
/0/20999/coverorgin.jpg?v=5e26b77f9e1505408efaa48dfcf180cc&imageMogr2/format/webp)
En el corazón de Ciudad Northon, en la sala VIP del último piso del Hospital Sherratt.
"Señor Sherratt, hemos encontrado a alguien con un tipo de sangre compatible para su prometida, pero... es un infante de tan solo seis años", confesó el personal médico.
Howard le dirigió una gentil mirada a la pálida mujer que yacía en la cama. Luego, respondió con calma: "No me importa. De todos modos, será un honor para él donarle sangre a Ann".
La frágil mujer que descansaba en la cama era Ann Russell, su prometida. Y Howard era el presidente del influyente Grupo Sherratt, con sede en Northon.
Ella tiró de la manga de su prometido y habló con voz débil: "Estoy bien, Howard".
El asistente que estaba detrás de él comentó con precaución: "Señor Sherratt, la señora Russell está fuera de peligro. Se recuperará con un poco de descanso".
Ann lo miró, con una ligera molestia en su expresión.
"Howard... De verdad, estoy bien. Solo necesito descansar un poco y estaré como nueva. No es necesario causar problemas a otras personas por mi culpa. Cof cof...".
Pero en ese momento, no pudo dejar de toser.
Howard estaba iracundo y arremetió: "¿Crees que Ann puede seguir aguantando?".
"Traigan al donante de sangre ahora mismo. Necesito suficiente sangre para satisfacer las necesidades de Ann en media hora", ordenó
"De inmediato", respondió el asistente, temiendo decir una palabra más que irritara al director más poderoso de la ciudad.
Luego, se dirigió apurado a la sala de extracción de sangre.
...
Mientras tanto, en la sala de conferencias del Ministerio de Defensa, la máxima autoridad en el País Z.
Diversas figuras de alto nivel esperaban con ansias la llegada de otra importante persona.
En medio de la espera, un soldado vestido con su uniforme de combate irrumpió precipitadamente en la sala con las siguientes noticias: "Teniente, la general Dorothy expresó que hay un asunto urgente que necesita ser atendido, por lo que no podrá unirse a nosotros hoy".
El anciano que ocupaba el asiento principal preguntó de inmediato: "¿Algo grave ha sucedido?".
/0/16977/coverorgin.jpg?v=c6140ae0a51b30fe9bf47dd3992aae2d&imageMogr2/format/webp)
/0/15952/coverorgin.jpg?v=cda35a08be7af15ff58d9612a2e2597e&imageMogr2/format/webp)
/0/17394/coverorgin.jpg?v=4e9463a92be65b878caadf1d08e3e829&imageMogr2/format/webp)
/0/13707/coverorgin.jpg?v=07d99ff121584ee618ba11320f47337f&imageMogr2/format/webp)
/0/8622/coverorgin.jpg?v=4f88b34f36d1d08c418f12403ca59640&imageMogr2/format/webp)
/0/188/coverorgin.jpg?v=6542b000f38807af15d99185fd09830e&imageMogr2/format/webp)
/0/17413/coverorgin.jpg?v=da411624f71b1d45aaf7f46de1c7bea8&imageMogr2/format/webp)
/0/9777/coverorgin.jpg?v=ac79bb34153037a5864b087880d988f3&imageMogr2/format/webp)
/0/16610/coverorgin.jpg?v=ffd9202748fe6d4e0b78582c953e56fd&imageMogr2/format/webp)
/0/12817/coverorgin.jpg?v=1a27ba28a99b480dfdc5bf406287c4e4&imageMogr2/format/webp)
/0/13078/coverorgin.jpg?v=dbb4075dc6f3fcc4c902daf18683b0a6&imageMogr2/format/webp)
/0/18171/coverorgin.jpg?v=5a1d6b7b1a75b9f1e74f5d44cfdbd78a&imageMogr2/format/webp)
/0/10852/coverorgin.jpg?v=729252503266c7353642ef9ff6eec6e9&imageMogr2/format/webp)
/0/7603/coverorgin.jpg?v=835f133acafe322d5acd46f3943e63cc&imageMogr2/format/webp)
/0/13569/coverorgin.jpg?v=2c47cc64883841d31e1b3e4c374723ce&imageMogr2/format/webp)
/0/15668/coverorgin.jpg?v=77403cff6fadc2b475f2cc4871f3577a&imageMogr2/format/webp)
/0/14190/coverorgin.jpg?v=84b9936f3822cb6b3f1bc88f410760ff&imageMogr2/format/webp)
/0/11776/coverorgin.jpg?v=d120edfc595220e29f599bab7a546f88&imageMogr2/format/webp)