/0/16208/coverorgin.jpg?v=c1be4cb207738d56bb6b2af3932e6c33&imageMogr2/format/webp)
Gael
El día está soleado y caluroso, pero aquí dentro el aire acondicionado hace que el ambiente sea agradable. Mientras leo los informes para su aprobación y firma, mi mente está dividida entre las tareas pendientes y los pensamientos que me atormentan.
Le pido a mi secretaria que me traiga un café. Dinorá es amiga de la infancia de Laís, hija de su vecina de la niñez. Jugaban juntas y eran como hermanas. Es una persona en quien confío plenamente. Hoy vivimos lejos, así que casi no se ven. Generalmente, se ponen al día cuando Laís viene a la empresa.
–Gael, aquí está su café. ¿Desea algo más?
–Gracias, Dinorá, eso es todo por ahora.
Dinorá sale de la oficina, y yo me detengo un momento mientras saboreo el café que ella trajo. Comienzo por reflexionar sobre los problemas que me han estado rodeando últimamente.
Ser el futuro Don de la mafia mexicana me ha traído no solo más poder, sino también innumerables responsabilidades. Una de ellas es renunciar a vivir libremente el amor que siento por Laís, la mujer de mi vida. Desde su adolescencia, ella ocupa un lugar central en mi corazón, y juntos tenemos una hermosa hija llamada Luna. Ella es mi princesa y también mi sucesora en el trono de Don.
Mi vida ha sido un constante ajetreo. Este cargo me obliga a viajar frecuentemente para cumplir compromisos, pero siempre encuentro la manera de volver con las personas que amo. Sin embargo, algo me preocupa en los últimos días. Me siento inquieto, como si algo importante estuviera a punto de suceder. Esta incertidumbre ha afectado mi concentración y me ha dejado irritado.
He pedido a mis hombres de confianza que investiguen cualquier información relevante a través de sus contactos. Ahora sólo queda esperar respuestas.
Vuelvo a centrarme en mi trabajo, pues tengo muchas revisiones pendientes. Una hora después, logro adelantar gran parte de los informes cuando suena mi teléfono. Miro la pantalla.
Es Laís.
–Hola, mi amor. ¿Está pasando algo? ¿Necesitas algo?
–No, Gael, solo quería decirte que te amo y escuchar tu voz. Quiero invitarte a almorzar juntos. ¿Estás muy ocupado?
–Para ti, nunca estoy ocupado. ¡Te amo, mi vida!
–¡Qué bueno! Quiero llevarte a conocer un restaurante nuevo que está en un viñedo. Pasaré por ti cuando termine aquí, y disfrutaremos la tarde juntos.
–¡Me encantará, Laís! Te estaré esperando. Besos.
Decido adelantar todo lo posible para disfrutar la tarde con Laís. Aprovecharé que Luna estará en la escuela para pasar este tiempo con la mujer que amo.
Un rato después, salgo de la oficina y me dirijo a mi coche. Mientras camino, siento una extraña sensación de ser observado. Para no levantar sospechas, finjo dejar caer algo y me giro disimuladamente para ver quién podría estar vigilándome, pero no logro detectar nada. Me subo al coche y observo por el retrovisor, sin encontrar ninguna señal de peligro. A pesar de eso, la incomodidad persiste.
Al llegar a casa, encuentro a Laís esperándome lista. Lleva un vestido floral que realza su figura de manera exquisita, combinado con unas zapatillas negras y los pendientes junto a la cadenita que le regalé en nuestro primer aniversario. Está deslumbrante.
¡La amo tanto! Su presencia basta para iluminar mi día. Por lo que veo, Luna está heredando la belleza de su madre, y no tengo dudas de que tendré más de un quebradero de cabeza cuando llegue a la adolescencia.
Me acerco a Laís y la beso con pasión, sintiendo cómo su suspiro se mezcla con el mío. Pero no es el momento. Hoy quiero llevarla a un lugar especial.
–Vamos, Laís. ¡Nuestra reserva ya está hecha!
/0/16355/coverorgin.jpg?v=f8c1015a0fe167aad519edfb7c25f4fb&imageMogr2/format/webp)
/0/8493/coverorgin.jpg?v=4cb05589e836d122d9dec6ce6973b513&imageMogr2/format/webp)
/0/2411/coverorgin.jpg?v=dd1907c03c655597624ef79c87bde744&imageMogr2/format/webp)
/0/15960/coverorgin.jpg?v=515de185b7374f7f6230cb688720dd43&imageMogr2/format/webp)
/0/206/coverorgin.jpg?v=2a5d3164233638cc83f3e4c513e3e816&imageMogr2/format/webp)
/0/3904/coverorgin.jpg?v=b45d81c154b3d1a6b17fa9b1a03884b4&imageMogr2/format/webp)
/0/12746/coverorgin.jpg?v=3dbecef3f807abc15aed6cd043e3443f&imageMogr2/format/webp)
/0/14804/coverorgin.jpg?v=e099331dfbdea87f6b4ef862292003f8&imageMogr2/format/webp)
/0/1892/coverorgin.jpg?v=3fdc3f602b18653e637f6d72374a0d55&imageMogr2/format/webp)
/0/449/coverorgin.jpg?v=d206b5155add32be6f4f3f49890770e5&imageMogr2/format/webp)
/0/13228/coverorgin.jpg?v=22db3c13689947950b2ea1380be29cde&imageMogr2/format/webp)
/0/6853/coverorgin.jpg?v=9ff99f8bdf9925c0789d33fdc7dc99bd&imageMogr2/format/webp)
/0/8455/coverorgin.jpg?v=778ad0423557f454b5ec3ee03dbb51e5&imageMogr2/format/webp)
/0/18081/coverorgin.jpg?v=ed47367e2d9ea5abd649679cbaaf63b7&imageMogr2/format/webp)
/0/18189/coverorgin.jpg?v=90cd275698160faa340d06061a7ef9d5&imageMogr2/format/webp)
/0/265/coverorgin.jpg?v=6be2040a4a20c7460e672f8b561b8373&imageMogr2/format/webp)
/0/18730/coverorgin.jpg?v=e802014cfbbac47b7a813f12bbc535ee&imageMogr2/format/webp)
/0/14765/coverorgin.jpg?v=dd16e67ed082859e855bdf895689b578&imageMogr2/format/webp)
/0/18843/coverorgin.jpg?v=8b507bce55b41fc0a7f2132b0a575555&imageMogr2/format/webp)
/0/15017/coverorgin.jpg?v=1c7f1422ad4cb3368aa2ba804fa5a50a&imageMogr2/format/webp)