Amando y odiando al rey alfa

El mejor estado de una persona es el de enamorada,me pierdo en el azul profundo de los ojos de Dylan,soy afortunada de tenerle,acaricio su rubia melena mientras lo miro con adoración.

—Te amo Donna,el mes entrante iremos a la universidad de Harvard y podemos mudarnos juntos.

—Amor es maravilloso que ambos fuimos aceptados.

Beso sus labios sensuales rojos como una fresa me provoca no parar de besarnos.

—Sí ,estaremos juntos,luego de graduarnos nos casaremos.

 La felicidad  se ve reflejada en su rostro.Un suspiro hondo sale de mi pecho,él se inquieta.

—¿Ocurre algo amor?

Titubeo un poco antes de responder.

—Hay algo que tengo que hacer antes de iniciar nuestra vida juntos.

Me mira curioso y pregunta —¿A qué te refieres?

—Iré a Texas a conocer a los míos.

—¿Puedo ir contigo?

—Prefiero que no,hay muchas cosas que no conoces de mí,ya luego te contaré.

Mi comprensivo novio se encoge de hombros en señal de resignación,me conoce bien y sabe que no doy mi brazo a torcer cuando una idea se mete en mi cabeza no hay quien la saque.

—Está bien, cariño. responde sin prestar mucha atención es lo que me gusta de Dylan es reservado.

La tía Kristine dice que soy especial y que no tengo que ligarme  en forma sentimental con los humanos porque soy la salvación de los míos,una horda de salvajes que siempre están en guerra para ellos los tiempos modernos no existen.

—Le daré una mirada a mi pasado,una persona tiene que conocer de dónde viene para saber a dónde va.

Tomo mi mochila y le dejo una nota en la mesa de comedor a mi tía.Luego de algunas horas ya estoy en Texas y me adentro en el bosque,por referencia de las historias que me cuenta la tía e imágenes que he visto en sueños siento que conozco el lugar y me dejo llevar por el instinto.

Oigo pasos que se acercan y no puedo más que susurrar.

—Tranquila Donna,no eres mujer de sentir miedo.

Un olor diferente en el ambiente a macho,es un aroma que seduce,levanto la mirada y mis ojos se encuentran con los suyos,son de color miel y se clavan en mí de forma penetrante.

Me corta el paso de manera audaz,su cabello es de rulos que caen a los hombros y su complexión es musculosa,todo un Adonis pero su actitud es arrogante.

¿A dónde va señorita?—Pregunta con autoridad.

No le respondo y trato de abrirme paso,más él se interpone en mi camino.

–Señor Brown,al fin lo encuentro.-Le dice otro sujeto.

Mi piel se eriza de miedo al escuchar ese apellido,por referencias de la tía Kristine sé que son enemigos a muerte de mi familia.

—Ya vuelve a la aldea,adelanta el paso que tengo algo pendiente con la dama. 

Vuelve a observarme y añade–Te hice una pregunta mujer,¿acaso eres sorda?

Si le demuestro miedo estoy perdida,si suplico de nada sirve,lo mejor es estudiar sus movimientos a ver como salgo airosa de esta situación.

–¡No es su problema!, apártate de mi camino.--Le respondo con mi cabeza erguida mirando a sus ojos.

Me muestra su sonrisa algo cínica y sensual,sus dientes son muy blancos y perfectos.

–Estas en mi territorio soy el amo y señor de estas tierras. –Añade con petulancia.

Le doy un frío vistazo,si no fuera tan arrogante hasta seria buen partido,no está nada mal,su cuerpo musculoso y esa melena de rulos dorados contrasta con sus ojos color miel.

–El bosque es libre.

Con agilidad corro y él me persigue hasta que me alcanza.

Me arrincona de un árbol y de forma seductora huele mi cuello e inhala,su nariz baja a mis senos y su cara se desliza sobre mi cuerpo hasta llegar al ombligo y luego a mi parte intima,el miedo me paraliza y cierro los ojos mientras pienso que rendirme no es una opción con furia le doy una patada en su hombría y me lo quité de encima.

–¡Mi luna detente!

Corro a toda velocidad mientras pienso.--Por aquí las venden buenas,es mejor que digan aquí corrió que aquí murió.

–Mi nombre es Donna pervertido,vaya a oler a su abuela.--Le grité sin detenerme.

Escapé sin mirar atrás hasta llegar a la aldea del clan Spencer.

Los míos me reconocen, los gritos no cesan.

¡La heredera del Alfa ha llegado!—grita un omega.

Mi respiración es agitada y me he postrado en tierra para recuperar el aliento.

¡Fuera traidora,eres digna de nuestro desprecio!

Betas,Gamma y omegas me rodean y no paran de proferir insultos.

¡Basta ya!,es la voz del Alfa Sam.

Todos retroceden y Sam se apresura, les reta.--Nadie toca a la sucesora de Spence.--Ellos se retiran.

—Donna ¡que linda estas!

Me saluda como si me conociera de toda la vida,con mucha familiaridad.

–Gracias,señor.

Él me mira y pregunta,”¿Dónde está la traidora de Kristine?