Novia del Señor Millonario
Cariño, déjalo y ven conmigo
El regreso de la esposa no deseada
Yo soy tuya y tú eres mío
Tesoro de CEO
Mimada por el despiadado jefe clandestino
La segunda oportunidad en el amor
La venganza de la heredera genio oculta bajo la máscara
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Mi encuentro con un misterioso magnate
En Ciudad S, de País Z...
Era mediados de junio y la gran morera estaba floreciendo una vez más.
Fiona Ji miró los árboles de arriba abajo, suspiró y siguió su camino, pensando que debía ir a la escuela.
El auditorio del instituto estaba lleno de gente. Era el día de la graduación y todos los estudiantes y padres esperaban con emoción el comienzo de la ceremonia de apertura. Era otro año, y otro grupo de recién graduados. Los estudiantes acababan de terminar sus exámenes de ingreso a la universidad y estaban a punto de iniciar un nuevo hito en sus vidas.
Entre bastidores, Fiona Ji esperaba detrás del telón para dar su discurso. Era indudablemente hermosa. Su suave y negro cabello caía elegantemente sobre sus hombros, lo que hacía que su piel clara, que tenía un tenue brillo rosado, resaltara aún más. Sus grandes y brillantes ojos parecían tener un millón de cosas que decir. Sus gruesas y largas pestañas a menudo proyectaban sombras sobre sus ojos, haciéndola aún más encantadora.
Se arregló el uniforme que llevaba puesto, se ajustó el lazo atado a su cuello y murmuraba para sí misma, practicando su discurso una última vez.
"Fiona, te toca. Ven aquí y prepárate para subir al escenario", le susurró una de sus profesoras.
"Sí, señorita Zhou".
"¡Todos, por favor, denle la bienvenida a la estudiante más sobresaliente de esta clase de graduados, Fiona Ji!".
La chica respiró hondo, se dirigió al centro del escenario y subió al podio mientras los aplausos llenaron todo el auditorio.
Algunos de los estudiantes más traviesos silbaron cuando la vieron, pues muchos de ellos la veían como una diosa, bella e inteligente. Además, era bastante fría con otras personas, lo que la hacía aún más misteriosa, por eso la mayoría de los estudiantes no se atrevían a acercársele.
Lo que no sabían era que ella fue una niña muy feliz, siempre estaba sonriendo y riendo. Pero, obviamente, esos días ya son agua pasada...
"Fue hace tres años cuando empezamos el instituto. Éramos inocentes e ingenuos. En ese momento, era fácil imaginar todo lo que podíamos ser. Pero, todavía tenemos que decidir qué queremos ser realmente, qué nos apasiona, qué tipo de vida podemos lograr por nosotros mismos. Pronto seremos capaces de crecer y descubrir más sobre nosotros en el próximo capítulo de nuestras vidas. Por suerte, nuestros mayores estarán allí para guiarnos en cada paso del camino. Al entrar en la universidad, no olvidemos tampoco construir relaciones profundas y significativas. No hay necesidad de atravesar ningún obstáculo solos.
El instituto puede parecer el mejor momento de nuestras vidas, pero yo digo que lo mejor está por venir. Cuando dejemos esta escuela, hagamos todo lo posible para lograr nuestros sueños. ¡Felicitaciones a todos! Gracias".
Cuando la joven terminó su discurso, algunas de las chicas ya estaban sollozando de tristeza. También había un poco de pena en el fondo del corazón de Fiona. Ella quería volver y ver el árbol gigantesco de la escuela.
Cuando la ceremonia terminó, los estudiantes se despidieron con lágrimas en los ojos. Algunos se estaban tomando fotos con sus padres, otros estaban charlando con sus profesores favoritos y otros se jactaban en voz alta de lo que iban a hacer después.
Al parecer Fiona era la única que llegó sola a la graduación. Han pasado casi diez años.
'Padre, madre... ¿cómo están en el cielo? ¿Han visto cuánto he crecido? ¿Están orgullosos?'. "¡Hola, Fiona!".
Mientras pensaba en silencio para sí misma, alguien detrás de ella la llamó de repente. Se dio la vuelta y vio que era uno de los delegados de su clase.
"¿Qué sucede?", preguntó la joven cortésmente.
"Oh... eh, nada", tartamudeó él mientras reía nerviosamente. El chico era tan tímido que se rascó la cabeza y dijo: "He oído que has quedado en segundo lugar en los exámenes de ingreso a la universidad en nuestra ciudad. ¡Eso es asombroso! ¿En qué universidad te inscribiste?".
"En la Universidad D".
"Guau. ¡Es una gran universidad! Está en Ciudad M, ¿verdad? ¡Está bastante cerca, así que es conveniente para que vuelvas a casa!".