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LOS TIEMPOS DEL AMOR

LOS TIEMPOS DEL AMOR

serena12

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Capítulo

Ana vive una vida de cuento de hadas hasta que descubre que el hombre con el cual ha vivido por más de dos años le engaño y la abandono estando embarazada. Ahora tendrá que iniciar una nueva vida con su hijo en el vientre y en espera de la llegada de su bebe conocerá el verdadero amor

Capítulo 1 LOS TIEMPOS DEL AMOR

Fue una hermosa tarde en la que Ana y Juan se conocieron. El destino tenía preparado un encuentro de dos almas, tan pronto sus miradas se cruzaron ambos quedaron flechados por cupido. No importo la distancia que había entre las calles que cada uno transitaba. Ana era muy penosa y no se atrevió a acercarse a Juan, pero este no se quedó con las ganas de conocerla más de cerca. Así que cruzo la calle y se le acerco con mucha cautela.

-hola - disculpa no quisiera importunarte, pero mis ojos han quedado casi segados por tu belleza

- hola - respondió Ana bajando la mirada. Mientas en su mente cruzaba la idea de que este joven era un coqueto y tendría mucho cuidado con él.

Juan se dio cuenta de que la joven estaba poniéndose nerviosa porque evitaba su mirada a sí que dijo:

- supongo que ya es la hora de salida de la prepa. bien te veo mañana

Le dijo Juan como si se conocieran de mucho tiempo atrás.

Ana solo le dijo -adiós-

Al día siguiente a la hora de la salida Ana se sorprendió al ver nuevamente al chico, quien estaba parado en la calle de enfrente con una rosa en la mano. Ella era demasiado tímida y desvió la mirada al mismo tiempo que seguía su camino hacia su casa.

Cuando Juan se dio cuenta que ella no se detendría se apresuró a alcanzarla cruzando la calle casi con riesgo de que algún coche lo chocara.

- Valla señorita al parecer no cause una buena impresión en usted.

Le dijo esperando que ella disminuyera sus pasos. Pero como no sucedió se aventuró a taparle el paso.

- Que hace - le dijo Ana mientras se detenía para no chocar contra el joven.

- Disculpe por favor permítame seguir mi camino no quiero importunarle señorita.

Juan estaba prendado de su belleza jamás había visto a una chica tan linda. A sus 20 años había conocido a muchas muchachas, pero como esta señorita ninguna.

Su cabello estaba ligeramente ondulado y le llegaba a la mitad de la espalda su rostro era hermoso y tenía una tez morena, sus labios están carnosos y eran pequeños pero sus ojos se llevaban toda la atención. Juan recordó el "Soneto de William Shakespeare"

«Los ojos de mi amada

no son nada comparados al sol;

y los poemas vinieron su memoria

"Amor brilla en los ojos de mi amada,

y se torna gentil cuando ella mira:

donde pasa, todo hombre a verla gira y a

quien ve tiembla el alma enamorada"

Juan era un hombre muy romántico y aunque tenía muchas ganas de tomarle de la mano se contuvo ya que se dio cuenta de que aquella joven era muy reservada decidió dar tiempo y no apresurar las cosas.

- Bien nos vemos mañana señorita.

Así habían transcurrido los cinco días de la semana en la que aquel joven la esperaba en la reja del colegio y en los que ella no le dirigía la palabra y se encaminada a toda prisa hacia su casa. Ana era una chica de 19 años que estaba cursando el segundo año de la preparatoria en su tercer semestre y había sido criada por su madre y su padrastro de una forma muy reservada. Sabía que era bonita pero que no podía hacer referencia de su belleza porque muchos chicos solo se acercaban buscando una cosa y entre sus planes estaba poder tener una vida mejor, ella sabía que si se enamoraba y llegaba a casarse todos los sueños cambarían hacia su hogar así que ella prefería centrase en una sola cosa "estudiar"

El lunes siguiente como de costumbre el joven la esperaba en la reja y cuando la vio desde lejos le sonrió,

Creo que la primavera quien había llegado como cada año estaba haciendo sonrojar a Ana y sin darse cuenta le devolvió la sonrisa al joven. Ella lo hizo de manera inconsciente porque no tenía según ella interés en aquel joven. Pero el, al ver la respuesta de la chica se dirigió a toda prisa hacia ella

- Hola,

Le dijo Juan esperando su respuesta, pero al ver que ella no respondió se puso serio y se encamino con ella hacia su casa. Había un cambio en la chica quien los días anteriores caminada a toda prisa hoy daba sus pasos más lentos.

- Me llamo juan ¿cuál es tu nombre?

Al notar que esta no respondería nuevamente juan prosiguió...

- Bonita, mañana no podre venir a verte. Pero te prometo que estaré aquí pasado mañana. Espero poder escuchar nuevamente tu voz entonces dijo juan para darse la vuelta y marcharse

- Ana,

- ¿Como?

- me llamo Ana

dijo la chica quien se detuvo dándose la vuelta para mirar al chico.

- Tienes un hermoso nombre Ana. Nos vemos ...

Y le dedico una suabe y tierna sonrisa. Que hizo que el corazón de Ana se estremeciera.

Aquellos jóvenes a partir de ese día comenzaron a conocerse más profundamente. Se encontraban después de las clases y en los fines de semana y en un abrir y cerrar de ojos habían trascurrido un año y medio. Pero las vacaciones nuevamente acercaban y ellos estaban planeando seguirse viendo de manera más formal. Así que decidieron hablar con los padres de Ana para pedir permiso de poder visitarla en su casa y poder salir con ella con el permiso de sus papás.

Era el día de la graduación de Ana y una nueva etapa estaba por comenzar en su vida y juan quería ser parte de esa etapa, también sabía que Ana no seguiría con el sino hacia las cosas como debía de ser para Ana pues era muy importante que sus padres estuvieran de acuerdo con su noviazgo así que mientras esperaba que terminara la clausura de año escolar y que los padres de Ana la dejaran con sus compañeros para celebrar su salida, Juan se acercó a Ana y le obsequio un ramo de rosas y poniéndose de rodillas le pidió que fuera su novia. Ana no dudo ante esta proposición y acepto entre lágrimas. Ambos se dirigieron a la casa de Ana la cuan Juan no conocía ya que durante todo este tiempo no se había acercado siquiera a una esquina.

Ana tomando de la mano a su novio le dijo, Juan por favor permíteme hablar con mis padres y mañana te los presento.

- ¿Está segura?

- Si

- Bien amor

Ana sintió que sus pies se elevaron, era la primera vez que juan le llamaba así. Su noviazgo había sido muy reservado por parte de los dos. No había prisas, tanto que apenas y se tomaban de las manos.

- Entonces nos vemos mañana le dijo y la tomo suavemente del rostro y le dio un beso tan suave que Ana sintió como sus pies temblaban.

Al entrar en su casa decidido hablar de una vez con su madre y su padrastro sabía que ellos no estarían de acuerdo con el noviazgo porque ellos querían que ella tuviera una carrera, pero la verdad era que no había lo suficiente como para pagarle sus estudios ya que tenía 3 hermanitos más y su padrastro solo era un ayudante de mecánico.

- Mamá dijo con voz temblorosa

Un chico a quien conozco desde hace más de un año me ha pedido que fuera su novia y he aceptado. Soltó sin más provocando en sus padres un sobresalto

- que has dicho pregunto su madre poniéndose de pie frente a ella, más de un año, pero si ni siquiera te hemos visto con nadie. Acaso te has estado guardando de nosotros, y además te has estado viendo a escondidas con él.

- No mamá, él y yo solamente nos vimos muy poco (mintió a su madre).

- Claro dijo su madre acaso crees que nací ayer, pero de una vez digo que no, no tienes el permiso para verte con él y menos para ser novia de alguien. Resoplo su madre muy enojada.

- Calma mujer, respondió su padrastro. Es acaso que no podemos conocer tan siquiera al muchacho. Hija sabes que tenemos en planes pagarte la carrera es por eso que tu madre y yo preferiríamos que no tengas por ahora un compromiso como este.

- Lo se gustavo, pero también sé que mis hermanitos están primero. Así que decidí posponer por un año mis estudios, trabajar y retomarlos el próximo año. Además, no hare nada en mi noviazgo de lo que me pueda arrepentir después. Así que lo lamento, pero no terminaré con juan.

En los planes de Ana estaban estudiar contaduría, pero tendría que ir a la ciudad y eso era un gasto más grande además no quería ser una carga para sus padres a sí que había decidido posponer todo para ayudarlos con los gastos y a la vez juntar un poco de dinero para sus estudios.

Llego el día de presentarle a sus padres a juan y como era de esperarse su madre no lo acepto. Y le dejo en claro que jamás lo haría ya que por su culpa su hija no estudiaría.

Durante su noviazgo juan iba solo los fines de semana a ver a Ana a su casa. Él estaba estudiando la misma carrera que Ana tenía planes de estudiar y se sostenía con un trabajo de medio tiempo ya que no contaba con el apoyo familiar por distintos motivos lo cierto era que no le gustaba hablar de su familia y Ana decidió respetar eso así que evitaba preguntarle.

Pero en los planes de esos novios no estaba casarse pronto. Hasta que una noche de primavera en que el amor estaba a flor de piel ambos se entregaron al amor y la pasión. El día que se realizó un baile en la plaza de la comunidad por las fiestas patronales y los felices novios decidieron entrar al baile.

- Llegare alrededor de las 10: 00 p.m. después de salir del trabajo tendré que ir a darme un baño.

- Si está bien amor. Te espero aquí en mi casa. No quiero que mi mama se valla a enojar si salgo sola. Además, ellos también entraran a bailar. Como es sábado yo saldré a las 7 del trabajo y tengo tiempo de arreglarme también.

Cuando juan llego a casa de Ana ella ya estaba lista para salir. Él le llevo una rosa roja y se la prendió en el cabello. Se fueron de la mano. Y quienes los veían quedaban admirados de que estuvieran juntos. Cuando se cansaron de bailar Ana le pidió a Juan que la llevara descansar en todo el camino estuvieron platicando de muchas cosas y cuando llegaron a su casa. Ana lo dejo entrar para que descansaran un rato. Los besos se subieron de tono y Ana lo tomo de la mano y le guio hacia si pequeña habitación para que sus padres no los descubrieran al llegar. Juan inicio el juego que no podrían detener. Acaricio el rostro de Ana y la fue acercando lentamente hacia él, lamiendo sus labios y dándole suabes mordiscos mientras le acariciaba la espalda y lentamente acerco la mano hacia su falda acariciando suavemente sus glúteos hasta introducir la mano y acariciar su entrepierna hasta que de Ana se escapó un gemido.

- ¿Me detengo? Pregunto.

- ¿quieres que me detenga princesa?

- No, respondió Ana mientras su reparación se entrecortaba.

Jamás habían llegado a este punto. Sus besos y caricias anteriores eran muy tiernos, pero los de ahora habían pasado a otro nivel. Juan toco la entrepierna de Ana acariciando su ropa interior y la fue siguiendo con el dedo todo el borde que al tacto parecía ser encaje, su erección creció y no pudo contenerse y susurrándole a Ana cuanto la amaba comenzó a desabrocharle el vestido hasta retirárselo por completo quedo boquiabierto al ver por primera vez a su novia casi desnuda.

- ¿Me detengo? Volvió a preguntar No quiero que pase algo entre nosotros si tu no quieres princesa le dijo Ana.

- Yo también te amo respondió Ana, estoy de acuerdo en esto. Le dijo mientras le sonreía con la misma dulzura de siempre. Y acariciándole el pecho le fue desabrochando la camisa y comenzó a besarle los hombros y acariciar su espalda y su cabello. Esto solo alboroto más las hormonas de juan mientras sentía como su erección estaba por salirse de entre sus pantalones. Tomo a Ana y la recostó sobre la pequeña cama. Se subió sobre ella provocando que abriera las piernas para poder acomodarse mejor. Toco los pechos suabes de Ana y comenzó a besarlos con una mano se las ingenió para tocarle nuevamente el panti que podía observar está muy pequeño. Introdujo un dedo en este y acaricio su monte de venus hasta llegar a su vulva. Estas muy mojada amor le dijo y le quito el panti y el bar, ahora la tenía completamente desnuda frente a él. Sus ojos estaban tan llenos de deseo que si Ana le pidiera que se detuviera tendría que hacer un gran esfuerzo para luchar con tanto deseo y tan fuerte erección. Cuando se retiró su ropa por completo tomo la mano de Ana y la llevo a su erección.

- No tengas miedo lo hare muy suavemente, no te dolerá le dijo mientras se acodaba frente a su vulva y suavemente se introdujo en ella, los gemidos de Ana eran de dolor cerro los ojos y apretó los dientes pues sentía que lo que estaba penetrándola era demasiado grande para su pequeño y estrecha cueva. Juan no apresuro el paso y fue muy gentil al penetrarla pues no quería lastimarla. Esta también era su primera vez la cual había soñado tantas veces después de regresar a su casa de la visita con Ana. Podría sentir como le latía su pene como las palpitaciones le provocaban hacer las penetraciones más y más rápido, pero se dominó por no lastimar a Ana. Las gotas de sudor comenzaron a brotar por la piel de ambos y por completo se entregaron no tardaron demasiado en terminar y cansados después de todo se quedaron dormidos.

Afortunadamente los padres de Ana se fueron a su cuarto a dormir sin revisar el cuarto de sus hijos. Cuando sonó su despertador a las 5:30 a.m. juan se despertó de golpe asustando a Ana quien se sobresaltó pensando que sus padres los habían descubierto. Rápidamente se cambiaron y despidió a juan desde el pórtico de la humilde casa y a prisa se regresó a su cuarto para no despertar a nadie. Había hecho el amor y estaba sintiéndose de maravilla.

Conforme pasaban los días Juan hacia el intento por repetir nuevamente su noche maravillosa, pero Ana no estaba dispuesta a volver a hacerlo.

- Ana por favor déjame tocarte de nuevo y hacerte el amor. Le decía mientras le acariciaba la espalda y le sonreía como un niño que pedía un dulce a su mamá.

- No, respondió Ana tajantemente. Te imaginas que resulte un embarazo, te das cuenta de pasaría con nosotros. No estamos casados ni viviendo juntos, no traeré un niño al mundo como madre soltera. Se que debimos esperar hasta estar casados pero las cosas se nos salieron de control y paso lo que tenía que pasar, pero ahora hay que ser más cabales Juan.

Juan torno un rostro más serio y le dijo Ana

- Vivamos juntos.

- Quisa quisiste decir casémonos ¿no? Dijo Ana

Juan se sonrió y le dijo

- Amor no te enojes, pero para mí no tiene ningún valor firmar un papel y aceptar que por ese medio estemos unidos. Yo te amo y quiero que vivamos juntos y comencemos una vida juntos.

- Pero yo si quiero casarme Juan

- Yo quiero vivir contigo no necesito un simple papel que a la vez nos llene de tramites Y además tendremos que pagar. Y si estas dispuesta a vivir conmigo entonces hagámoslo de una vez amor. O es acaso que tu amor se mide por ese trámite. Acaso lo determina un papel.

- No

- Entonces amor vivamos juntos.

- Juan yo si quiero casarme.

- Vivir juntos es igual a estar casados, tendremos las mismas responsabilidades y no será porque alguien nos dice que tiene que ser a si sino porque nosotros que ya somos adultos así lo decidimos. Bien princesa, que te parece si comenzamos a vivir juntos y con calma juntamos el dinero para nuestra boda le dijo mientras le sonreía con amor.

- ¿Quién dijo que quiero una fiesta? Yo solo quiero casarme contigo tanto por lo civil como por la iglesia, saber que soy tu esposa por todas las de la ley como dice mi padrastro.

- ¿Ya vez? Solo lo quieres para estar bien con tus padres, para demostrarle a los demás con un papel que eres mi esposo. Pues yo no necesito eso. No tengo interés de realizar ese tipo de trámites engorrosos. Perooo si quiero que nos unamos y vivamos juntos por siempre.

- Pero y si no nos casamos que seré para ti.

- Mi esposa, porque yo te amo. ¿Qué te arriesgas a vivir con este loco enamorado?

Ana le devolvió a la sonrisa, aunque tenía sus dudas decidió arriesgar todo y lo abrazo, respondiendo con ese fuerte abrazo un sí.

No sabían cuánto tendían que pasar por aquella decisión.

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