Es la historia de Sonia, una mujer de 40 años que encuentra la pasión con su vecino, Gustavo, de sólo 29 años; pero quien le enseña a conocerse y disfrutar la vida sin limitaciones ni miedos.
Soy Sonia, una modista y diseñadora de modas de 40 años; soy soltera y siempre pensé que vivía plenamente y a mi ritmo, pero es ahora que me doy cuenta que jamás fue así.
Vivo sola desde los 18 años, porque la relación con mis padres nunca fue buena, siempre sentí que esperaban mucho de mi y nunca valoraban mi esfuerzo; tuve suerte porque mi abuela me heredó una departamento en el centro de la ciudad, mi lugar favorita porque estoy cerca a todos lados y tengo todo lo que necesito a pocos metros de distancia, lo único que jamás me ha gustado es la bulla o el ruido constante que existen, pero la mayor parte del tiempo es algo que puedo controlar; pues bien, esta pequeña herencia me brindó tranquilidad y dentro de todo, comodidad.
También tengo una hermana, Rocio, ella es tres años menos que yo; me regaló dos sobrinos hermosos (Marcela de 8 años y Felipe de 3 años), que son mi adoración. Mi hermana acaba de superar un divorcio tedioso y largo, fue una etapa muy difícil para ella y mis sobrinos, felizmente ya pasó; lo mejor es que se liberó de un hombre infiel, patán y mentiroso...pero esa es otra historia.
Retomando mi descripción, soy de tes morena y delgado, mi estatura es de 1.72m y siempre he vivido orgullosa de mi figura, por eso le dedico tiempo al gimnasio y actividades deportivas.
Hace unos meses renuncié a mi trabajo de 12 años, porque ya no podía seguir trabajando con mi ex novio, él no era mi jefe pero tenia un mejor puesto laboral que yo; verlo a diario, emocionalmente me estaba destruyendo, mientras que él alimentaba su ego porque creia que podía menospreciarme. Tuvimos una relación bonita y hasta cierto punto bastante complicada, bien diría que caótica, tuve la mala decisión de perdonarle todas sus mentiras y traiciones, tanto que se acostumbró a verme la cara de tonta; creo que estaba muy seguro de que me mantendría a su lado, llegamos a comprometemos en matrimonio, felizmente fui bastante inteligente para arrepentirme poco antes de cometer tremendo error y horror.
Actualmente estoy nuevamente enredando mis sentimientos, pero viviendo un placer delicioso; y es en esto que basaré mi historia y les iré contando mis idas y vueltas.