Ruinas de un Amor de Siete Años

Ruinas de un Amor de Siete Años

Gavin

5.0
calificaciones
9
Vistas
9
Capítulo

Estaba todo listo para la noche perfecta. Siete años con Luciana, mis amigos en el salón, la cena preparada y en mi bolsillo, el anillo. Pero Luciana no llegó. La llamé y una voz arrogante, ajena a ella, me respondió: era Iván, su protegido. Dijo que estaba "ocupada" ayudándole en su estudio. Minutos después, el golpe de martillo llegó: una publicación en Instagram de Iván, una foto de Luciana riendo con la leyenda "¡La musa perfecta! ¡Enamorado! ❤️". El aire se me escapó de los pulmones, la humillación me asfixió. Cuando ella apareció, tarde en la noche, actuó como si nada, me pidió la cena y luego, ante mi ultimatum de quedarse o irse con él, me tachó de celoso y posesivo antes de cruzar la puerta, de su brazo. ¿Cómo podía una persona ser tan cínica, tan vacía? ¿Siete años de amor para esto? ¿Para ser reemplazado por un aspirante a artista que se atrevía a reírse de mí? Fue el clavo en el ataúd de mi pasado. Esa misma noche, decidí que no había nada más para mí en Sevilla. Tomé la maleta y me marchaba, dejando atrás los escombros de lo que creí que era mi vida. Pero lo peor de su traición, estaba aún por llegar.

Introducción

Estaba todo listo para la noche perfecta.

Siete años con Luciana, mis amigos en el salón, la cena preparada y en mi bolsillo, el anillo.

Pero Luciana no llegó.

La llamé y una voz arrogante, ajena a ella, me respondió: era Iván, su protegido.

Dijo que estaba "ocupada" ayudándole en su estudio.

Minutos después, el golpe de martillo llegó: una publicación en Instagram de Iván, una foto de Luciana riendo con la leyenda "¡La musa perfecta! ¡Enamorado! ❤️".

El aire se me escapó de los pulmones, la humillación me asfixió.

Cuando ella apareció, tarde en la noche, actuó como si nada, me pidió la cena y luego, ante mi ultimatum de quedarse o irse con él, me tachó de celoso y posesivo antes de cruzar la puerta, de su brazo.

¿Cómo podía una persona ser tan cínica, tan vacía?

¿Siete años de amor para esto?

¿Para ser reemplazado por un aspirante a artista que se atrevía a reírse de mí?

Fue el clavo en el ataúd de mi pasado.

Esa misma noche, decidí que no había nada más para mí en Sevilla.

Tomé la maleta y me marchaba, dejando atrás los escombros de lo que creí que era mi vida.

Pero lo peor de su traición, estaba aún por llegar.

Seguir leyendo

Otros libros de Gavin

Ver más
El Precio de Su Ciego

El Precio de Su Ciego

Cuentos

5.0

Mi mano temblaba mientras firmaba los papeles del divorcio, un acto que sellaría el fin de mi matrimonio con Isabella y pondría en marcha un futuro incierto. Pero para mí, Ricardo Vargas, ese no era el final, sino el comienzo de una segunda oportunidad, un milagro inexplicable tras una pesadilla que ya había vivido una vez. Recordaba la ceguera de Isabella, su devoción absoluta por su hermana, Camila, y su sobrino mimado, Mateo, cómo mi hogar se convirtió en una fuente inagotable de recursos para ellos, mientras mi propia hija, Sofía, era ignorada. La imagen más dolorosa, la que me había despertado sudando frío, era la de mi pequeña Sofía, de solo cinco años, ardiendo en fiebre, luchando por respirar. Mientras yo, desesperado, llamaba a Isabella una y otra vez sin obtener respuesta; ella, como siempre, atendía los caprichos de su hermana. Cuando finalmente regresó a casa, ya era demasiado tarde: la vida de Sofía se había apagado en la soledad de su habitación, y con ella, el alma de Ricardo se había roto en mil pedazos. Ahora que el destino me había dado una segunda oportunidad, me di cuenta de que mi esposa ni siquiera conocía a su propia hija. Necesitaba una prueba, un ultimátum silencioso, y así se lo propuse a mi Sofía: "Cuando mamá llegue, si viene a verte a ti primero y te da un beso, nos quedaremos aquí todos juntos; pero si va primero a ver a tu primo Mateo, entonces tú y yo nos iremos de viaje, un viaje muy largo, solo nosotros dos, ¿estás de acuerdo?". Unos minutos después, el auto de Isabella se estacionó afuera y escuchamos su voz melosa y preocupada: "¡Camila! ¡Mateíto, mi vida! ¿Cómo están? Vine en cuanto me dijiste que el niño tenía tos". Y así, la traición se confirmó, fresca y punzante como la primera vez, mientras veía la silenciosa decepción en los ojitos de mi Sofía. En ese momento, la rabia crecía en mi interior, y me di cuenta de que Isabella no había cambiado; ella nunca cambiaría. No sabía que esta vez, yo sí lo haría.

Me Caso Con Tío de Mi Novio

Me Caso Con Tío de Mi Novio

Cuentos

5.0

Tres años. Tres largos años desde que Alejandro, el hombre con el que iba a casarme, me abandonó en el altar, alegando una ridícula "iluminación espiritual" para unirse a una secta. La verdad, sin embargo, era mucho más sucia y terrenal: no había secta, solo Laura, una mujer a la que Alejandro, mi prometido, había decidido "rescatar" de la miseria para casarse con ella y escalar socialmente, dejándome a mí, Sofía, como daño colateral. Ahora, la mansión se abre de golpe y él está de vuelta, con la misma arrogancia, y a su lado Laura, embarazada, sus ojos recorriendo mi hogar con una mezcla de envidia y triunfo, como si esta casa también les perteneciera por derecho. Con una sonrisa torcida, Alejandro anuncia: "Sofía, he vuelto. Laura y yo nos casaremos. Ella espera a mi hijo. Pero no te preocupes, siempre habrá un lugar para ti a nuestro lado, como una hermana". Escuchar su propuesta, tan audaz como absurda, me revolvió el estómago. Recordé la humillación, las miradas de lástima, las fotos de él y Laura construyendo la vida que me robaron. Mi aparente sumisión los desarmó, se sentaron victoriosos en el sofá, pero justo entonces, un torbellino de energía infantil irrumpió: "¡Mami!" Mi hijo Daniel, de dos años, corrió a mis brazos, y la sonrisa de Alejandro se congeló, su arrogancia reemplazada por el shock. Laura lo miró fijamente, con incredulidad y furia contenida. Entonces, con la inocencia pura de un niño, Daniel señaló el retrato de su padre sobre la chimenea: "¿Dónde está papá? ¿Papá no ha vuelto todavía?". Esa pregunta, cargada de un significado que pulverizó su mundo, destrozó por completo el universo de Alejandro. Su cara, petrificada, pasó del shock a una furia oscura y profunda: ¿De qué demonios estaba hablando? ¿Quién era este niño?

Quizás también le guste

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro