La Socia Del CEO

PDV Sarah

La voz de mi compañera me llego al oído apenas la luz del sol se acerco a mi rostro.

—Sarah, Sarah, levantante, tenemos que irnos ya —me dijo mi amiga a mi lado.

Una de las cosas que menos me gustaba de iniciar mi propia Startup tecnológica, era que tenia que levantarme temprano todos los días para poder ir a la oficina.

Me levante unos pocos segundos despues de que mi amiga Dalia me despertara, y me tuve que abanicar un rato para poder despertarme por completo, solo despues de un tiempo fue que pude terminar y luego me fui a preparar para poder salir.

—Rapido Sarah, tenemos que salir, recuerda que tenemos que llegar temprano al concurso.

—Si, ya se, ¿Por qué estas tan nerviosa? No hemos llegado y mira ya como te pones.

—Sarah, a ese sitio van a ir muchas personas importantes, podria conocer a mi marido rico con el que eh soñado siempre en ese lugar, tengo que ir lo mas bonita posible y me tienes que ayudar con eso —me dijo Dalia.

Me llamo con los dedos y me hizo ir con ella al baño para iniciar su “proceso” que era como le llamaba a todas esas cosas que hacia para ponerse mas sexy como ella quería.

Siempre me arrastraba a todo lo que ella quería, y aquí no era diferente.

—¿Tu no te vas a hacer nada? —pregunto Dalia mientras estábamos en el baño y ella se sentaba frente al espejo.

—No, quiero ir lo mas natural posible, no quiero impresionar por nuestro aspecto tonta, sino por nuestro proyecto.

—Seria mas fácil hacerlo si fueras con algo que mostrara bastante piel.

—Dalia…

—Solo era una sugerencia, por suerte me tienes a mi aquí, yo siempre eh tenido que ser la cara bonita de nuestra “empresita”.

—Debe ser por eso que estamos casi en quiebra ¿No?

—Eso fue bajo, tienes suerte de que no me enoje fácilmente.

Me rei apenas dijo eso, y me enfoque en ayudarla con su cabello y con el maquillaje.

Yo solo iba a ir de forma simple como siempre, no era tan esmerada como Dalia.

Aun asi me mire un par de veces en el espejo para ver que todo iba bien, y me hice un par de cosas aquí y allá para estar bien, tampoco iba a ir como una vagabunda.