Mi Suegro- entre la RAZÃO y el DESEO

Mi Suegro- entre la RAZÃO y el DESEO

Anne_Lake

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Capítulo

Ava Brown siempre fue determinada, y salvar la empresa familiar se convirtió en su misión cuando se dio cuenta de que sus padres estaban a punto de perderla. La solución llegó en forma de un contrato de matrimonio con Bryan Cooper, heredero de una de las mayores petroleras de Estados Unidos. Para él, el matrimonio era una oportunidad para demostrarle a su padre que no era un irresponsable. Para ella, era un medio para recuperar su legado. No había amor, solo un acuerdo bien definido. Las cosas se complican cuando Ava conoce a Benjamin Cooper, el patriarca de la familia. Un hombre de rostro serio, postura rígida y temperamento difícil, pero con una belleza innegable. Era inevitable que se odiaran a primera vista y convirtieran la mansión en un campo de batalla. Sin embargo, cuando sentimientos confusos y prohibidos comienzan a surgir, Ava y Benjamin se encuentran atrapados en un dilema imposible. Mientras Ava lucha contra fantasmas del pasado que amenazan a quienes ama, Benjamin debe elegir entre la razón y el deseo. En un juego donde las reputaciones y las lealtades están en riesgo, el precio del amor puede ser demasiado alto.

Capítulo 1 Prológo

En la búsqueda del paraíso ante los ojos de un ángel, la condenación de mi alma se convirtió en un precio justo.

Narrador √

El sol ya comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rosas, creando una atmósfera mágica sobre los vastos terrenos de la Mansión Cooper. Los árboles centenarios se mecían suavemente con la brisa vespertina, mientras flores de diversos colores adornaban el camino que conducía al altar. El susurro de las hojas se mezclaba con el murmullo de los invitados, todos esperando con ansias el comienzo de la ceremonia.

Ava Brown, de pie junto a Bryan Cooper, sintió la mirada curiosa y evaluadora de los presentes. Lucía deslumbrante con un delicado vestido de encaje que se ceñía a sus curvas y resaltaba el tatuaje del fénix en su hombro. Sus ojos, ahora más oscuros gracias al cambio de color de su cabello, estaban fijos en el sacerdote, quien se preparaba para comenzar su discurso.

«Nos reunimos aquí para celebrar la unión de Bryan y Ava», comenzó el sacerdote, con su voz resonando suavemente por el jardín. En medio de este encantador escenario, presenciamos el comienzo de un nuevo viaje. Un viaje que requiere no solo amor, sino también compromiso, paciencia y comprensión.

Ava miró de reojo a Bryan. Vestía elegante con un traje a medida, pero la tensión en sus ojos verdes era palpable. Cada uno tenía sus propias razones para aceptar este trato.

Todo había comenzado meses antes, cuando Ava descubrió que el imperio empresarial de su familia estaba en ruinas. La mala gestión de sus padres en los últimos años, sumada a la malversación de millones de dólares, había llevado la empresa a la ruina. Fue un shock para ella enterarse de que la familia estaba a punto de perder todo lo que poseía, incluyendo su apartamento en el centro de Manhattan, que le habían regalado sus abuelos años atrás. Ava estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para restaurar el imperio familiar.

Con Bryan, las cosas no habían sido muy diferentes. Su afán de poder y dinero lo hacía anhelar el imperio que su abuelo había construido con todas sus fuerzas, anhelando apoderarse de todo lo que su padre controlaba actualmente. Todo debía ser suyo por derecho propio. Sin embargo, sus malas decisiones y las controversias en torno a su apellido a lo largo de los años llevaron a Benjamin Cooper a reconsiderar su decisión, alegando que su hijo no estaba listo para tomar las riendas de la empresa.

Después de todo, pelearse con uno de los representantes más populares del estado en una recaudación de fondos y ser descubierto en la cama con la esposa del senador no eran ni de lejos las peores acciones de Bryan. Casualidad del destino o no, las familias Cooper y Brown compartían el mismo abogado, quien, al sugerir tal acto a los herederos de ambas familias, recibió miradas de extrañeza por parte de ambos. Al principio, Ava y Bryan lo consideraron completamente absurdo.

Pero entonces la idea se volvió un poco más aceptable para ambos. Todo había sido meticulosamente planeado durante los últimos meses, cada paso, cada movimiento, meticulosamente planeado para que no pareciera una conspiración.

Comenzó con Ava y Bryan conociéndose en un evento, donde ambos fueron fotografiados juntos, seguido de una noche casual en un club, alguna cena ocasional. Y cuando finalmente se filtró a los medios la noticia de que estaban saliendo oficialmente, no tardaron en planear su siguiente paso. Cuando se anunció una supuesta boda dos meses después, todos se quedaron atónitos.

La excusa que escogieron fue que ya llevaban juntos más de dos años. Sin embargo, prefirieron mantener su relación en secreto por su propio bien. Todo parecía ir de maravilla; Ava simplemente no tenía ni idea de lo que les esperaba cuando decidió aceptar este "arreglo".

"Que esta unión sea la base de sueños y ambiciones compartidas", continuó el sacerdote, con las palabras flotando en el aire. "Que ustedes, Bryan y Ava, superen juntos cualquier desafío que la vida les ponga".

Sonrió discretamente, sintiendo el peso de sus propias ambiciones. Reconstruir el imperio de la familia Brown no sería tarea fácil, pero estaba decidida a hacer lo que fuera necesario. Este matrimonio ficticio era solo el primer paso de un plan meticuloso.

A su lado, Bryan le apretó la mano, un gesto de consuelo y alianza. Él también tenía sus propios demonios que afrontar. Demostrarle a Benjamin Cooper que no era una decepción, que podía continuar el legado familiar, era una carga que había cargado durante años.

«Si alguien aquí tiene algo en contra de este matrimonio, que hable ahora o calle para siempre», declaró el sacerdote, una formalidad que, para muchos, parecía innecesaria.

Pero allí, entre los invitados, una ausencia era notable. Benjamin Cooper, sin duda, no debía de ser la persona más fácil de tratar, ya que parecía decidido a no asistir a la boda de su propio hijo. Este gesto no pasó desapercibido para Ava. No había conocido a su futuro "suegro", considerando que, a pesar de ser uno de los hombres más importantes del país, dueño de la mayor petrolera de Norteamérica, era un recluso absoluto, jamás visto en fiestas ni cenas benéficas desde la muerte de su esposa años atrás. Esto automáticamente llevó a Ava a creer que quizás Benjamin era simplemente un caballero mayor que disfrutaba pasar el tiempo lejos del bullicio de la gran ciudad y de las tonterías a las que su hijo era propenso.

"Que se hagan los votos, y que esta unión sea bendecida", concluyó el sacerdote, haciéndola volver a la realidad, por así decirlo, e iniciando el intercambio de promesas que sellaría el acuerdo.

Ava sabía que, tras pronunciar los votos, su vida estaba a punto de cambiar. Pero no imaginaba lo drástico que sería.

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