Capítulo 1:
Aun no asimilaba los planes de mi padre y eso que ya íbamos de camino a la oficina del señor Marcus Veliz, padre del prometido de mi hermana menor y dueño de la constructora más grande de México. Llegamos al edificio donde estaba la oficina y rápidamente fuimos recibidos por el Sr. Veliz quien escucho atentamente la propuesta de mi padre y luego de que el ya finalizara de hablar el Sr. Veliz dijo:
—Entonces tu quieres casar a tu hija la mayor con mi hijo.
—Es cuestión de costumbres Marcus, no puedo casar a Raquel, sin que Lía mi hija mayor se case primero. —Argumento mi padre—. Es una costumbre que está en mi familia hace muchos años, espero que entiendas.
—Bueno realmente no importa con cual de tus hijas se case mi hijo. —comento el Sr. Veliz, indiferente—. Lo importante es que case con una de ellas para poder establecer la alianza.
—Pero Chris ama a Raquel. —dije, sin acreditar lo que estaban hablando—. El solo me como su amiga, pero mi hermana, ella es la mujer amada de el.
—Ustedes son buenos amigos. —hablo mi padre—. Christopher, aprenderá a amarte.
—Pero, ¿Qué plan tienes para el día de la boda Isac? —pregunto el Sr. Veliz.
—Primero se cancelara la boda Civil con la excusa de invertir más en la ceremonia. —Comento mi padre—. Luego haremos que Raquel firme una acta de matrimonio la cual nunca llegara a las manos de tu hijo, tu le harás llegar el acta firmada por Lía y te encargaras de que la firme sin leerla.
—No hay problema Isac, puedo hacer eso. —dijo el Sr. Veliz—. El asunto es el día de la boda.
—Para allá voy Marcus, el día de la boda llevare a mi hija Raquel al altar para la ceremonia, mientras que mi hija Lía estará en el auto esperando a Chris para irse al hotel. —comento mi padre.
—Pero tus hijas son muy diferentes, cuando Christopher se reúna con Lía en el hotel la reconocerá. —dijo el Sr. Veliz.
—Al no ser que este ebrio, tu y yo sabemos que tu hijo no distingue a nadie cuando esta borracho y podemos usar eso a nuestro favor. —dijo mi padre—. Yo me encargare de desaparecer a Raquel, por esa noche y para cuando sea de día ya tu hijo estará casado con Lía, y no habrá vuelta atrás
—Eso es un excelente plan. —dijo el Sr. Veliz, para luego mirarme—Y tú no te preocupes hija que Christopher, aprenderá a amarte como ama a Raquel.
—Eso lo dudo. —dije conteniendo mis lagrimas—. Puedo retirarme de aquí
—Claro retírate, me gustaría hablar asolas con tu padre. —dijo el Sr. Veliz.
No dije nada más y me retire de aquella oficina, al salir de allí me dirigí a la sala de espera y allí me encontré a Christopher despidiendo a un cliente y el ya mencionado al verme dijo:
—Lía, ¿qué te trae por aquí hoy? —dijo dejando un rápido beso en mi mejilla como saludo.
—Mi padre me pidió que lo acompañara hoy y en su itinerario tenía una reunión con tu padre. —respondí sonriendo levemente.
—Puedes esperar a tu padre en mi oficina si quieres. —me ofreció.
—No quiero importunarte, debes estar ocupado. —dije negándome.
—Nada que ver, acabo de despedir a mi último cliente por hoy. —dijo sonriendo—. Insisto vamos.