Renacida del Hielo: La Chef Vengadora

Renacida del Hielo: La Chef Vengadora

Gavin

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Capítulo

En mi vida pasada, el "siete moles molecular" que creé me abrió las puertas de El Sol Culinario, la academia de cocina más prestigiosa de México, una oportunidad que me llenaba de orgullo. Pero Sofía, la chica "perfecta" de nuestra clase, no podía soportar mi brillo. Justo antes del examen final, su dulce voz me insistió en participar, y yo, ingenua, confié en ella y en todos. El día de la prueba, presenté mi obra maestra, pero Sofía entregó un plato vacío, y su padre, un poderoso miembro de la junta, los intercambió en secreto. Mi calificación fue cero, mi beca revocada, y en un instante, fui calumniada como una tramposa y ladrona de ideas, mientras Sofía se alzaba como la nueva estrella y prometida del heredero del imperio gastronómico La Corona. Cuando intenté limpiar mi nombre, Sofía y su lacayo, Mateo, me encerraron en el congelador industrial de la academia. Morí sola, congelada, con el eco de sus risas como mi única compañía y el frío atravesando mis huesos. ¿Por qué? ¿Por qué tanta traición y maldad por un simple plato? ¿Cómo pudieron mis propios compañeros, a quienes consideraba amigos, abandonarme a esa suerte cruel? Pero entonces, desperté. Justo un día antes del examen final. El recuerdo del frío era tan real que me hizo temblar, pero esta vez, yo conocía la trampa, y no iba a caer de nuevo.

Introducción

En mi vida pasada, el "siete moles molecular" que creé me abrió las puertas de El Sol Culinario, la academia de cocina más prestigiosa de México, una oportunidad que me llenaba de orgullo.

Pero Sofía, la chica "perfecta" de nuestra clase, no podía soportar mi brillo.

Justo antes del examen final, su dulce voz me insistió en participar, y yo, ingenua, confié en ella y en todos.

El día de la prueba, presenté mi obra maestra, pero Sofía entregó un plato vacío, y su padre, un poderoso miembro de la junta, los intercambió en secreto.

Mi calificación fue cero, mi beca revocada, y en un instante, fui calumniada como una tramposa y ladrona de ideas, mientras Sofía se alzaba como la nueva estrella y prometida del heredero del imperio gastronómico La Corona.

Cuando intenté limpiar mi nombre, Sofía y su lacayo, Mateo, me encerraron en el congelador industrial de la academia.

Morí sola, congelada, con el eco de sus risas como mi única compañía y el frío atravesando mis huesos.

¿Por qué? ¿Por qué tanta traición y maldad por un simple plato? ¿Cómo pudieron mis propios compañeros, a quienes consideraba amigos, abandonarme a esa suerte cruel?

Pero entonces, desperté. Justo un día antes del examen final. El recuerdo del frío era tan real que me hizo temblar, pero esta vez, yo conocía la trampa, y no iba a caer de nuevo.

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