El amor debe ser uno de los sentimientos más complicados del mundo, sobre todo cuando esté no es correspondido... Ya que lejos de ser un sentimiento agradable se convierte en una carga, un sentimiento indeseado que no hace más que empeorar las cosas. ¿Por qué?, Porque la sensación de vacío y dolor que nos invade puede ser mortal.
Nick Graham lo sabía muy bien, había estado desde la universidad enamorado de su mejor amiga, Lucia Hernández, una hermosa mujer de grandes ojos color chocolate y hermoso cabello rubio; Lucia había cautivado su corazón con su carisma, su agradable personalidad y su gran optimismo. Habia albergado su amor durante mucho tiempo, esperando el momento adecuado para confesarlo; momento que nunca llegó...
Nick conoció el dolor del amor un año atrás, cuando Lucia le confesó que estaba perdidamente enamorada de Gabriel Thonson, el mejor amigo de Nick; en ese momento sintió que el mundo se le había caído encima, ¿Cómo podría intervenir en ese amor?, Cuando sabía perfectamente que Gabriel también estaba enamorado de ella. ¿Cómo podía jugar en contra del amor cuando el mismo sabía lo fuerte que podía ser ese sentimiento?. Simplemente no se sintió capaz para hacer nada más que felicitarlos por su amor y darle sus buenos deseos. Aunque eso lo estuviera matando por dentro.
— ¿Nos estás escuchando?, ¿Nick? — la dulce voz de Lucia lo saco de sus pensamientos, clavando sus ojos verdes en ella quien estaba sentada junto a su novio, quien tenía su brazo sobre los frágiles hombros femeninos.
— No disculpa... Estaba con la mente en otro lado — admitió, no había forma de mentir cuando no tenía ni la más mínima idea sobre que había estado parloteando Lucia en los últimos veinte minutos.
— Te estaba diciendo que deberíamos salir este fin de semana... Invitaré a una hermosa amiga, que está soltera y a la cual le encantaría conocerte — y ahí estaba esa sonrisa traviesa por parte de Lucia, quien ya tenía todo un plan para emparejar a su amigo con alguna loca desquiciada que ella conociera. Sin imaginarse que nadie más podría ocupar el mal trecho corazón de Nick porque ella ya era quien lo ocupaba.
— No gracias — respondido mientras terminaba de comer su almuerzo, deseando huir lo antes posible de esa situación tan incómoda.
— Oye idiota... Ella solo quiere que dejes de ser un capullo y te abras al hermoso mundo que son las mujeres. Al menos puedes colaborar un poco ¿No? — intervino finalmente Gabriel, quien hasta el momento se había mantenido en silencio.
— Simplemente no estoy interesado en conocer a ninguna de sus amigas — acotó Nick, encogiéndose de hombros.
— ¿Será por qué sabes que eres tan pesado que ninguna mujer se fijaría en ti? — se burlo Gabriel, cosa que era común en él, esa era la forma en la que Nick y él se trataban desde que eran niños.
— Pues no... Es simplemente que no me interesa porque ya tengo con quien salir este fin de semana. Tengo una cita — respondió dejando totalmente en shock sus amigos.
— ¿Tienes una cita? — interrogó Lucia incrédula.
— Si — respondió como si nada, aunque por dentro temía que su mentira fuera descubierta. Solo rogaba para que sus amigos no siguieran haciendo preguntas que él no sabría cómo responder.
— ¡¿Cómo es posible que tengas una cita y nos estés diciendo hasta ahora?!, ¿Quien es ella?, ¿Dónde la conociste?, ¿Cuando planeas presentarnosla?. ¿Es bonita?, ¿Cómo se llama?, ¡Tiene que ser una mujer impresionante para haber llamado tu atención! — Lucia no dejaba de hablar haciendo que Nick se sintiera cada vez más nervioso.
— Cariño, cálmate... Estás muy acelerada — pidio Gabriel sujetándola por los hombros — déjalo que hable... — clavó sus ojos en su amigo — ¿Por qué carajos no nos habías contado que conociste a alguien?.
— Porque apenas tendremos la primera cita el sábado, no quería decir nada hasta estar seguro de que las cosas funcionarán. ¿Para que alborotar el avispero desde ahora?, Si ni siquiera hemos tenido una cita y nose si hagamos clip, si de verdad funcione; quiero ir con calma —explico con tono serio.
— ¡Yo quiero conocerla!, Quizás nos hagamos amigas, podríamos ir de compras, juntas al salón... Hacer muchas cosas de chica — sin duda Lucia comenzaría a acaparar a quien quiera que fuera la novia de Nick.
— Y así se unirían para torturarnos a Nick y a mi... No gracias — Gabriel puso los ojos en blanco — ¡Nunca se la presentes!, O nuestra vida se convertirá en una completa tortura.