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Cuando te miro en el cielo.

Cuando te miro en el cielo.

Camila Heppni

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Capítulo

Conapus, la segunda estrella mas brillante, no estaba interesado en los asuntos de la tierra, hasta que un día escucha la risa de Celeste, una hermosa joven que termina por cautivarlo y decidido va en busca de su amor en la tierra. Ahora será llamado Arturo, quien, junto a Julieta y Carlos, sus mejores amigos, descubrirá el verdadero significado de amar

Capítulo 1 Capitulo 1. Prologo.

Fui creado a partir de la nada, cuando aún todo estaba en completa obscuridad, no había sonido alguno, era simplemente yo sin saber que era yo o al menos eso creía, hasta que un día, sin entender como sucedió, algo brillo fuertemente en el firmamento he ilumino a todos los cuerpos

Celestes, descubrí en ese momento que no estaba solo, estaba rodeado de miles de estrellas, de planetas y meteoritos, cada uno con su propia voz, pero sin poder comunicarnos.

Durante cientos de años estuvimos en silencio, simplemente moviéndonos entre nosotros y mirando la maravilla de la creación de la vida en sus diferentes formas, sabiendo que muchos de los humanos nos ponían nombres curiosos y significados chistosos.

Vimos el nacimiento de un amor que desde su inicio estaba condenado a jamás lograr ser, cuando la Luna se enamoró del sol y contrario a lo que podrían pensar, la luna en su forma humana fue un hombre muy guapo, alto y lo que los humanos llamarían un romántico de primera, contrario al sol que fue una mujer de larga cabellera dorada, con unos ojos deslumbrantes pero una personalidad devoradora y explosiva.

Durante mucho tiempo el joven luna cortejo a la señorita sol, con detalles románticos, poemas divinos, que solo podrían recitar los amantes bajo la noche estrellada y siempre incesantemente siguiéndola, pero la señorita sol jamás lo quiso, lo vio como un humano simple, sin la chispa que necesitaba su vida, ella quería más, quería un astro que brillara por luz propia y no alguien que necesitara de ella para visibilizarse, de esta manera lo rechazo incontable número de veces y muchas veces de maneras crueles, cada esfuerzo del señor luna era minimizado y este amor unilateral termino por consumirlo, hasta que murió, dando pie a un astro sin luz en el firmamento, la luna que hoy conocemos.

La luna tuvo que esperar a la muerte de la señorita sol para volverse un cuerpo celeste con luz, condenándose mutuamente a estar atados en el firmamento por el resto de sus días, sin poder tocarse y sin poder hablarse, siempre en este juego de persecución en donde algunas veces el señor luna logra alcanzarla, pero son escasos momentos, es lo que ustedes los mortales conocen como eclipse solar y a veces, solo a veces la luna se siente tan frustrado que provoca enormes olas en los mares.

Todos los cuerpos celestes tienen una única oportunidad para tomar su forma física y poder convivir con los mortales, aunque nuestra vida humana es muy corta nos permite ganarnos un alma que nos permita reencarnar para vivir nuevas experiencias y dejar de ser solo parte del firmamento en donde es un eterno silencio en un infinito nada.

¿Han escuchado hablar de que los humanos están formados de polvo de estrellas?

Pues no es nada alejado a la realidad, la mayoría de estrellas y planetas no se ganan su alma y vuelven al firmamento, pero los pocos que logran ganarse su alma y comienzan diferentes vidas humanas, van perdiendo los recuerdos de su vida en el firmamento.

Se preguntarán ¿Qué pasa con los espacios vacíos que quedan cuando una estrella se gana su alma? La respuesta es simple, cuando una estrella gana su alma, también cuando un planeta lo hace, su lugar es ocupado por un mortal que ha perdido su alma y aunque nadie sabe cuáles son los motivos para perder tu alma, he conocido que grandes guerreros la pierden y se convierten en planetas y también de grandes amantes que se convierten en lunas que rodean estos planetas, así que jamás sabre como se puede perder el alma.

Soy una estrella que aun puedes observar en el cielo, aunque ya no me encuentre ahí, mi brillo sigue siendo visible para la tierra.

Aun espero mi turno para una vida terrenal, aunque no llevo prisa en eso, hay ocasiones que veo a los humanos y los encuentros poco interesantes, se complican mucho la vida y siempre creen que toda gira a su alrededor, quizá por eso no he tenido suficiente fuerza para convertirme en un mortal... al menos eso era lo que creía hasta que conocí a la mortal que me dio la oportunidad de querer tener un alma.

Al principio me parecía incluso torpe la idea de que el amor podría motivarme para querer una vida humana, como no tenemos voz no podemos comunicarnos con las estrelles que ya han visitado a la tierra y vuelven al cielo, desconocemos las motivaciones de cada uno, solo podemos conocer la historia del sol y la luna por que fuimos testigos del nacimiento de la gran sol, de no ser por eso tampoco conoceríamos su historia de amor.

Para ser muy honesto, sentía cierta aversión por el romanticismo y es que desde el punto donde yo me encuentro, es siempre lo mismo, amantes prometiéndose exactamente lo mismo, terminando y volviendo incontable numero de veces, lagrimas formando mares y en algunas ocasiones la muerte prematura causada por el dolor.

Por esto y muchas cosas más, para mí era inconcebible que alguno de mis iguales quisiera ir simplemente por aquellas experiencias, sobre todo cuando los mortales miran al cielo anhelando algún día visitarlo, incluso ha construido maquinas para poder visitarnos y pararse sobre la luna.

En algunas culturas incluso creen que al morir vendrán al cielo y serán libres de sus pesares mortales, lo ven como una especie de paraíso.

Entonces ¿Por qué las estrellas querrían convertirse en hombres y los hombres en estrellas?

En este instante, después de sentir y vivir, comprendo que lo único seguro es cuando miran al cielo podrían encontrarse con el amor de su vida pegado al firmamento esperando el momento preciso para encontrarse en alguna vida.

Esta es mi historia, la historia de como pase de ser una estrella a ser el enamorado de una mortal.

¿Podré reencarnar y encontrarla en alguna de mis vidas? O ¿La olvidaré al perder mis memorias y volveré a ser una estrella?

Solo tendré una oportunidad para encontrarla, si consigo un alma antes de encontrarla, para mi siguiente reencarnación me temo que no lograre recordarla.

Si bien es cierto que las almas están unidas las únicas con las otras, lo más común es que tu alma compañera se encuentre demasiado lejos como para que logren encontrarse, a veces tu alma compañera habla otro idioma o tiene otras metas que en esa vida no concuerdan con los aprendizajes que debes tener, no coinciden es esa época y por eso nunca es ideal llamarse almas gemelas, no son almas iguales, cada alma tiene su particularidad y sus metas.

El amor a veces actúa de maneras muy destructivas. Ella me puede dar la oportunidad de ganarme un alma y vivir los placeres terrenales, mientras que yo solo puedo robarle el alma y convertirla en otra estrella más en el firmamento.

Creo, aunque no podría confirmarlo, que los mortales que se vuelven estrellas se quedan con los recuerdos intactos de su ultima vida, no importa que tan tristes sean o que tan melancólicos se vuelvan los recuerdos buenos, vivirán en la nada con el constante recuerdo de lo que les paso, al menos creo eso por que he visto nuevas estrellas nacer casi sin luz, como si agonizaran y también he visto estrellas felices, brillando como si se tratara de pequeños soles felices de sus memorias.

Condenamos a los mortales, aun no se como podemos condenarlos, pero algunos después de su encuentro con una estrella, o un planeta, terminan convertidos en otra estrella, donde solo recuerdan su vida mortal, desconozco si es tanto el amor o el sufrimiento que les causamos que el universo conspira para volverlos estrellas, algunas tan lejanas que son incapaces de mirar a la tierra y algunas tan cercanas que pueden llegar a sentir el dolor de los mortales.

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