El beso de la muerte
os dos nos molestaba el ruido, asà que frecuentamos la biblioteca. Sin embargo, de vez en cuando concurrimos a un bar para tomarnos algunas jarr
to al lado del callejón donde botaban la basura. Saco mi teléfono y me pierdo en la pantalla del aparato sin miedo a ser vÃctima de robo. La mayorÃa de estos
e todo mi cuerpo reaccione en defensa, pero j
e digo llevando la
ra mi padre y sé que no serÃa capaz de segu
- gritan m
tener su cabello un poco largo se movÃa con cada trote, su sonrisa digna de un comercial de colgate penetra justo mi ser y ni hablemos de las rosas
guda de lo normal cuando lo
primer momento en que te và hiciste que mi corazón se desbocara, no sabes cuantas veces he deseado que todos sepan el amor que siento p
erpos, tanto que sentÃa que podÃamos irradiar al igual que el sol. Anhele esto por mucho tiempo y por fin lo ten
hico tanto que lo protegeria de cualquier acto de mi padre. Sus manos se encaminan a mi rostro, cuando las palmas tocan mis mejillas el
hasta que por fin nos dimos ese
extraño, peor es el cambio de fluido de boca a boca. Pero creo que no de e
u cuerpo... esquelético. Mi respiración se intensificó, los nervios y el desespero entra
or favor que esto sea una broma
completamente negro, no podia ver a traves de ellos ni aunque pudiera, pero sabÃa perfectamente que se t
preguntó limpia
l mirar en efecto la cámara grababa en nuestra dirección. - Los paladines han instalado cámaras para asegurarse de que los demonios no... haga
no estas detrás de to
hombros. - Pero mi verdadera pregunta es ¿Porque l
viendo el pobre cuerpo d
orrectos. Él me iba a atacar lo puedo ver en sus rostro, asà que rápidamente me levanté del suelo para salir corriendo de aquel lugar, en aquel instante solamente me interesaba salir de las garras de aquel demonio. Justo cuando me disponÃa a correr sentà un ardor en m