver el contorno de los músculos de su pecho. Él era muy fuerte y s*nsual.
Mi corazón empezó a latir muy rápido. No podía controlar mis emociones.
Este hombre era mucho más guapo que el desgraciado de mi exnovio.