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Daniel Moore: Ceo

Daniel Moore: Ceo

Zehy

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Capítulo

Ginger es una mujer comprometedora, con un futuro por delante. Daniel Moore es el hombre más codiciado, un empresario multimillonario que tiene a las chicas a sus pies, cualquier persona que lo conoce sabe que no le gusta relacionarse con las personas. Daniel y Ginger se conocen en un evento de la empresa de la familia Moore. Ella pierde la virginidad con él y todo empieza a descaerse ¿Que sucederá con ambos jóvenes? ¿Que hará Ginger luego de que el millonario la humilde a la mañana siguiente de haberse acostado con él?

Capítulo 1 Capitulo 1

Ginger.

Desde que amaneció el día había estado soleado, me había quedado mirando por la ventana del comedor como los niños jugaban al carnaval y se divertían a las afueras de sus casas. Había pensado en ir a la playa, pero mis ánimos se quitaron y no quise estar rodeada de más personas, era suficiente con la compañía de Stella, mi mejor amiga, quien vive conmigo desde los diecinueve años.

Nos conocimos en las Vegas, ambas estábamos en la misma fiesta, separas, en diferentes mesas y con diferentes personas. En alguno de esos momentos decidimos ir al baño y nos encontramos allí. Stella estaba arreglando su maquillaje, le ofrecí ayudarla y rápidamente accedió. Nos quedamos hablando mientras ella terminaba y el mismo día al salir de la fiesta nos hicimos un tatuaje juntas. Decidimos hacerlo en la muñeca, es un corazón con un hilo rojo, puede que nos lo hayamos hecho por la ebriedad del momento o porque creímos que era buena idea, no lo sé, pero en aquella oportunidad me pareció una de las mejores cosas que podía hacer.

Cerré los ojos y permanecí quieta en mi lugar, no he querido moverme de aquí, me siento mal, desanimada y sin ánimos de nada. Desde que mis padres se fueron de viaje me he sentido vacía, pasaba mucho tiempo con ellos, me encantaba estar con ellos, ir a cenar, cocinar con mamá y contarle lo que pasaba durante mi día, reírnos de las tonterías de Stella quien consideraban una hija más y hablar sobre chicos.

Mi padre no era fan de escucharme hablar sobre hombres, decía que ninguno de ellos me merecía y que a pesar de que todos eran iguales habían algunos que podían ser mejores o diferentes. Me hice la fuerte cuando anunciaron que se irían a Buenos Aires, los anime y mencioné que era una de las mejores ideas que habían tenido en años, mamá se emociono cuando vio que estaba de acuerdo, me abrazo, lloro y juro que iba a extrañarme. Yo también a ella, mucho más de lo que probablemente piense.

—¿Aún estás sentada ahí? Deberías levantarte y buscar que hacer —menciona Stella saliendo de su habitación, tiene una toalla envuelta en su diminuto cuerpo y el cabello suelto.

—No quiero, estoy bien aquí.

—¿Y que hay de interesante en ver la ventana?

—Los niños están jugando —digo neutral, mi tono de voz en monótono, me lo han dicho muchas veces a lo largo de mi vida, me dolía escucharlo al principio, me lo tomaba como algo malo o como algo que no debía de ser así. Escuchaba como otras niñas tenían voz femenina y lo lindo que sonaba cuando emitían las palabras que me encerraba en mi habitación y me paraba delante del espejo solo para practicar que decir o como hablar. Quería que los niños de la escuela me quisiera, era estúpido y jamás se lo conté a mis padres por vergüenza pero aún me acomplejo por eso en ocasiones.

—Eso no es suficiente, venga levántate. Te sentirás mejor si salimos o armamos un plan con María, estoy segura de que nos irá bien si bebemos un poco.

—¿No te duele que se hayan ido? —pongo la mirada sobre ella y hace una mueca.

—Desde siempre hemos estado solas, sé que íbamos con frecuencia para allá, pero deberías estar acostumbrada, Ginger.

—Es solo que siento que puede pasarles algo por allá y no estaré con ellos para ayudarlos y tampoco podré estar ahí si necesitan algo y eso me preocupa, quiero ser yo quien los ayude cuando lo necesiten porque en verdad amo a mis padres y en verdad estoy agradecida por todo lo que han hecho por mí.

Stella se acerca a mí y me sujeta la cara con ambas manos, siempre lo hace para despejarme, me da golpecitos en las mejillas y sonríe de oreja a oreja.

—Van a estar bien, solo debes ocuparte de escribirles todos los días así vas a estar tranquila y ellos felices de que puedas comunicarte con ellos.

Pongo una mueca de disgusto y me suelta.

—La distancia no tiene que ser un impedimento para amar y cuidar de alguien, recuerda eso.

—Lo haré —aseguro.

Me levantó de la silla y vuelvo a colocarla en su lugar, repaso el trabajo que tengo y veo todos los correos que me han llegado del trabajo, luego de destacar los correos importantes y revisar lo que me han pedido algunos clientes decido continuar con el proyecto de la empresa, soy diseñadora gráfica en las empresas Moore, nunca he asistido de manera presencial, hasta ahora todo lo que he hecho ha sido en modalidad online y me siento mucho más cómoda de esa manera. Algunos dicen que el jefe es un hombre imponente, alguien que no deja que entren a su vida de manera fácil, del mismo modo que, hay rumores de que es homosexual. Nunca he sido fanática de los chismes y no soy el tipo de persona que va a quedarse dónde todos están comentando y riéndose de otras personas, pero a veces me gusta investigar sobre la empresa en la que trabajo.

Debo hacer varios flayers promocionales, habrá un evento dentro de algunos días y la parte de marketing debe encargarse de promocionar lo que se va a llevar a cabo. El concepto lo han dejado bajo mi criterio, no fue nada de «Tienes que hacer un flayer con la imagen de una playa y una mascota» fue más bien como «Confiamos en ti, sabemos que hagas lo que haga va a quedar bien».

Pasadas las seis me prepare un emparedado con los ingredientes que quedaban en la nevera, observé a Stella reírse con el móvil y luego me hizo una seña para que supiera que tomaría mi ordenador. Cuando lo hizo dejo de reírse y frunció el ceño.

—¿Qué sucede?

—Te ha llegado un correo del vicepresidente.

—Ábrelo, debe ser importante pocas veces me envían correos así de personales.

—Estima señorita Ginger, es un placer infórmale que está cordialmente invitada al evento del sábado, saludos el Sr. Gabriel Moore.

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