El Precio de la Libertad: Una Bailaora Inquebrantable

El Precio de la Libertad: Una Bailaora Inquebrantable

Gavin

5.0
calificaciones
11
Vistas
11
Capítulo

La Feria de Abril de Sevilla estaba en su apogeo. Como bailaora, mi vida debería haber sido puro arte y pasión. Pero para mí, era una jaula de oro bajo el control de Máximo. Él me arrancó del tablao, me obligó a servir a sus amigos mientras él besaba a su amante, Scarlett, delante de todos. Entre risas, apostaban cuánto tardaría en llorar. Mientras recogía los billetes, mi corazón se heló al escuchar a Scarlett comentar sobre mi esterilidad y la pérdida de nuestro bebé, una tragedia que ella misma causó. Máximo, inmutable, respondió: "No necesito que me dé hijos. Para eso hay otras mujeres." Esa indiferencia me acuchilló. A pesar del tobillo roto, resultado del empujón de Scarlett por las escaleras y su posterior risa, Máximo me obligó a bailar descalza sobre piedras. Solo la sangre entre mis piernas me salvó de la humillación, y aun así, él me dejó tirada para consolar a Scarlett. Después, me inyectó un sedante, permitiendo que Scarlett vertiera aceite hirviendo sobre mi pierna, dejándome una horrible quemadura. Mi existencia se había vuelto una farsa dolorosa, cada acto de sumisión, una moneda para pagar la deuda de mi tablao. Pensaban que era débil, sumisa, quebrada. Pero mientras ellos se regodeaban en mi dolor, yo estaba planeando mi escape. Mi verdadero dolor era mi disfraz más potente. Y cuando la última deuda se saldó, finalmente, volví a ser Lina.

Introducción

La Feria de Abril de Sevilla estaba en su apogeo.

Como bailaora, mi vida debería haber sido puro arte y pasión.

Pero para mí, era una jaula de oro bajo el control de Máximo.

Él me arrancó del tablao, me obligó a servir a sus amigos mientras él besaba a su amante, Scarlett, delante de todos.

Entre risas, apostaban cuánto tardaría en llorar.

Mientras recogía los billetes, mi corazón se heló al escuchar a Scarlett comentar sobre mi esterilidad y la pérdida de nuestro bebé, una tragedia que ella misma causó.

Máximo, inmutable, respondió: "No necesito que me dé hijos. Para eso hay otras mujeres."

Esa indiferencia me acuchilló.

A pesar del tobillo roto, resultado del empujón de Scarlett por las escaleras y su posterior risa, Máximo me obligó a bailar descalza sobre piedras.

Solo la sangre entre mis piernas me salvó de la humillación, y aun así, él me dejó tirada para consolar a Scarlett.

Después, me inyectó un sedante, permitiendo que Scarlett vertiera aceite hirviendo sobre mi pierna, dejándome una horrible quemadura.

Mi existencia se había vuelto una farsa dolorosa, cada acto de sumisión, una moneda para pagar la deuda de mi tablao.

Pensaban que era débil, sumisa, quebrada.

Pero mientras ellos se regodeaban en mi dolor, yo estaba planeando mi escape.

Mi verdadero dolor era mi disfraz más potente.

Y cuando la última deuda se saldó, finalmente, volví a ser Lina.

Seguir leyendo

Otros libros de Gavin

Ver más
Cinco años de amor perdido

Cinco años de amor perdido

Romance

5.0

Tentu, saya akan menambahkan POV (Point of View) ke setiap bab sesuai dengan permintaan Anda, tanpa mengubah format atau konten lainnya. Gabriela POV: Durante cinco años crié al hijo de mi esposo como si fuera mío, pero cuando su ex regresó, el niño me gritó que me odiaba y que prefería a su "tía Estrella". Leandro me dejó tirada y sangrando en un estacionamiento tras un accidente, solo para correr a consolar a su amante por un fingido dolor de cabeza. Entendí que mi tiempo había acabado, así que firmé la renuncia total a la custodia y desaparecí de sus vidas para siempre. Para salvar la imprenta de mi padre, acepté ser la esposa por contrato del magnate Leandro Angulo. Fui su sombra, la madre sustituta perfecta para Yeray y la esposa invisible que mantenía su mansión en orden. Pero bastó que Estrella, la actriz que lo abandonó años atrás, chasqueara los dedos para que ellos me borraran del mapa. Me humillaron en público, me despreciaron en mi propia casa y me hicieron sentir que mis cinco años de amor no valían nada. Incluso cuando Estrella me empujó por las escaleras, Leandro solo tuvo ojos para ella. Harta de ser el sacrificio, les dejé los papeles firmados y me marché sin mirar atrás. Años después, cuando me convertí en una autora famosa y feliz, Leandro vino a suplicar perdón de rodillas. Fue entonces cuando descubrió la verdad que lo destrozaría: nuestro matrimonio nunca fue legal y yo ya no le pertenecía.

Quizás también le guste

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro