Anhelo tanto al amor, que lo aniquiló de un solo beso, la tristeza y la soledad retumban en mi ser, pero ¿qué puedo hacer? Somos una especie diferente a ellos, a pesar de ser los más afortunados, prefieren desperdiciar sus almas en el vagabundo libre albedrío. Aun así yo quiero ser una de ellos. Me llamo Laura y soy aquella figura a la que tanto le tienes miedo, la que te sigue mientras vas caminando por la banqueta, pero también soy aquella que no puede recibir luz del sol sin ser desintegrada. Soy una rara especie que descubrirás al pasar de los capítulos. Hoy estoy contando mi historia, porque es de otro mundo. ¿Crees que existen los demonios? ¿los monstruos debajo de la cama? ¿Angeles? si no lo haces te recomiendo que lo hagas, porque a pesar de ser un planeta pequeño hay más vidas de las que crees.
Voy a comenzar de una forma controversial.
Burger king es muchísimo mejor McDonald, ups, lo dije, estaba devorando mi gran hamburguesa como si nunca hubiera comido una, pero es que después de una larga mañana de trabajo se ameritaba comer la comida más grasienta.
La mayor parte del tiempo me encantaba el trabajo, elegir qué destino tienen los humanos después de su muerte, o durante su agonía era lo mejor que le pudo haber sucedido, pero algunas veces envidiaba el amor que muchos familiares le tenían a sus fallecidos.
- ¿Te vas a comer esas papas? - Alison señala las papas que descansan en la bandeja vecina.
- Claro que si glotona. - Responde Samy con la boca completamente llena.
- Y se acabaron las mías. - hace una mueca de tristeza.
- Es que tu no puedes controlar la gula, por eso estás en ese hoyo.
Lanza una carcajadas muy fuerte, no tenía ni la más remota idea que a los demonios les gustase la comida humana, pero las chicas en frente de mí eran las representaciones de los pecados capitales, Gula y la ira, soberbia, avaricia, lujuria, envidia y pereza aún seguían trabajando.
Pero tan pronto como escuché la campana del restaurante me callé y me quedé viendo hacia la puerta de entrada. Allí estaba él, tan guapo como siempre junto a sus amigos, durante la mayor parte de mi vida he visto a muchas personas guapas en todos los estilos, pero él... lucía tan celestial... bueno, él era celestial, un ángel guardián que aún está en fase de prueba.
- ¿Qué ves? - Alison mira en la dirección en la que veo, pero no lo podía ver porque se entremezcla con los demás comensales. - ¿Es algún ángel hermoso? Vaya, si nuestras relaciones fueran legales te juro que iría por uno de ellos, son tan guapos.
- Oh, oh. La lujuria debe estar cerca. - Samy deja la servilleta sucia sobre la mesa.
Así es, Lujuria puede causar estragos en todas las personas que las rodean, pero eso no quiere decir que van a comenzar a hacerse orgías en medio del local. simplemente el libidio se sube más de lo normal.
- Les juro que quiero renunciar a esta mierda. - La chica se sienta a mi lado.
Se imaginaran a Lujuria como una mujer rubia, con pechos que parecen sandía, un culo gigantesco y curvas que parecen carreteras, pero no. Lujuria o como la conocemos Stacy, es completamente lo contrario, luce como una adolescente de 18 años, porque a esa edad las hormonas están en su pleno esplendor y las ganas de experimentar están latentes.
- Bueno, tú por lo menos puedes asomarte a la luz del sol. - bufo para luego llevar una papa a mi boca. - Yo solo puedo salir de noche como si fuera un vampiro.
- Es lo de menos, tu puedes estar entre el mundo de los vivos y de los muertos y ni siquiera sabes que eres. - Stacy.
- Aquí tienes linda.
Un demonio se acerca a Stacy y coloca una bandeja con hamburguesa y papas.
- Gracias Brad. - Lujuria se lleva la hamburguesa a la boca y la saborea. - Pueden creer que me tocó castigar un montón de almas en pena completamente nuevas.
- Pues es nuestro trabajo. - Gula se encoge de hombros. - Lo que yo me sigo preguntando es ¿por qué nos juntamos con Laura? ella es la que nos sigue poniendo trabajo.
- ¡Oyeee! - me mofo tirándole una papa, ella lo toma y se la lleva a la boca. - Yo solo voy a trabajar con mi padre, ya que ni siquiera yo sé que soy, les recuerdo.
- Definitivamente eres algo, porque estás aquí. - Ira señala todo el lugar.
- Para ser más exactos estamos en un punto donde los demonios y los humanos se pueden cruzar, es lo bueno de estar en las zonas cero.
- Lo que más odio de la zona cero son los humanos que no tienen sentido de la moda. - Lujuria señala hacia la ventana.
Justo una señora caminaba en frente de la ventana, pero yo sabía que no era así.
Para ellos, el demonio parecía una inofensiva mujer de mediana edad, la cual estaba vestida con un camisón de lana y un largo chándal color marrón, bastante horrendo a decir verdad. su cabello se notaba canoso y castaño al mismo tiempo, llevaba unas grandes ojeras negras, como si no hubiera dormido en muchos, muchos días. Probablemente si alguien la empujaba con mucha fuerza caería hecha cenizas al suelo.
Pero, a pesar de su apariencia corriente, la señora no era humana. ¿Como solo yo podía notarlo? no sé, quizás sea parte de mi.
Para ser más exacta, aquella soñara que camino en frente de nuestro ventanal era nada más y nada menos que un demonio. Sí, era un demonio bastante maligno y suelo llamarlos como "Camaleones o Impostores" porque son capaces de hacer muchas cosas, pueden convertirse en un humano inocente, como lo son los niños y bebés, o ancianos, como la que acaba de pasar
Puede que los Camaleones tuvieran aspecto humano y actuarán como tales, pero yo sabía perfectamente que aquella mujer frágil como una rosa, podía comerse a una persona de un solo bocado, el verdadero aspecto de los camaleones es bastante horrenda y asquerosa, sobre todo por el olor que emana, y poseen una fuerza descomunal, pero eso solo es la punta del Iceberg. Los Camaleones tienen la peculiar forma de infectar mediante sangres, debe estar en contacto frente a frente con el recipiente para poder poseerlo, con una sola mordida quedabas poseído.
Bastaba con un mordisquito para transmitir la versión demoníaca de la rabia a los humanos, cuando esto sucede los deseos más prohibidos de los humanos salen a la luz, de cierta forma era la forma en la que los demonios se burlaban del creador bueno.
Para muchos los Camaleones eran sinónimo de ¡Peligro! jugueteaban con sus víctimas antes de poseerlas, volviendolas locas hasta el punto de ser internados en un centro de psiquiatría, para ellos un apocalipsis Zombie es el mejor fin de todo lo que pisó el planeta tierra. Sin embargo son como los osos perezosos en Australia... están en vía de extinción.
Para la mala suerte de estas criaturas, son como las vidas de los gatos, solamente tienen 9, y con cada persona que muerdan van perdiendo cada vez más su poderes hasta deshacerse en el aire como cuando Thanos chasqueo los dedos y mitad de la humanidad se esfumó.
Así que son muy cuidadosos con lo que hacen o a quienes muerden, porque un error puede costar literalmente la vida.
Otros libros de Marian.C.T
Ver más