El beso de la muerte
dejándome caer al suelo. gimo de dolor cuando mi cabeza rebota sobre el pavimento sucio.
orgulloso de lo que acab
elve a verme, acomodo su
o mucho muñec
ema de riego, como puedo me quito al demonio de encima y sigo c
más nunca se les volvía a ver. A las diez de la noche estaba corriendo de un demonio y lo más probable es que más nunca me vuelvan a ver, porque aquel portal ocupaba casi todo el callejón,
é mie
que el demonio se que
la poca luz de la luna se podía ver cierto reflejo de azul, como Liam tenia su cabello largo y era un tanto ondulado Las cejas se arqueaban sobre unos ojos dorados, y sus
r se ejercitaba muy bien, sin embargo su cazadora no me dejaba admirar sus brazos, pero en su cuello pude notar unos cuantos tatuajes,
demás que podía decir que teníamos la misma edad, pero no podía hacerlo por nada en el
ealmente no quería más problemas. debía confesarle lo que sucedió con L
rte. - habla con timidez el pr
digas me sab
completamente de pi y cerca del otro lado del callejón, cuando la mirada fría del nuevo demonio se posa en mi, instintivamente tomé mi mochila y la coloque delante de
n el que te has
e acercarse, seguramente... ¡Era un príncipe o un dirigente del infierno! Dios mío si casi no sobrevivo al demonio de bajo rango, que me pu
harían que me ganara una paliza digna de recordar. Y el demonio de bajo rango se estaba poniendo más furioso con cada segundo que pasaba, abriendo y cerrand
-. No salgas hu
acercarte un paso
- Ignoré aquello, significara lo que significase, y contin
he pedido que no lo hicieras, y creo que lo he hecho muy amablemente. -Echó un
udido
lo amable que seas. Estás inter
ado a un demonio de Nivel Superior de ese modo, había dicho algo tan... humano. -Ya
n atacar delante de los humanos; las reglas y todo eso. Bueno, si es que aquellos dos iban a jugar sig
unos contenedores de basuras y el chillido de un animal penetró mis tímpanos, era como si estuviera escuchando a una Banshee implorar por el alma de una persona queegundo este yacía en el suelo desapareciendo en un tipo de masa negra, poco a poco se iba esparciendo por todo el suelo mugriento, per
vanto mi mirada y justo en frente de mí unos ojos rojos me r
ando. - habla como una voz suave y para nada
ese demonio s
comida p
rrastrado por aquel perro negro, tremenda fuerza debia
ura, no quería volver a ver a ninguno de aquellos dos, ahora entiendo porq
etenerme seguí corriendo más deprisa de lo que nunca
s, pase justo por la cafetería donde Liam y yo solíamos reunirnos para pasar ratos agradables, pero ya eso ya no se iba a poder hacer más.
ra, como si me pasara algo malo. ¿Qué diablos había ocurrido? Lo único que quería hacer era empezar el trabajo sobre Sin novedad en el frente aquella noche, no estar a
teléfono, pero entonces caí en cuen