/0/13905/coverorgin.jpg?v=7a550ee31997a30b03aeb328c4b173a4&imageMogr2/format/webp)
Un rayo cayó desde el cielo y seguidamente se escuchó un trueno, lo que indicaba que una tormenta se aproximaba.
Audrey Yang yacía recostada sobre el polvoriento pavimento de un lugar que no conocía. Al abrir los ojos, la oscuridad del lugar inundó su campo de visión.
Intentó moverse un poco, pero un dolor agudo recorrió todo su cuerpo, contuvo un grito de dolor con todas sus fuerzas.
Habían manchas oscuras en el suelo, al parecer era sangre. Fue entonces cuando sintió un frío abrumador le hizo temblar hasta los huesos.
¿Estaba al borde de la muerte? ¿Este era el fin? Ciertamente se sentía así. Pero era un sentimiento que no estaba dispuesta a aceptar todavía.
Se mordió el labio y se estremeció nuevamente ante el dolor que recorría por todo su cuerpo. Seguía sin encontrar a su madre, tenía mucho por lo que vivir, muchas cosas por hacer y muchos sueños que cumplir, no podía morir en una habitación oscura y sucia en medio de la nada.
Mientras intentaba tranquilizarse, escuchó unos pasos acercándose, seguidos por una profunda voz masculina que reconocía perfectamente.
"Ella está aquí adentro, señorita Yang. He estado haciendo guardia para que no pueda escaparse tan fácilmente. Me puse en contacto con el señor Bai de nuevo. Estoy seguro que nuestro plan no fallará esta vez".
"Eso espero, porque si las cosas salen mal esta vez puedes despedirte de tu dinero", respondió una voz femenina que sonaba familiar.
Los ojos de Audrey se abrieron de repente al sentir el dolor recorriendo una vez más por su cuerpo, producto de la adrenalina que estaba sintiendo. Apretó los dientes, se puso de pie torpemente, caminó despacio hacia la puerta y se asomó por una grieta que daba justo al lugar de donde venían las voces.
Otro rayo cayó, seguido de un trueno explosivo y resonante. El breve destello de luz reveló los rostros del hombre y de la mujer que hablaban en la oscuridad.
¿Qué hacía Alia Yang hablando con el hombre que la había secuestrado y que ahora planeaba venderla al dueño de un burdel?
¿Acaso era ella la responsable de todo esto?
Antes de que Audrey pudiera retroceder, Alia miró hacia la puerta, como si hubiera sentido la presencia de la mujer. De repente, Alia dio un paso adelante y abrió la puerta.
Al verla, la rabia se apoderó de Audrey y le gritó a la mujer: "¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! Siempre te consideré mi hermana y te he dado todo lo que has querido. ¿Por qué me traicionas de esta manera? ¡Eres tan cruel!".
Mientras sus ojos estaban llenos de lágrimas, vio que Alia ponía una sonrisa cínica y llena de satisfacción.
"¿Tu hermana?", preguntó Alia echándose a reír y mirando a Audrey como si fuera una idiota.
"¿Es que no sabes que solo somos hermanastras? Te soporté todo este tiempo porque quería robar tu lugar. Quiero tomar tu lugar como la hija mayor de la familia Yang y a tu hombre, Kase".
Audrey se quedó atónita, recordando todas las interacciones con su hermanastra. Miró a la mujer de en frente y dijo: "¿Entonces mentiste acerca de que mamá estaba en M Country solo para que yo viniera aquí? Tú... No vas a salirte con la tuya, Alia. Incluso si logras deshacerte de mí, Kase nunca te amará".
"¡Eres tan ingenua! Soy más hermosa que tú y seguramente será fácil complacerlo. Una vez que me deshaga de ti y yo ocupe tu lugar, él será mío". Alia sonrió entusiasmada.
"¡Perra!". Fue lo último que se escuchó en la sala. Audrey se abalanzó hacia la mujer con toda la fuerza que le quedaba, pero antes de que pudiera tocarla, su cuerpo cayó al suelo. Su hermanastra la había abofeteado con tanta fuerza que hizo que ella perdiera el equilibrio.
/0/1341/coverorgin.jpg?v=e72920a4a6603ea468aef5277af4a94e&imageMogr2/format/webp)
/0/17843/coverorgin.jpg?v=cd51cf135a7641d387db8a8af89fabea&imageMogr2/format/webp)
/0/3526/coverorgin.jpg?v=8ab436c74892e222dfe90a543af34310&imageMogr2/format/webp)
/0/9919/coverorgin.jpg?v=417edc7c1a0b3d72fbb66f5dd9e42cbb&imageMogr2/format/webp)
/0/3771/coverorgin.jpg?v=1a7f1df2bb14dd2a025f76408aa8f7ab&imageMogr2/format/webp)
/0/802/coverorgin.jpg?v=f0b249c0462f274359f044a05d8409bd&imageMogr2/format/webp)
/0/3198/coverorgin.jpg?v=01c028a81f10ff8b3a7b762345a6ec84&imageMogr2/format/webp)
/0/17896/coverorgin.jpg?v=0566b46fc575e671194486562eca9187&imageMogr2/format/webp)
/0/6904/coverorgin.jpg?v=aeafda378d61e712e717d4b54f13098d&imageMogr2/format/webp)
/0/9346/coverorgin.jpg?v=30cc8f6fceb1d0b75cf5232576d12c65&imageMogr2/format/webp)
/0/17945/coverorgin.jpg?v=1f048f54ea3a1b7cb9f188a208d6ca10&imageMogr2/format/webp)
/0/18404/coverorgin.jpg?v=eeacc963f969522689d2fce2925dfdce&imageMogr2/format/webp)
/0/5976/coverorgin.jpg?v=28a5a10981c287a343ecfc48a17fba03&imageMogr2/format/webp)
/0/9852/coverorgin.jpg?v=06b45a103f581d4ce4b350a8cc40b89e&imageMogr2/format/webp)
/0/4111/coverorgin.jpg?v=753f89ed9c8e9fce94013904f4934850&imageMogr2/format/webp)
/0/17359/coverorgin.jpg?v=e1ad779aa90e5d4a15b672364c16e90a&imageMogr2/format/webp)
/0/17544/coverorgin.jpg?v=80d6ad8aca0a10f1b8ae2149afacea1f&imageMogr2/format/webp)
/0/5351/coverorgin.jpg?v=8da1e715ce1052d40f656a7e4efd3b8d&imageMogr2/format/webp)
/0/4617/coverorgin.jpg?v=967e717e51ba647bb1940b1addaf5cce&imageMogr2/format/webp)