11 años atrás.
No sé por qué tengo que hacer cosas que no me gustan hacer. Quiero ser una niña normal que pueda jugar con sus amigas pero eso creo que no pasara ya que no tengo amigas no me dejan tener.
Quiero ser una famosa bailarina de ballet cuando sea grande, mi madre me dice que eso jamás pasara ya que esa no es la vida que yo llevaré pero ese es mi sueño y lo quiero cumplir.
Siempre recibo clases privadas de ballet ya que no puedo ser una niña que puede ir a una academia, todos mis estudios también son aqui en casa, lo único que me hace feliz es cuando bailo siento que soy la única que existe pero cuando dejo de bailar vuelvo a la realidad.
Hace poco cumplí catorce años y entre más grande soy más difícil se hace mi vida, hace un años atrás me vino el periodo por primera vez yo no sabía que era esa sangre que salía de mi hasta que le dije alarmada a mi mamá que me estaba desangrando.
Ella se río cruelmente de mi y me dijo que nada de eso pasaba que esa era una bendición ya que gracias a que mi periodo venía significaba que podría ser madre algún dia.
Pero para mí esa fue mi maldición el poder desarrollar.
-En unos días vendrán unos socios míos y tu harás lo que yo diga -dice mi padre sentado al otro lado del escritorio en su silla de cuero café.
-¿Que haré? -pregunto inocentemente emocionada ya que jamás salgo de esta casa y nunca conozco personas nuevas.
-Harás un bebé -dice el botando humo de su boca.
-¿Un bebé? Yo no quiero un bebé padre, yo no se como hacer un bebé -digo luego recuerdo que mi madre dijo que como me vino el periodo podré tener bebés.
-¡Pues aprenderás y lo harás por que yo digo! -dice molesto y eso me asusta.